Elena Fernández, mujer de 45 años licenciada en Ciencias Políticas y socióloga. Estudió en Madrid y cuando acabó trabajó en Andalucía como socióloga. Empezó por casualidad en la docencia hace 15 años.
Pregunta.- ¿Por qué dejaste de trabajar como socióloga?
Respuesta.- Tenía contratos temporales para la Administración, en la Junta de Andalucía. Eran además muchos años fuera de casa y decidí volverme y coincidió que al poco tiempo salieron plazas de profesor asociado de Sociología en una escuela universitaria de Cantabria. Y también porque me animaron. Presenté el currículum y me dieron la plaza (en Cantabria había pocas posibilidades laborales para un sociólogo).
P.- ¿Habías pensado alguna vez dedicarte a la enseñanza?
R.- Nunca, me parecía muy difícil y sólo para los ‘maestros’ de Primaria, que deben tener vocación para ello.
P.- ¿Qué tal tu trabajo en la universidad?
R.- ¡Al principio horroroso! Ya que lo pasaba mal. Tres horas de clase a la semana, casi 300 alumnos en clase, tenía que hablar con micrófono… cada día era como un examen oral. No había estudiado tanto en los cinco años de carrera, pero en el fondo me gustaba; pero odiaba corregir los exámenes, ¡eran interminables!
P.- ¿Cómo preparabas tus clases?
R.- Además de estudiar mucho, me busqué un modelo al que imitar: el profesor de 4º de Organizaciones Formales y Burocracia que me encantaba oirle. Poco después también hice el Curso de Aptitud Pedagógica (CAP) en el que básicamente no aprendí nada, pero si me cambiaba al instituto me hacía falta.
P.- ¿Por qué dejaste la universidad?
R.- Porque la última vez que salieron las plazas vino un doctor en Psicología y a mí no me la dieron.
P.- ¿Y entonces?
R.- Estuve trabajando un año en una ADL y me presenté a las oposiciones de FOL. No aprobé, pero quedé la segunda en la lista de interinos y a los tres meses empecé en el instituto y ahí sigo.
P.- ¿Notaste diferencia entre el instituto y la universidad?
R.- Muchas, como el número de alumnos, tipo de alumnos, la materia (FOL es una especie de ensalada con derecho de trabajo, seguridad social, economía de empresas, psicología, prevención de riesgos laborales…) y 19 horas a la semana en lugar de tres horas.
P.- ¿Cómo son los alumnos?
R.- Desde gente que lo ha intentado en la universidad y luego hace un ciclo de grado superior, hasta chicos que después de pasar por Garantía Social estudian para ser ‘chapistas’.
P.- ¿Qué es eso de FOL?
R.- El siginificado de FOL: Formación y Orientación Laboral. Es un módulo y se imparte en todos los ciclos formativos de grado medio y superior (los ciclos en lugar de estar organizados en asignaturas, lo están en módulos). Además de FOL están dos módulos de RET (Relaciones en el entorno de trabajo) y AGC (Administración y gestión comercial de los PYMES), que son todos del mismo departamento.
P.- ¿Para qué sirve el módulo de FOL?
R.- Ayuda a todos los alumnos de ciclos formativos que estudian a trabajar y a enfrentarse con éxito al mercado de trabajar, a buscar empleo y conservarlo.
P.- ¿Cómo es la relación con los alumnos?
R.- Los alumnos son lo mejor del trabajo y lo mejor del instituto. Aunque pasen de mi módulo (sobre todo los de grado medio) son agradecidísimos a los esfuerzos al enseñarlos, al interés… y hay un trato respetuoso.
P.- ¿Por qué crees que es importante tu trabajo?
R.- Por los contenidos, por las relaciones personales de confianza, apoyo que pueden establecer entre alumno y profesor porque son las futuras generaciones profesionales. Y en mi caso, porque va más allá del momento en el que terminan, no es raro que vengan a preguntarme y a pedirme ayuda cuando no están en el instituto y empiezan a trabajar.
P.- ¿Encuentras alguna dificultad en tu trabajo?
R.- Sí. Hay que estar constantemente atento a los cambios en las leyes, normas, decretos… etc, de derecho, prevención, seguridad social.
Y los mismos que dirán el resto de docentes (falta autoridad, violencia en las aulas, padres poco interesados en controlar la conducta de sus hijos, demasiado papeleo…) aunque yo creo que en ciclos es donde menos se nota, porque tiene tantas ventajas que me considero una privilegiada.
P.- ¿Piensas que tu trabajo ha cambiado en Cantabria con el tiempo?
R.- Yo no lo he notado, quizás porque llevo poco tiempo en el instituto.