La descripción de la ruta que debemos seguir para llegar al Coriscao, una de las montañas cántabras que lindan con Castilla y León, y desde la que se puede apreciar una de las mejores vistas de Cantabria.

El Coriscao es una montaña de 2234 metros de altitud situada en la frontera entre Cantabria y Castilla y León.
La salida se producirá desde el mirador del Oso, en Cantabria, llamado así por el gran oso de piedra que, desde una pequeña elevación del terreno, lidera una gran explanada donde los visitantes al mirador aparcan los coches. Desde este mirador se aprecia una gran vista del macizo oriental de los Picos de Europa y, generalmente, de un gran mar de nubes.

Para salir tomaremos una dirección norte-nordeste, perpendicular al camino de llegada.
Tras salvar una pequeña elevación del terreno se empieza a subir poco a poco, hacia una colina que, al llegar a ella, bordearemos hacia la izquierda.
Tras pasar esta colina se empezará a ver una estrecha franja de tierra entre los arbustos y las altas hierbas de la zona. Este camino es el que nos llevará hasta nuestro punto de destino, el «Coriscao».
A partir de ahora seguiremos ese camino pase por donde pase.

En algunas zonas del camino se empezará a ver una gran montaña al frente, que será donde tendremos que llegar, y que también nos servirá como referencia para salvar las bifurcaciones, abundantes en este sendero.
También se podrán coger algunos minerales, tales como el cuarzo.
Tras pasar aproximadamente unos 7 km de sendero llegaremos a un campo al pie de una montaña que, desde ese lugar nos parecerá aterradoramente alta, y no estaremos viendo todavía el final, esa montaña es el «Coriscao», nuestro punto de llegada.
Es conveniente que descansemos en este campo, ya que la subida a la montaña es bastante dura y difícil.

Tras descansar un buen rato empezaremos a subir la montaña, en la que la subida más fácil pasará junto a un precipicio de bastantes metros de altitud.

Al coronar la cima habremos terminado nuestra ruta y podremos apreciar una de las mejores vistas de Cantabria.

Es conveniente que esta ruta no la hagamos en un día con nubes, ya que entre las nubes sería fácil perderse por la poca visibilidad que podríamos tener.

Trabajo original