Las centrales nucleares han sido tradicionalmente criticadas, rechazadas y consideradas de alto riesgo para la población cercana y el entorno natural. Para romper con estos estereotipos, la central de Garoña, ubicada en Burgos, abre sus puertas para explicar su funcionamiento y su aportación energética. Los alumnos del colegio Santa María Micaela de Santander conocieron las instalaciones y culminaron la jornada en el pueblo medieval de Frías.

La excursión a Garoña comenzó cuando llegamos al colegio a las ocho de la mañana. Allí cogimos el autobús que nos llevó hasta la central nuclear de Garoña.
Cuando llegamos a la central, conocimos al que iba a ser nuestro guía durante la visita, se llamaba Paco, y aunque era la primera vez que hacía de guía en una excursión, nos explicó todas las partes de la central y resolvió las dudas que teníamos aunque en alguna ocasión tuvo que tener un poco de paciencia ya que éstas no se realizaron con el debido respeto.

Lo primero que nos enseñaron fue un vídeo para que situásemos donde se encontraba Garoña, los pueblos que tiene a su alrededor y la zona exacta de Burgos donde se encuentra.
Después de esta breve situación, fuimos a un comedor donde nos dieron unos aperitivos que todos comimos con muchas ganas para comenzar bien al visita.
Después de esto, Paco nos llevó a una sala donde nos puso un vídeo acerca de la energía nuclear, cómo se formaba, y los procesos que realizaba.

Allí vimos cómo los átomos se partían y en dos pedazos y realizaban un proceso continuado. Cuando acabó el vídeo, Paco resolvió algunas dudas que se nos habían planteado viéndolo, y así nos contó que trabajar en una central nuclear no conlleva ningún riesgo, siempre y cuando ésta tenga la seguridad con la que cuenta Garoña.
También nos dijo que cada dos años la central cierra durante un mes para volver a llenar depósitos y revisar ciertos aspectos.

Más tarde pasamos a un lugar donde había unas maquetas donde se exponían partes de la central y el funcionamiento de éstas de una forma amena, nos dio el dato curioso de que una pastilla servía para administrar energía a una familia de cuatro personas durante seis meses. Este dato nos llamó mucho la atención, ya que estas pastillas eran de un tamaño muy reducido. También vimos como se actuaría en caso de que ocurriese algo en el reactor, se podría desarmar por la parte de arriba todas las capas que éste tiene y así sacar y reparar éste.
Después de esta sala pasamos a una donde vimos una maqueta, ahí estuvimos poco tiempo pero nos dio tiempo a resolver más curiosidades.
Continuamos la visita pasando a ver unas cristaleras donde había otra maqueta y allí Paco pudo explicarnos de forma un poco breve algunos datos, ya que tampoco se quería extender mucho para que la visita fuese más amena.

Una de las últimas partes de la visita fue cuando fuimos a una sala donde nos pudimos sentar y allí nos explicó el funcionamiento de otras partes, y una cosa que nos explicó y que a mi me llamó la atención fue un aparato que tenían que llevar todas las personas que trabajasen en la central, y que consistía en una especie de película que se llevaba cada mes, y en la cual se reflejaba si había estado sometido a radioactividad, y si fuese así, la persona que hubiese estado expuesta sería sometida a un seguimiento para poder averiguar de dónde procedía y cómo reparar esto.
Las personas que están en la parte que es un poco más peligrosa de la central, en lugar de llevar este aparato llevan un bolígrafo que hace una función parecida.
Después de estar en esta sala pasamos a la última parte de la visita.
Era una especie de sala donde había butacas para sentarnos, y una gran pantalla. Paco llamó por teléfono y avisó a los trabajadores que se encontraban en la sala de las máquinas para que encendiesen las cámaras y así nosotros poder ver con detenimiento los botones que éstas tenían, la utilidad y el significado de algunas cosas que Paco nos explicó de forma bastante clara.
La visita a la central nuclear terminó después de esta explicación. De aquí nos fuimos a comer a un lugar muy bonito donde había un castillo y un paisaje bastante bonito, del que pudimos disfrutar gracias también al buen tiempo que hizo.

Allí comimos y reposamos la comida pasando un rato agradable con nuestros amigos, algunos tomando el sol y otros jugando al pañuelito, pero todos de alguna forma compartiendo tiempo con nuestros amigos mientras Bea realizaba algunas fotos de todos juntos.
Después de esto volvimos al colegio, donde llegamos a las seis menos diez de la tarde, después de haber pasado un buen día todos juntos y de descubrir algunas curiosidades y datos sobre la energía nuclear, su utilidad y su procedencia.

OPINIONES DE LOS ALUMNOS

  • En mi opinión la excursión fue muy amena, aprendimos muchas cosas nuevas a la vez que pasábamos un rato agradable. El guía lo hizo bastante bien para ser su primera vez, ya que en ocasiones tuvo que responder a algunas preguntas hechas con poca educación o poco tacto.
    En general me gustó todo mucho, la visita estuvo bien pero también lo pasamos muy bien todos comiendo, ya que cada unos pudo disfrutar del día a su forma.
    Miriam Gutiérrez
  • Creo que la visita a Garoña ha estado bien, aunque no resolvió mis dudas con respecto a la seguridad de la energía nuclear y el daño que produce al medio ambiente, ya que a cada pregunta que hacíamos siempre nos contestaban a favor de la energía nuclear como es lógico pero creo que no nos decían toda la verdad ya que si existe esa polémica con las centrales nucleares hay más razones que las que nos explicaron allí, y no todo era tan bueno y limpio como nos contaban en la central.
    Por otro lado lo que más me gusto de la excursión fue la visita al pueblo, ya que es cuando nos dejaron un rato libre para hacer lo que quisiésemos aunque la central también me gustó bastante.
    Alejandro Martín
  • La visita me resultó bastante entretenida, pensé que iba a ser más ‘rollo’,
    en cuanto a que iba a ser mas continua y más de escuchar. Creo que es una salida que hay que seguir haciendo los siguientes años porque además después de eso comemos todos juntos y pasamos un buen día.
    Zaira Martínez
  • En mi opinión, la visita ha sido muy interesante y divertida, ya que aunque no doy este año física siempre está bien saber un poco más de la energía.
    Además mi madre que trabaja con isótopos radiactivos (en medicina nuclear) nunca me había contado estas cosas, pero si me ha podido orientar a la hora de hacer el trabajo, aunque a ella también le hubiera gustado hacer esta visita, para saber un poco más del material con el que trabaja.
    Elena Cimiano
  • La cuestión es que particularmente me gustó mucho, me gustó mucho que me aclarasen dudas que tenía sobre las centrales nucleares.
    El guía tenía toda la razón: No se puede decir nada sobre lo que no se ha informado antes y sólo porque un grupo de personas diga que es malo no implica que todo sea cierto.
    Ester Zorrilla
Trabajo original