Todos los grupos del colegio están realizando en estos días sus primeras actividades fuera del aula. En muchos casos son salidas con una clara finalidad didáctica que impulsan los distintos departamentos. En otras una actividad cultural complementaria a los programas escolares. En todas, un momento adecuado para que los tutores, en un ambiente mas distendido y alejado de las exigencias del aula, entren en contacto con sus grupos, profundicen en sus relaciones y calibren sus necesidades de intervención educativa, a la luz de los conflictos que irremediablemente surgirán entre nosotros y ellos.

La convivencia es necesariamente difícil, pero sus dificultades deben ser en todos los casos un acicate que nos haga superar nuestras debilidades, corregir nuestros errores, y convencernos de nuestra influencia y nuestra importancia en las vidas de los demás.

La última semana de octubre fue nuestro turno, el de los de bachiller. El mismo día que los de 2º de Secundaria se dirigían a visitar la cueva de El Soplao, para realizar actividades relacionadas con las áreas de biología y geología y compartir tiempo y vivencias alumnos y tutores, los mas mayores tuvimos dos días de convivencia (jueves 6 y viernes 7) en Valladolid y Salamanca.

En este caso se pretende un acercamiento a espacios de indudable valor cultural, una primera convivencia con sus tutores en un año de indudables dificultades que juntos deben superar y un primer acercamiento a distritos universitarios que pueden ser su casa en el próximo curso y que, en cualquier caso, permiten un primer conocimiento del mundo universitario que a muchos nos espera el próximo curso, bien a través de las facultades o, como fue el caso, de antiguos alumnos que estudian en estas universidades.

 

Trabajo original