Los cursos de 5º y 6º de Primaria del colegio Cumbres fuimos a visitar la fábrica de Nestlé en La Penilla.

Fuimos hasta la Plaza de las Cervezas, porque allí nos iba a recoger el autobús. A mí, Cristina, me tocó ir con Isabel y estaba muy contenta puesto que es mi mejor amiga. Nos pasamos todo el viaje cantando.

Estaba lloviendo cuando llegamos y para dirigirnos a la fábrica el conductor del autobús nos acercó todo lo que pudo. Nos presentaron a una guía que nos esperaba en la puerta y que nos dijo que subiésemos por unas escaleras que iban a dar a una sala con sillas para que nos sentásemos y viésemos un video sobre los distintos productos de la fábrica y su historia. También enseñaba los distintos sitios en donde se produce cada fase, los controles a los que están sometidos, el esfuerzo de cada trabajador y el laboratorio en donde se siguen ideando nuevos productos ricos y nutritivos, revisando especialmente la calidad de los mismos. El video duró unos treinta minutos y, aunque a veces fallaba el volumen, estuvo interesante.

Aprendimos que la empresa fue fundada en 1866 por el alemán residente en Suiza Henri Nestlé y que la creó pensando fundamentalmente en proporcionar una buena alimentación a los niños, por eso empezó a producir leche en polvo y condensada. En 1905 instaló su primera fábrica en España, La Penilla en Cantabria, inicialmente dedicada a la elaboración de harina lacteada.

Nestlé produce chocolates desde 1929 y hoy es uno de los centros de producción más importantes de la empresa en España y probablemente el más eficiente. Compuesto por una plantilla de más de 750 personas, se dedica a la producción de leche en polvo, cacao soluble, leches y harinas infantiles y chocolates. ¡Ah, por cierto! la firma de cosméticos Loreal también pertenece a Nestlé.

Para elaborar todos estos alimentos se necesitan muchas personas, mucha tecnología, distintas fases y recorridos y una buena higiene.
En la actualidad está reconocida como una de las empresas más importantes del mundo, y el nombre de Nestlé es sinónimo de garantía y calidad. Hay unas 500 fábricas en todo el mundo con unos 37.000 trabajadores; además en cada una de ellas se elabora un producto Nestlé en concreto. En España hay unas 17 fábricas.

Cuando terminaron el vídeo y la charla nos dieron un gorro que parecía de ducha para que no se cayera ningún pelo a los productos. Nos separaron en tres grupos y a continuación seguimos a la guía hasta el Edificio del Chocolate.

Salimos de la fábrica a la confitería y subimos por unas escaleras. Al entrar lo primero que nos impresionó fue el olor a chocolate. Primero fundían el chocolate en una sala a la que no pudimos acceder por higiene. Después se pasaba a unos moldes en forma de tableta y seguía su recorrido en cintas para empaquetarlo. Observamos como llegaba por una cinta y los robots lo ponían en orden, luego pasaba por otros robots que lo envolvía en un papel aluminio y luego en el papel más «atractivo», es decir, el rojo.

Para la elaboración de los bombones se utiliza la misma mezcla de chocolate en distintos moldes e ingredientes, (como por ejemplo avellanas y almendras). Luego una máquina ponía en la cinta los envases o bandejas para que a continuación otra colocara los bombones en los huecos de forma ordenada. Después un robot embalaba los bombones en cajas. Por último había otra que las precintaba para la distribución y la venta. Aquí nos impresionaron más los robots, ya que tenían más rapidez y precisión al colocar cada bombón en su sitio y en cada plantilla, el más antiguo de los robots tenía 15 años.

Al volver al punto de encuentro nos dieron una ‘caja roja’ de ¡22 bombones!, nos despedimos y subimos al autobús. A la vuelta también cantamos mucho.

Pensé: ¡Me ha encantado, la próxima vez iré con mis padres! Me ha gustado mucho, ya que he visto una fábrica en pleno proceso de elaboración.

¡Nestlé fue muy dulce y me encantó! De los bombones se puede decir que estaban: ¡¡Espectaculares!!

 
Trabajo original