Con sus imponentes 192 centímetros y la ilusión y la fuerza que proporcionan sus 22 años, Mar Ahijado Reyero es una de las más importantes pivots de las ligas de nuestro país. Actualmente en el equipo Pabellón Orense de la Liga Femenina 2 de baloncesto nacional, esta excelente estudiante comenzó sus pasos en la inagotable cantera de La Paz de Torrelavega. Hoy, tras un mar de viajes y ciudades, nos repasa su carrera.
Pregunta.- ¿Qué te hizo empezar con el baloncesto?
Respuesta.- Empecé porque en el colegio era tradición jugar al basket y porque en mi casa la mayoría de mi familia jugó. Además, como nos apuntamos las amigas de clase, por lo menos ya conocías a alguien.
P.- ¿Pensaste alguna vez que llegarías a jugar en la liga profesional?
R.– No. Sólo jugábamos para pasarlo bien con las amigas. Y cuando vas siendo más mayor y la gente lo va dejando tampoco piensas que te va a surgir esa oportunidad. Pero surgió y había que aprovecharla.
P.-¿Cómo llegaste a jugar allí?
R.–Me llamaron un verano a casa para ofrecérmelo. No tuve mucho tiempo para pensar. Sabía que si quería hacer algo «importante» tenía que irme fuera. Cogí las maletas y me fui a Burgos, que allí fue donde empecé.
P.-¿Con cuantos años empezaste a jugar al baloncesto? ¿Y fuera de Cantabria?
R.– Empecé con siete añitos, jugando en el patio del colegio con los mayores, porque como éramos pocos nos mezclaban a niños y niñas de todas las edades. Cuando me marché de casa tenía casi 17 años.
P.-¿Cómo fue para ti la experiencia de vivir fuera de casa?
R.–Pues muy buena, porque aprendes muchas cosas nuevas. Conoces gente, haces buenos amigos… en mi opinión vivir fuera de casa hace que madures antes. Se ven las cosas de otra manera. Pero bueno, vivir fuera también te enseña a convivir, a hacer la comida,… Pero también tiene cosas buenas (risas): salir hasta la hora que quiera, cuando quiera, tener tu dinerito…
P.-Cuando saliste fuera de Cantabria, ¿cómo te adaptaste a las nuevas ciudades?
R.–En la adaptación no tuve problema. Cuando llegué a Burgos fui con otra chica que había conocido en verano y nos apoyábamos la una en la otra. Además estábamos siempre juntas porque íbamos a clase y a entrenar, aparte de vivir en la misma habitación. En Orense fue un poco más difícil porque fui sola y no conocía a nadie, pero enseguida las compañeras del equipo nos conocimos mejor e hice amigas.
P.-¿Cómo viviste lo de jugar al baloncesto junto a tus amigas durante tu adolescencia?
R.–Creo que fueron de los mejores años. Jugábamos porque nos encantaba, además ganábamos y nos íbamos de viaje todas juntas, pero lo más importante era que éramos tan amigas que íbamos a todos los lados juntas. Fueron unos años muy bonitos porque disfrutamos realmente del deporte.
P.-¿Has aprendido algo de este deporte?
R.–Aparte de aprender muchas cosas sobre el baloncesto, se aprende también a compartir, a aguantar malos tiempos, a disfrutar de los triunfos, aprender de las derrotas, a ver lo mejor y lo peor de cada uno, incluso de nosotros mismos. Jugar en un equipo es muy importante, se comparten muchas cosas, buenas y malas, de las que se aprende.
P.-¿Qué recuerdos tienes de los distintos entrenadores que te han enseñado?
R.–Por desgracia tengo malos y buenos recuerdos. Tuve un par de entrenadores que me dijeron que no me dedicara a esto, que no valía, y si no hubiera sido por todo lo que me aportaba jugar al basket con las amigas, igual lo hubiera dejado. Por suerte tuve otros que me apoyaron siempre, me animaban e incluso creo q ayudaron a que pudiera irme de Cantabria.
P.-Actualmente, ¿cómo ves el baloncesto, como un hobby o como un trabajo?
R.–En estos momentos el baloncesto ocupa mucho tiempo en mi vida, así que en gran parte es un trabajo. Por otro lado siempre será un hobby, porque se supone que juego a esto porque me gusta, ¿no? Es una suerte que me paguen por hacer algo que me gusta.
P.-En la actualidad, ¿te dedicas sólo al baloncesto?¿Cómo lo compaginas?
R.–Pues estoy en tercero de Empresariales, que voy sacando como puedo, porque como entreno mucho, no tengo tiempo para ir a la facultad y a veces los profesores no ponen mucho de su parte. Cuando no entreno intento ir a clase o a la academia. Se compagina mal, pero bueno, se va llevando.
P.-¿En que equipos has jugado de forma profesional?
R.–En Ciudad de Burgos en Liga Femenina, en la Universidad de Burgos en Liga Femenina 2 y en el Pabellón Ourense, también en esta liga.
P.-Hasta la fecha, ¿cuáles han sido tus mayores logros?
R.-Cuando era pequeña ganamos la liga de Cantabria. En Burgos, con el equipo júnior, nos clasificamos para el Campeonato de España. Y a nivel individual fui preseleccionada dos veces con la selección española sub-20.