Nos hemos desplazado hasta el Hospital de Sierrallana para conocer el trabajo de uno de los puestos clave del hospital de referencia en la comarca del Besaya. Nuestro destino es María Ángeles Moreno de la Hidalga, una donostiarra de 44 años que desempeña en la actualidad el puesto de directora de Enfermería.
Pregunta.- ¿Cómo llegó a estudiar Enfermería? ¿Por qué eligió estudiarla?
Respuesta.- Iba a hacer Medicina, pero no tenía la nota que se exigía para entrar en la facultad, que en aquellos momentos era muy alta. Pensé en cursar un año de Enfermería y pasar después a Medicina, que entonces se podía hacer. Estudié en la que hoy se conoce como Universidad del País Vasco.
P.-¿Le gustaría haber estudiado otra cosa?
R.-No, porque después de haber cursado el primer año y haber hecho prácticas, me di cuenta de que las cosas no pasan por casualidad. Me gustó el trabajo de la enfermera y decidí terminar la carrera completa. Hoy en día pienso que fue la mejor decisión que he tomado en mi vida profesional.
P.-¿Ha trabajado en más lugares aparte del Hospital Sierrallana?
R.- Sí, en ambulatorios, Tabacalera, Renfe y en el Hospital Nuestra Señora de Aránzazu en San Sebastián, siempre como enfermera asistencial.
P.-¿Cómo llegó a ser directora?
R.- Llegué a ser directora después de 22 años de trabajo como enfermera asistencial fundamentalmente. Llegué sin proponérmelo, para mí fue una sorpresa que me propusieran ser directora de Enfermería del hospital. Sin embargo, me lo tomé como un reto profesional importante y acepté el cargo con la misma ilusión que he afrontado cualquier trabajo que he emprendido como enfermera.
P.-¿Qué misión o qué puesto ocupaba anteriormente?
R.-Los últimos siete años profesionales he sido supervisora de la unidad de reanimación y cuidados especiales (URCE) de Sierrallana. Además de pertenecer en los últimos años a grupos de trabajo del Servicio Cántabro de Salud (SCS).
P.- Explique un día en su trabajo.
R.-Explicar un día en mi trabajo es muy difícil, porque no es un trabajo monótono. Son muchas las veces en que tengo una agenda prevista y tengo que suspenderla porque surgen problemas puntuales que tengo que atender. Dirijo al personal de enfermería del hospital, que es el colectivo de profesionales más numeroso y eso exige mucho trabajo y en muchas ocasiones es difícil mantener una agenda repleta de reuniones. Además trabajo con el resto del equipo directivo del hospital, formado por el gerente a la cabeza, la dirección médica y la dirección de gestión, en total siete personas.
P.-¿Aconsejaría su profesión a la gente?
R.-Por supuesto. Es una profesión bonita, con muchísima dedicación y se la aconsejo a todos aquellos que quieran hacerla, aunque requiere mucho sacrificio y mucho amor por los demás si se quiere hacer bien. Me parece una profesión que requiere vocación y en este momento con muchas posibilidades de trabajo, pero también tengo que decir que para dedicarse a esto y hacerlo bien se necesitan grandes dosis de amor por los demás, paciencia y dedicación; si no, es mejor dedicarse a otra cosa.
P.-¿Cómo se lleva la dirección de un hospital?
R.-Con mucha dedicación también, muchas horas de trabajo y con ganas de hacerlo bien aunque una nunca sabe si se equivoca o no cuando se trata de dirigir personas. Procuro utilizar el sentido común junto con la experiencia profesional que tengo.
P.-¿Qué funciones incluye su trabajo?
R.- Dirigir, organizar y tener visión de futuro, plantear objetivos para el personal de enfermería del hospital, solventar problemas que puedan surgir y, sobre todo, anticiparme antes de que se produzcan.
P.-¿Es fácil llevar el cargo? ¿Es mucho el nivel de responsabilidad?
R.-Pues no, no es fácil y menos en estos primeros meses de mi labor. Supongo que pasado el tiempo será algo más fácil. El nivel de responsabilidad es grande cuando se trata de dirigir personas, porque yo lo vivo así. En realidad siempre he vivido mi profesión con responsabilidad, tanto cuando estaba a pie de cama del paciente como ahora que estoy en la dirección.
P.-¿Qué le gustaría que se recordara de usted cuando deje su puesto?.
R.-Teniendo en cuenta que estos puestos son de corta duración, me gustaría que se recordara que intenté hacerlo lo mejor posible, que fui honesta y nada más.
P.-¿Qué son más en su trabajo, los problemas sanitarios o los emocionales?
R.-Depende de las personas. Cuando se trabaja con la enfermedad y depende del grado en que te impliques con los pacientes y sus familias, los problemas emocionales son mayores que los sanitarios. A medida que adquieres experiencia, logras separar mejor tus emociones del trabajo diario. No siempre se consigue, hay situaciones que vivimos de enfermedad, que por mucho que queramos separarlo las vivimos intensamente y sufrimos por el paciente y por sus familias.