Alicia ha inventado un cuento con un mensaje final en el que destaca los valores por encima de los intereses.

Una mañana muy temprano una niña llamada Alicia se levantó para beber un vaso de agua. Y de repente apareció un hada madrina diciendo:

Te concederé tres deseos.

La niña se quedó asombrada. No sabía quién era.

¿De verdad me concederás tres deseos?, preguntó la niña asustada.

Pues claro que sí.

A la mañana siguiente se fue a buscar a sus mejores amigas, Naroa e Isabel. Les contó lo ocurrido y las invitó a su casa y las llevó donde estaba el hada. Esta dijo:

Así que éstas son tus amigas.

Y Naroa tuvo el honor de pedir el primer deseo:

Que haya paz y que siempre sean mis amigas Isabel y Alicia.

Isabel formuló su segundo deseo:

Tener mucho dinero-, y que no se le acabase nunca.

Finalmente le tocó el turno a Alicia:

Que nunca me pelee con mis amigos y amigas.

 
Trabajo original