Es necesario tener cuidado cuando vas al bosque. Es un lugar en el que puedes perderte, como sucedió a uno de los protagonistas de este cuento.

Había una vez dos hermanos, el mayor se llamaba Raúl y la pequeña Laura. Vivían en una casa del pueblo.

Un día se fueron al bosque y se perdieron. Tenían frío y sueño pero no podían dormir allí.

Entonces Raúl caminó por un camino para buscar comida, pero llegó el sol y todavía no había regresado. Laura se sentía sola y triste y entonces encontró un ciervo. Poco a poco se fueron haciendo amigos y el ciervo dijo que podían encontrar a su hermano. Tardaron exactamente 23 horas y 5 minutos en encontrarlo, pero lo hicieron.

Raúl estaba subido a un árbol, temblando de miedo porque debajo tenía un oso gigante. El ciervo corrió y lo rescató. Laura y Raúl se abrazaron muy contentos porque volvían a estar juntos. Ahora sólo faltaba poder volver a casa.

Al final el ciervo les ayudó y los niños se quedaron con él y le llamaron Flofia. Ahora seguro están durmiendo.

 

Trabajo original