Robert Adler nació en Viena, Austria, en 1913 y murió el 15 de febrero de 2007 en Boise (Idaho, EEUU). Fue el inventor del mando a distancia en el año 1956, un año después de que Eugene Polley presentara el Flashmatic, sistema de control remoto que Adler perfeccionó al añadirle ultrasonidos.

Los dos fueron reconocidos por la Academia Nacional de las Artes y Ciencias de Estados Unidos con la entrega de un premio Emmy en 1997. Este fue el más extraño honor científico que cambió el mundo de la pequeña pantalla, más que un programa o serie.

Robert Adler se doctoró en Viena en la especialidad de Física y comenzó a trabajar en el mercado de patentes, que continuaría en Londres. Cuando aconteció la Segunda Guerra Mundial, entró a formar parte de la compañía Zenith, en la ciudad de Chicago, donde estuvo seis décadas.

Poco después se especializó en el diseño de componentes electrónicos para los televisores y en reducir el ruido de la señal, lo que sirvió para perfeccionar los aparatos de esa época. Cuando concluyó la guerra ayudó a crear amplificadores de alta frecuencia, que sirvió para que la Fuerza Aérea estadounidense pudiera detectar misiles de largo alcance. También lo emplearon los astrónomos para estudiar fuentes de radiaciones en el cosmos.

En 1963, alcanzó el puesto de director de investigación en Zenith, donde llegó a liderar grupos de 300 personas. En 1978 presentó su dimisión, pero ejerció de asesor técnico de la empresa hasta 1999; al mismo tiempo enseñaba ingeniería eléctrica en la Universidad de Illinois.

Quince días antes de su muerte, la oficina de patentes publicaba la última creación de Adler, relacionada con las pantallas táctiles.

Adler tiene registrados más de 180 inventos. Recibió numerosos premios, entre otros, al inventor del año de la Universidad de George Washinton en 1967 y la medalla Edison en 1980. Fue miembro del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE), la asociación Americana para el avance de la ciencia (AAAS) y la academia Nacional de Ingeniería.

Amante de la naturaleza y deportista, practicaba el esquí cuando nevaba y le gustaba andar con su esposa por las montañas rocosas; estas aficiones las mantuvo hasta los 89 años de edad.

Adler murió el 15 de febrero de 2007 por un fallo cardiaco, en un geriátrico de Boise (Idaho). Tenia 93 años y su esposa Ingrid todavía sobrevive.

 

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