Voy a comentar el suceso ocurrido el 14 de diciembre de 2006 cuando al parecer el periodista Iñaki Gabilondo presentó la siguiente noticia: En el transcurso de una manifestación en sevilla convocada por la AVT (Asociación de Victimas del terrorismo) el discapacitado Joaquín Merino, afectado de poliomielitis, acudió en silla de ruedas en protesta por las víctimas de ETA. El hecho de que dicho discapacitado asistiera en silla de ruedas junto con las demás victimas del terrorismo hizo pensar al periodista que quería hacerse pasar por una victima más.
Esa reflexión fue secundada por Francino en la Cadena Ser, con el respaldo de los dirigentes del PSOE José Blanco y Diego López Garrido. Al día siguiente, el secretario de organización del PSOE, José Blanco, acusó al PP de mentir y falsificar en la calidad de víctimas. Por otra parte López Garrido insistió en que la persona hizo un papel de víctima del terrorismo porque soportar polio no le imposibilita andar.
Según Merino, el discapacitado, al ver este reportaje de Cuatro, negaba rotundamente haber fingido ser una víctima del terrorismo debido a que su minusvalía le exigía asistir a la manifestación en silla de ruedas y en sitios donde no soportara empujones.
A esto respondió el PP solicitando disculpas por parte de Zapatero. Las disculpas nunca aparecieron. Además, Garrido incidió en que Rajoy era el que debía de dar las aclaraciones, ya que el engaño o montaje del PP suponía un medio para increpar al Gobierno en la lucha y trabajo contra el terrorismo y la violencia.
La respuesta del PP no se hizo esperar:
1º Que el PP no tiene relación con las manifestaciones solicitadas por la AVT. Explicando que en estas manifestaciones asisten personas de diferentes pensamientos políticos con respaldo a las víctimas.
2º La AVT ha conseguido en todas las manifestaciones un lugar excepcional, cómodo y estable para aquellos individuos imposibilitados que se reúnan en dichas concentraciones. Se promueve de esta manera para la precaución por la duración de las protestas …
El martes siguiente, Gabilondo en su informativo de Cuatro aseguró que el reportaje fue un disparate. Admitió su fallo y pidió disculpas a Joaquín Merino y a su mujer, concejala del PP y a toda la audiencia.
El enfrentamiento que el PSOE y el PP han mantenido desde el atentado del 11-M, realizado por grupos islamistas y que significó el abandono del gobierno por parte de Aznar, y el inicio de un diálogo con ETA para buscar el fin del terrorismo, se ha trasladado a los medios de comunicación que defienden las posiciones de uno y otro partido en los mismos niveles de dureza que los partidos políticos.
El PP ha centrado toda su oposición al PSOE en el asunto del terrorismo sabiendo que es un tema que tiene un gran impacto en la opinión pública y entre el electorado, como acabamos de ver en el reciente atentado terrorista de Barajas que ha costado la vida a dos inmigrantes ecuatorianos.
Por eso, ha echado mano de todas las asociaciones de víctimas del terrorismo, que tuvieron una importante presencia política en los años del Gobierno de Aznar, para encauzar esa labor de oposición a Zapatero desde una posición más creíble y no sometida a intereses partidistas como es la negativa de los que más han sufrido con el terrorismo a cualquier diálogo con ETA.
Esta lucha entre los partidos se ha trasladado a los medios de comunicación cuya línea editorial coincide con las posiciones que defienden tanto el PSOE como el PP, hasta el punto de entrar en una guerra sucia en la que todo vale. Así, mientras en algunos periódicos cercanos a las posiciones del PP se sacaban informaciones sobre el 11-M para ir contra Zapatero, en los próximos al PSOE se sacan escándalos de corrupción y negocios inmobiliarios del PP e informaciones que desacreditan las actuaciones de Rajoy con el asunto del terrorismo. Uno de estos ejemplos es poner en evidencia y ridiculizar las manifestaciones de las víctimas en contra del Gobierno, que cuentan con el apoyo del PP, como el decir que en la manifestación de Sevilla había un minusválido que no había sido víctima del terrorismo. La falsedad de esta información difundida por Iñaki Gabilondo en el informativo de Cuatro, una televisión cercana a los socialistas, pone de manifiesto la guerra encarnecida en la que se encuentran no sólo los partidos políticos, sino también los medios, que en mayor o menor medida, forman parte de una especie de correa de transmisión de los políticos.
Mientras Iñaki Gabilondo rectificaba la información que había ofrecido, los políticos socialistas que se hicieron eco de la noticia no siguieron sus pasos, lo que demuestra que en política todo vale.