Fermín Pardo fue el responsable junto al padre Ignacio Robledo de implantar un sistema de control de calidad que concluyó con la obtención del certificado de gestión de calidad empresarial en 2005. La congregación se ha mostrado en este campo pionera en el terreno de la gestión educativa, impulsando en sus colegios no sólo una acción tendente a la formación en valores, en el desarrollo cristiano de la personalidad y en la calidad educativa, como muestran sus resultados académicos, sino a la construcción de una estructura de gestión que garantice la pervivencia de esos resultados.

Imagino que cuando mi colegio sea sólo un recuerdo y me encuentre lejos serán muchas las imágenes que en mi memoria me acerquen a aquellos años en que aprendí lo que soy. Aquellos años en los que crecí entre gente que me quería y que me empujaba hacia lo que entonces sea, preocupándose por que fuese feliz y libre. Seguro que entonces la primera imagen que a mi memoria llegue será la de Fermín Pardo, mi profesor de Ingles, de Sociales y de vida. Sano, culto, irónico, provocador, amable, generoso, racional y alegre. Así era mi maestro, diré entonces.

Pregunta.- ¿Cuántos años llevas en esta profesión?
Respuesta.-
Sobre 26 años (mira de reojo a las periodistas).

P.- ¿Has tenido siempre claro el querer ser profesor?
R.- Siempre me había llamado la atención esta profesión, por lo tanto nunca dude a la hora de elegir los estudios que quería realizar. Comencé mi carrera en la Universidad de Valladolid a los 18 años y la finalicé sin ningún problema.

P.- ¿Qué tal alumno has sido? ¿De sobresaliente o de aprobado justo?
R.- Más bien sobresaliente [sonríe]. Pero no fui de los estudiantes más destacados, se solían alternar los notables con los sobresalientes.

P.- ¿Eras muy ligón o sólo te dedicabas a estudiar?
R.- No -se ríe-. Los feos es lo que tenemos. No, de verdad no era muy ligón. Como decirte, en esa época las cosas eran distintas, había tiempo para todo, para estudiar, para salir con los amigos… incluso para hacer deporte.

P.- ¿Has trabajado en algún otro colegio antes de venir a la Paz? ¿En cuál te has sentido más a gusto?
R.- Sí, en el colegio La Salle de los Corrales. Lo que ocurre es que en el otro colegio estuve solamente un año, y en este 25. Este es el mío y he conocido a mucha gente a la que aprecio y respeto.

P.- Tu cultura es muy extensa, ¿has viajado mucho? Cuéntanos algún viaje.
R.- Viajar… He viajado bastante, pero no lo que quisiera. Uno de mis viajes más recientes fue el de la India, en el que pude ver la realidad del mundo que nos rodea. Vi mucha miseria, pobreza por todas partes, pero lo que más llama la atención es como la gente que no tiene nada, puede ser tan feliz.
También realicé viajes en Europa, además de otros en Guatemala, México, Perú y Brasil.

P.- ¿Qué asignatura te gusta más impartir?
R.- Me gusta más la idea de dar clases de Sociales, ya que es lo que estudié. Inglés…, no es que no me guste impartir esta materia, pero no considero que tengamos los medios suficientes. Me gustaría poder dar clases más dinámicas, por ejemplo, hablando todo el tiempo en el idioma, pero no es posible si se desea dar una clase asequible para todos los alumnos. Por eso, cada año no es que me sienta defraudado, pero veo que la mayoría no logran salir del centro “hablando” inglés.

P.- Como profesor, ¿tienes obligación de dar cualquier asignatura o tienes que especializarte en alguna en concreto?
R.- Todos estamos especializados en algo. Cada profesor tiene un ámbito de áreas o puede darse el caso de que allá convalidaciones con otros títulos. Si se está se puede dar otra cosa de la que está uno entendido.

P.- ¿Tienes conocimientote que existan en este colegio agresiones de alumnos a profesores como oímos tanto últimamente en televisión?
R.- A profesores no. Pero en general siempre ha habido roces entre los alumnos. Puede haber problemas de disciplina, pero en un momento determinado, si hubiese una situación grave se tomarían las medidas que fueran necesarias.

P.- ¿Tienes anécdotas que contar en tu vida profesional?
R.- Las de los exámenes son las mejores -se ríe-. Hemos llegado a hacer un cuaderno de disparates, pero como eran tantas las bobadas que llegamos a recopilar nos cansamos y lo dejamos. Las que más gracia nos ha causado, por ejemplo, un pobre muchacho que no sabía responder en un colegio religioso a la pregunta de dónde nació Jesucristo; otro, que para poner el nombre de las capitales al mapa de América le dio la vuelta completamente y un último que decía que cuantas más precipitaciones había, menos llovía.

P.- ¿Te sientes valorado por tus compañeros y alumnos en general?
R.- Sí, me siento cómodo en el colegio. La verdad es que tengo muy buenos compañeros, sobre todo buenas personas y también excelentes profesionales.

P.- ¿Si volverías a nacer volverías a ser profesor o antes te tiraría a una piscina sin agua?
R.- No, desde luego que no me tiraría a una piscina, en este oficio hay cosas malas que son compensadas con experiencias agradables. Mis alumnos me mantienen joven entre otras cosas y todo esto me hace sentir bien en esta profesión.

Acto académico de entrega de las certificaciones de calidad a los doce colegios de Cantabria que han acreditado cumplir los estándares de calidad exigibles.
La entrega la realizaron los responsables nacionales de la Asociación Española de Centros privados y católicos (Eduación y Gestión), del proyecto de calidad educativa (Edugés) y contó con la presencia de autoridades y medios de comunicación.

 

Trabajo original