Dragones, hobbits, astronautas, fantasmas, ratones, zombis, marcianos, gigantes… La imaginación se dispara en los cuentos escritos por un grupo de alumnos del CP Cisneros de Santander.

Alejandro Ruiz Prieto: La última batalla de Gondor
Carmen Liaño Alegre: San Jorge y el dragón
César Villalba Ortega: El fantasma de la casa de la montaña
Cristina Muñiz Jaén y Lara Vázquez García: El marciano rufo
Delia Sainz García: La invasión
Javier Morante García: Los zombis de Cdeto
Luis Miguel Diez Jorrín: Los cuatro dragones
Sandra Miguens Diaz: El ratón y el gato
Yeray Mora Herrero: Jack el gigante

 

LA ÚLTIMA BATALLA DE GONDOR

Capítulo I:

En tiempos oscuros, donde la mayor guerra de nuestros tiempos iba a empezar, un reino muy poderoso llamado Gondor se defendía como podía a las acometidas del mal.

El rey de Gondor, llamado Aragorn, hijo de Arazort, dominaba todas las tierras de Gondor. Vivía con su mujer, Arwen, hija de Elrond; y con su hijo llamado Alejandro. Después de 10 años, Gondor luchó contra Mordor en la capital, Minas Thirith, que fue mayormente destruida por las hordas de Mordor.

En estos tiempos, Gondor ya estaba como antes de la guerra. Pero cuando Frodo, el más valiente de todos los hobbits, destruyó el anillo único en el volcán de Mordor, todos los orcos de la tierra media murieron; pero nada sabían de los uruk-hai.

Rohan, pueblo que ayudó a Gondor en su lucha, vivía en paz con su nueva reina Eowyn, hija de Eozort, y su hermano Eomer.

Unos guardias que pasaban por Isengard vieron que habían unas cosas que se parecían a los uruk-hai. Uno de ellos preguntó:
– Oye, ¿eso son lo que creo que son?- gritó el soldado.
– Si no me equivo…- dijo el otro soldado que le acompañaba.
Una flecha le atravesó la cabeza entre ojo y ojo y el otro guardia gritó:
– ¡Socorrooooooo! ¡uruk-hai!
Cinco días después de que los guardias vieran a los uruk-hai el soldado regresó hecho unos cristos.
– ¡Abrir! Por favor- gritó el soldado.
– ¿Quién eres?- pregunto el guardián del portón intrigado.
– Soy uno de los soldados que fue a ver cómo estaba Isengard- dijo soldado.
– Está bien, te abro- dijo el guardián del portón.
El soldado fue corriendo hacia el trono real donde se encontraban Aragorn, Faramir y Gandalf hablando con ellos:
– ¡Mi señor! ¡Mi señor!- gritó él.
– ¿Quién eres?- preguntó Aragorn enfundando su espada.
– Soy uno de los soldados que fueron a ver como estaba Isengard, mi señor- dijo el soldado casi sin respirar.
– ¿Y el otro?- preguntó intrigado Aragorn
– No se lo va a creer pero…
Después de 30 minutos hablando Aragorn lo entendió todo.
– Es increíble, pero no imposible- dijo Aragorn.
– Me torturaron y me dijeron que os dijera que por la noche atacarían- dijo el guardián.
– ¿Por qué te lo dijeron?- preguntó Gandalf.
– Igual porque ellos se piensan que son superiores y piensan que Gondor está destruida- dijo un arquero que pasaba por allí.
– Puede ser- dijo Aragorn.
– ¡Aragorn! Ya vale de hablar. Tenemos que preparar los ejércitos; dentro de dos horas los uruk-hai atacarán- dijo Gandalf.
Pasaron las 2 horas.
Se veía al ejercito de los uruk-hai viniendo hacia Gondor.
– ¡Pero…! ¿Cuántos son?- preguntó un arquero.
– A simple vista parecen unos 100.000 uruk-hai- dijo Gandalf.
– ¿100.000 vs 1.000?- dijo el arquero.
– Su armadura es débil debajo de los hombros y en el cuello- dijo Aragorn.
– ¡Cargar flechas!- dijo Aragorn.
El más viejo de todos los arqueros no podía resistir más con la flecha en la mano y se le resbaló.
La flecha se la clavó en todo el cuello.
– ¡No disparéis!- dijo Aragorn.
Los uruk-hai se cabrearon demasiado y los uruk-hai se dirigieron hacia Gondor como balas.
– Empieza la guerra- dijo Aragorn.

Capítulo II:

Los ejércitos de Gondor lanzaban flechas hacia los uruk-hai; y los uruk-hai preparaban las escaleras para trepar por ellas.
-¡Soldados, enfundar las espadas y preparados!(dijo Aragorn).
-Aragorn, tu estate con los arqueros, yo me ocupo de defender a los soldados.(dijo Gandalf).
Los uruk-hai treparon y subieron a la parte superior de las murallas.
-¡Preparados!(dijo Gandalf).
Los uruk-hai luchaban en las murallas de Gondor.
Los uruk-hai y caían como moscas mientras que los soldados de Gondor resistían a las acometidas de los uruk-hai.
-Seguir así, soldados de Gondor.!Resistir! ¡Resistir!(gritó Faramir).
Las catapultas de Gondor acababan con los uruk-hai que subían por las escaleras.
-Uruk-hai: plan B(dijo el líder de los uruk-hai).
-Caballeros de Gondor:!por detrás!(dijo Aragorn).
De repente, aparecieron 20.000 caballeros de Gondor por detrás de los uruk-hai.
-¡Uruk-hai! Retirada.(dijo el líder de los uruk-hai).
-No les dejéis escapar, caballeros de Gondor.(dijo Faramir).
Los caballeros de Gondor persiguieron a los uruk-hai asta exterminarlos a todos.
-¡Victoria! ¡Nuestra es la victoria!(dijo Aragorn).
Todos los soldados de Gondor gritaban:!Victoria!
Aragorn, sonriendo, dijo a Gandalf:
-Buena guerra y buena victoria, Gandalf.

                                                        FIN

 

SAN JORGE Y EL DRAGÓN

Érase una vez en un territorio llamado Silca donde había un rey muy listo que gobernaba su pueblo en plena paz y tranquilidad. Tenía una hija llamada Lena a la que le gustaban mucho las flores, sobre todo las rosas rojas. Un día un muchacho del pueblo salió para ir al bosque a coger flores y moras; era el cumpleaños de su madre. Fue a su lugar preferido a coger los regalos que le iba a hacer. El niño volvió a casa por el camino más tenebroso, por curiosidad, pero se encontró algo que no le iba a gustar: un dragón. El niño salió a todo correr y consiguió librarse del dragón. Cuando el niño llegó a casa, se lo contó a su madre y entre ellos decidieron decírselo al rey. Llegaron a palacio se lo contaron, y el rey decidió enviar a un caballero a la zona. Al día siguiente el caballero vino en un carro llevado por un campesino. El caballero muy inconsciente le comunicó el mensaje: cada día tendrían que arrojar al lago un animal, para que el dragón les dejara tranquilos.

Después de 10 años se les acabaron los recursos y tuvieron que sacrificar humanos. Lo echaron a suertes pero hubo una desgracia: le tocó a Lena. No tuvieron mas remedio que entregársela al dragón. Una hora después llegó un caballero de reluciente armadura y dijo: «yo salvaré a vuestra hija». El caballero se fue. Cuando llegó donde estaba el dragón, le retó a un duelo. Media hora después San Jorge venció al dragón, de él salió una rosa que fue para la princesa Lena. El príncipe le dijo a la princesa Lena que tenía que irse porque todavía le quedaban muchas doncellas por rescatar. Desde aquel día el pueblo de Silca estuvo tranquilo y feliz.

Comentario:

San Jorge y el dragón es una leyenda muy conocida, lo que habéis leído es una versión parecida con algunas cosas inventadas pero yo os animo a que leáis la verdadera leyenda, recordad que la lectura es una aventura.

 

EL FANTASMA DE LA CASA DE LA MONTAÑA

Capítulo I. La casa de la montaña

En el año 200 en una montaña cercana a un pueblo francés llamado Xacorn hubo un desprendimiento y aplastó una casa en la que vivía un hombre llamado Gerard Xecuans.
40 años después encontraron las ruinas de la casa y una semana más tarde empezaron a oír gritos en la montaña.
-¡…Dentro de… diez años … volveré.. y… lamentaréis!.

Capítulo II. Extraños sucesos

Diez años después las cinco personas que habían descubierto las ruinas fallecieron el mismo día que diez años atrás habían explorado la casa.
Un niño llamado George se escapó por la noche y subió a la montaña, se asomó entre las ruinas y vio un fantasma rodeado de monstruos de todo tipo.
– ¡Quemaremos el pueblo!
Volvió corriendo al pueblo pero un zombi y un fantasma le vieron y avisaron a los demás.
Mientras, George avisó al resto del pueblo, pero sólo le creyó su amigo Francis.

Capítulo III. Huir del pueblo

George y Francis fueron a la biblioteca del pueblo a buscar libros sobre Gerard Xecuans. Esto fue lo que encontraron: Un libro viejo y raído, lleno de agujeros.

Libro de los Horrores Infernales:

Gerard Xecuans (179-200) Se dice que intentaba reunir a todos los espíritus del planeta para dominar el mundo. Se cuenta que antes de morir encerró su poder en una copa mágica de 3000 años de antigüedad llamada Aol-Urlá-Al Jazhim. Encontrar la copa es la única forma de vencer al fantasma de Xecuans. La leyenda cuenta que un explorador la perdió en el Bosque Oscuro.
– ¡El bosque oscuro-dijo Francis que era muy cobarde-¿Y por qué no la colina de las mariposas?.-
– No seas cobarde Francis, debemos salvar el mundo.
– Dirás el pueblo.
– Bueno, es lo mismo.
Por la noche robaron comida y un mapa y se dirigieron al Bosque Oscuro, pero un bandido les vio y empezó a seguirles sin que se dieran cuenta.

Capítulo IV. El bandido cobardica.

Francis vio al bandido y avisó a George.
– ¡AAAAAAA!-gritó el bandido.
– ¡Es más cobarde que yo!- dijo Francis alegremente.
– ¿Es eso posible?- dijo George riendo- ¡Bandido! o nos das todo tu botín o utilizaré mi…mi… ¡Porra Mágica!
El bandido salió corriendo y soltó una espada con rubíes incrustados en el mango.

Capítulo V. La ciénaga y el Bosque Oscuro

Una semana después llegaron a la “Ciénaga de los Muertos” y, cuando estaban cruzando, unos zombis emergieron de la superficie del agua.
– ¡George usa la espada!
– ¡No, pienso venderla!
– Pues tiraré el mapa al agua-
– ¡Vale la usaré!
George desenvainó la espada y venció a los zombis.
Ante ellos estaba el Bosque Oscuro.

Capítulo. VI. Un lugar siniestro

Entraron al Bosque Oscuro y después de muchos enfrentamientos divisaron una casa y entraron. Una bruja estaba ante ellos. Se asustaron y le pidieron la copa a la bruja. La bruja cogió una lanza y se lanzó a por ellos. George lanzó su espada, una lámpara cayó sobre la bruja y la casa empezó a derrumbarse. Cogieron la copa y escaparon de milagro.

Capítulo VII. El final de la historia

Un mes después volvieron a Xacorn justo cuando los muertos atacaban el pueblo y Xecuans se dirigió a George que no sabía como usar la copa. Se protegió con la copa y un torbellino verde absorbió a Xecuans y los espectros se esfumaron. Habían salvado el pueblo. El alcalde mandó construir una estatua. Y los dos niños fueron los héroes del pueblo.

FIN

 

EL MARCIANO RUFO

El marciano Rufo era un marciano muy vago que sólo le gustaba comer y dormir. Un día se dio cuenta de que en su ciudad había mucho ajetreo así que pensó en irse a vivir a otro sitio. Se fue a Plutón, Venus,… pero ninguno le gustó así que se fue a vivir a la Luna.

Estuvo viviendo en la Luna 5 años pero decidió irse a un planeta llamado Tierra.

Cuando llegó a la Tierra vio que había mucha contaminación y ruido. Rufo se asustó pero se quedó para verlo un poco. La gente pensaba que era un disfraz y no le extrañó nada porque era carnaval. Visitó muchos sitios y decidió quedarse a vivir. Fue a una tienda de disfraces y se compró uno de vendedor. Al día siguiente se fue a un museo; le extrañaba mucho las constumbres de esos seres extraños. Por la tarde se compró un disfraz de bañista y se fue a la playa, el agua estaba muy fría porque era invierno. Salió enseguida del agua se cambió y fue a comer algo. La gente se asustó porque se comió 5 pizzas, 3 batidos y 15 perritos calientes. Cuando acabó de comer se fue a dormir. Por la noche se fue a dar un paseo por la playa y ¡que sorpresa se llevó! estaban todos sus amigos. Antes de ir corriendo a saludarles oyó unas voces que decían que tenían a todos los pasajeros de la nave. Rufo salió corriendo y se metió en una cafetería porque estaba muy asustado. Sólo salió cuando iban a cerrar. Se fue corriendo a su casa y se encerró en su habitación. Al cabo de 5 minutos llamaron a la puerta, se puso corriendo el disfraz y fue a abrir la puerta. Cuando abrió era una señora vendiendo perfumes. La señora tenía cara de tener frio y Rufo la dejó entrar y la preparó un café. Cuando fue a darle el café a la señora, el aspecto de ésta cambió, le cogió y le llevaron a la playa. Le dejaron junto a todos sus amigos. Por la mañana les metieron en una nave y le llevaron a Plutón donde les tuvieron prisioneros durante 2 semanas en unas celdas. Un día fue un señor muy feo y viejo al despacho del jefe plutoniano que le dijo que era de los suyos y que si podía ser el abogado de los prisioneros, el jefe lo pensó, y al final dijo que sí. Mientras tanto, en las celdas, los marcianos estaban desintegrando los barrotes de las ventanas mientras los marcianos de las otras celdas distraían a los vigilantes. Rufo y sus compañeros de celda salieron por la ventana. Cogieron una de las naves de los plutonianos y se fueron a su planeta. Ya en su planeta avisaron a todos los habitantes de la ciudad. Mientras, en Plutón, los vigilantes avisaron al jefe de que los prisioneros se habían escapado. El jefe se enfadó mucho y llamó a los guardias para que fueran a buscarles. Cuando salieron, los guerreros plutonianos se encontraron con el ejército de los marcianos y Rufo dijo que dejaran las armas, que si no les exterminaban. Los plutonianos dejaron las armas en el suelo, los marcianos les amarraron y les metieron en unas jaulas y ganaron la batalla. Lo celebraron por todo lo alto. Rufo se quedó a vivir con ellos en Marte y le nombraron presidente.

FIN

 

LA INVASIÓN

Dentro de muchos años, en el 3.016, un grupo de astronautas viajará a Marte por primera vez. Como todo el mundo lo va a estar viendo, los nombres de estas cinco personas permanecerán anónimos. Con las nuevas tecnologías se viajará a Marte en sólo cinco horas. En el primer viaje sólo seguirán la órbita de Marte, en el que descubrirán que allí están mucho más avanzados que ellos. Todo está controlado por robots y los seres verdes no parecen tener ninguna ocupación. Más tarde, al otro lado del planeta rojo, descubren algo totalmente diferente. Los seres verdes trabajaban sin descanso mientras los robots estaban tranquilamente descansando. Pasados dos días abandonaron la órbita de Marte para regresar a la Tierra. Allí informan de todo y se toma una importante decisión: la de invadir Marte. Se decide que empezarán por la zona dominada por los verdes, ya que parecen más débiles. Surge la pregunta de por qué en esa zona los robots son dominados por los verdes pero pronto es ignorada. Las primeras naves enviadas con el fin de invadir Marte no van con bombas como la gente piensa si no con la intención de capturar a los robots y a los seres verdes. Pero eso no es suficiente. Los marcianos han visto las naves de exploración y preparan su ejército de robots por lo que todo sale mal. Los robots capturan las naves y a los tripulantes de ellas. Cuando se dan cuenta en la Tierra prueban con el otro lado de Marte, dejando pendiente rescatar a los tripulantes de las naves capturadas. Resulta un desastre intentarlo en el dominio de los robots pues lo único que consiguen es más personas para rescatar. Los marcianos intentan hacer chantaje pero en la Tierra se niegan. Días después del intento de chantaje van a la Tierra 200.000 naves que, al igual que las de la Tierra, tienen el fin de capturar a los terrestres pero estos lo consiguen. Ambos planetas están en guerra durante 100 años. En el 3.116 la Tierra estará invadida por los marcianos.

FIN

 

LOS ZOMBIS DE CDETO

Capítulo I:

Hace 250 años en Cdeto un pueblo de Ucrania corrían rumores de que todos los días por la noche despertaba un muerto llamado Vladimir Burqués. Murió hace 600 años. Era un noble caballero que falleció cuando luchaba contra los germanos. Dicen que le cayó una maldición.
El pueblo era muy alegre, todos eran simpáticos menos un niño llamado Sebastián que siempre estaba callado, nunca cenaba y no tenía amigos. Un día se fue al cementerio y escuchó unos ruidos:
– ¡Yo os convoco guerreros zombi!
– Creo que tenemos un problema.
Y Sebastián salió corriendo.

Capítulo II:

Mientras en Cdeto, en una callejuela, unos tios borrachos vieron en la colina a los zombis, eran más o menos unos 1200. Los borrachos fueron al ayuntamiento y no les creyeron, es más, les enviaron a la carcel por exceso de alcohol. Sebastián llamó a su perro con un palo, después se lo dijo a su padre y le creyó. Su padre cogió su fusil y la madre de Sebastián su cuchillo de carnicero. El padre de Sebastián se lo dijo al alcalde, y todo el pueblo se empezó a preparar. Unos con palos otros con antorchas… Sebastián cogió una estaca vio a los zombis y en especial a uno montado en un caballo con una espada de acero oxidada. Sebastián pensó que era el mandamás porque también tenía un brazalete de 24 quilates valorados en 4 toneladas de maiz.

Capítulo III :

El niño se fue corriendo a la biblioteca de calle abajo que está tres manzanas más lejos. Se puso a leer un libro donde estaba escrito: «Dice la leyenda que el que eche a una letrina el brazalete de oro desaparecerá la maldicion de Vladimir Burques». Sebastián se fue al ayuntamiento a decirselo al alcalde y planearon un ataque sorpresa.

Capítulo IV:

Mientras los zombis estaban arrasando el ganado ovino, caprino, porcino y caballar, el alcalde dijo:
– al amanecer atacaremos
– ¡¡eso!!.

Capítulo V:

¡¡¡¡¡¡¡¡Al ataqueeeeeeeeeeee!!!!!!!!, mientras luchaban los zombis y los del pueblo, Sebastián le quitó el brazalete de oro a Vladimir. Sebastián se fue corriendo a una letrina, pero Vladimir le estaba alcanzando y entonces Sebastián le dijo a Vladimir:
– mira el caballero negro.
Y Vladimir se distrajo unos segundos. Entonces Sebastián echó el brazalete a la letrina, y desaparecieron todos los zombis. Y Sebastián comió orejas de vaca ‘la comida tipica’, y vivieron felices para siempre.

                                                        FIN

 

LOS CUATRO DRAGONES

Érase una vez en Grecia, Atenas, un castillo pequeño con un rey. El rey tenía la mejor corona con diamantes, gemas, y perlas. Un dragón malvado renació después de estar 1.000.000 de años muerto. Echaba fuego por la boca. Era el famoso dragón rojo del fuego, se llamaba “el Fénix”. Vivía en los volcanes.

Después renació el dragón azul. Este dragón llevaba 5.000.000 años muerto. Era el dragón azul del agua, se llamaba “Poseidón”, echaba agua por la boca. Vivía en el agua.

Y por último renació el dragón verde. Este dragón era el más viejo y llevaba 10.000.000 años muerto. Era el dragón de la tierra, se llamaba “Gaia”. Hacía crecer los árboles, subir la tierra y rodear a su enemigo con espinas de muchos pinchos y apretarle con los ramos. Vivía en los bosques.

Los tres dragones renacieron por la llamada de atención de la corona sagrada del rey. Tendrían que matar al rey y a su ejército. Fueron a destruir a la corona.

Tras la llegada…

Un soldado gritó
– Tres dragones se disponen a derrumbar el castillo.

El rey dijo a todo el ejército
– Luchad contra los tres dragones.

El dragón del fuego les quemó. El dragón del agua les apagó. El dragón de la tierra les enterró y allí se quedaron 10 días. El rey se quedo solo sin castillo y sin ejército. Se veía rendido contra los tres dragones. Tiró la corona y se fue corriendo. Los tres dragones lanzaron sus ataques contra la corona porque saldría el peor monstruo de la Tierra. No les dio tiempo a destruirlo y salió la bestia maldita. Lucharon los dragones, no pudieron, hasta que salieron rayos.

Se puso negro el cielo y apareció el último dragón, el del trueno. Se llamaba Sasanga. Echaba truenos por todo el cuerpo cada vez que le tocaban. Lloraba voltios. Vivía en los cielos cuando echaba truenos y si no al lado de las centrales nucleares. Era el dragón del trueno.

Sasanga agarró fuerte al monstruo de la corona, le echó muchos voltios. El monstruo no pudo sobrevivir, y murió. Se rompió una gema de las cuatro. Los dragones pensaron que podía ser que fueran cuatro monstruos, así que lo destruyeron todo. Cuando terminaron, los dragones se fueron sin molestar a nadie a vivir donde les correspondía.

                                             FIN

 

EL RATÓN Y EL GATO

Érase una vez un ratón que vivía en un agujero junto a la casa del gato. Un día el ratón salió a dar una vuelta y vio en la cocina un enorme queso recién hecho. El gato estaba durmiendo al lado del queso y el ratón se acercó, se subió a la mesa y cogió un buen trozo de queso. El gato seguía durmiendo y el ratón volvió a su casa. Se comió el queso y volvió a por más; el gato seguía durmiendo pero el ratón hizo ruido y el gato se despertó y persiguió al ratón por toda la casa.

El gato rompió todo y la señora de la casa se enfadó mucho. Entonces el gato le hizo al ratón una trampa para ratones. Puso de cebo un trozo de queso pero el ratón era muy listo y no tocó el contacto y cogió el queso. El gato pensó y dijo: este ratón es muy listo, tendré que ser yo más listo que él y le tendió una trampa pero el ratón era mucho más listo y no cayó en la trampa. El gato pensó y pensó hasta que se le ocurrió una idea.

Se hizo el dormido y dejó el queso en la mesa. Entonces apareció el ratón y el gato le cogió. El ratón se escapó. El gato esta vez no le persiguió y pasaron los días.

El gato no le perseguía y el ratón se aburría. Entonces le dijo el ratón al gato:“¿Somos amigos?” El gato dijo que sí y entonces fueron amigos.

                                             FIN

 

JACK EL GIGANTE

Jack era un gigante del planeta Plupo. Su padre era un hechicero que había inventado un hechizo que te hacía pequeño pero con la misma fuerza. Cuando su padre se fue de compras Jack se metió en el cuarto mágico y cogió un pergamino y leyó: «Por champiñones y mejillones hazte enano cabrano». Y se hizo pequeño.

Detrás, tenía un pergamino en el que ponía fórmula para hacerse grande: ojo de calamar gigante, néctar de raflesia, gas naranja de los anillos de Saturno y por último mezclar todo en un mini agujero negro.

Se montó en la nave de su padre, fue a la vía Láctea y cogió el camino a la Tierra. Una vez allí escondió la nave, fue directo al mar y se metió de una zambullida, se enganchó a una moto acuática que le llevó al centro del océano. Inspiró aire y empezó a bucear. Pronto se encontró con un pez espada. Le ganó, le arrancó la espada. Más abajo se encontró con el calamar gigante. Sacó la espada y luchó contra él, el calamar le atrapó. Cuando se le iba a comer, Jack le clavó la espada en el ojo y el calamar le soltó. Le arrancó el ojo y subió a la superficie. Fue a la nave, dejó el ojo y se dirigió al Amazonas. Allí, pronto notó un olor pestilente, lo siguió y llegó a la raflesia. La empezó a subir, lo intentaba pero no podía.

De pronto tuvo una idea, se lanzaría desde una liana. Se subió al árbol y se lanzó, se estrelló contra un líquido pegajoso. Era el néctar, lo cogió e intentó escapar pero el liquido le tragaba. Cuando ya le había tragado sacó la espada y cortó la planta por la mitad.

Llegó a la nave, puso el piloto automático y se durmió. Cuando estaban a punto de llegar la nave empezó a emitir: Peligro, peligro, peligro… y Jack miró por la ventana y vio unos fantasmas de color naranja. Detrás había uno gigante, de él necesitaba el gas, cogió un bote y salió. Intentó coger un poco del gas pero algo le golpeó y cayó inconsciente.

Cuando despertó, al lado tenía un chucho y un tarro con el gas. Al perro le llamó Verdín. Fueron directamente a un mini agujero negro, lo vertió y esperó en la cola. Cayó un liquido viscoso, Jack no esperó, lo empezó a beber y lo que se caía se lo tomaba Verdín. No me apetece contaros el final, ya lo sabéis.

                                             FIN

 

 

Trabajo original