El 28 de diciembre de 1957 (¡santa inocentada!) una detonación de una cantera próxima dejó al descubierto la entrada de lo que actualmente son las cuevas de Pozalagua, en el Valle de Carranza.

Durante 18 años la cantera siguió activa y causó destrozos en esta maravilla de la Naturaleza. El pasado día 3 de junio alumnos y profesores del IES «José del Campo» de Ampuero fuimos a visitar esta cueva. Los más valientes recorrieron el trayecto andando desde Ojébar, cuatro kilómetros y medio de dura subida. Una vez allí la fuimos visitando en grupos.

Durante el recorrido por el interior de la cueva de Pozalagua el guía nos ofreció interesantes datos sobre su historia y sobre las peculiaridades que la caracterizan.
Se cree que su creación se remonta al Jurásico, hace unos 65 millones de años. Mide 225 metros de largo, tiene cuatro simas gemelas de 40 metros de profundidad y su parte central tiene 35 metros de altura y un lago que en la actualidad está desecado. Su mayor atracción son las formaciones minerales que posee; estalactitas, estalagmitas y columnas que se forman al unirse las anteriores.

Lo impresionante de estas estructuras, formadas por dolomía (mezcla de carbonato cálcico y magnésico) es pensar que para lograr formarse un centímetro cúbico hacen falta 100 años y ellas miden varios metros.

Personalmente el detalle que más me ha llamado la atención han sido un tipo especial de estalactitas que tiene esta cueva y que es muy poco común en el mundo: las estalactitas excéntricas. Su peculiaridad está en que nacen del techo y luego giran hasta volverse a unir a él, nunca se chocan entre ellas y producen el precioso efecto de forma de raíz.

La NASA investigó en una cueva americana estas formaciones para explicar su origen pero los resultados no llegaron a ninguna conclusión.
Se barajaron distintas hipótesis, pero todas ellas fueron desechadas: se pensó que era debido a corrientes de aire, pero es poco probable ya que no todas siguen la misma dirección; también se consideró la posibilidad de que fuera debido a la existencia de dos minerales distintos, pero en otras cuevas que se dan no existe esta diversidad; y por último se llegó a pensar que estaba relacionado con la Luna, pero es una hipótesis poco consistente.

Como dijo Marina, nuestra profesora de Lengua: «La Naturaleza constantemente nos está dando ejemplo: nosotros con tanta prisa y ella con tanta calma consigue estas maravillas».

Trabajo original