La titanca es una planta en América del Sur que tarda entre 80 y 150 años en florecer. ¿Sabías además que esta planta muere tras florecer? Pues si quieres conocer más detalles sobre esta curiosa especie, llamada Titanca, lee este artículo elaborado por un alumno del colegio Nuestra Señora de la Paz.

La Titanca es una planta característica de las regiones andinas, más concretamente propias de Perú y Bolivia cuya belleza y sus especiales cualidades la convierten en un autentico atractivo turístico. Fue descubierta en 1870 o más bien localizada pues los indígenas bolivianos sabían de su existencia y era venerada como un autentico símbolo de sus antiguas divinidades antes de la colonización del continente americano.

Se trata de una planta que llega a alcanzar los 8 metros de altura durante el periodo de floración, y sus hojas de más 2 metros de altura surgen del tronco central para dotar a la planta de una forma esférica característica solo durante el citado periodo de floración.

En su base se encuentra colmada de espinas ganchudas hacía abajo con lo cual suponen armas de autoprotección contra sus depredadores, estos métodos se han desarrollado hasta tal punto que incluso ganado bovino queda a menudo atrapado y perece.

Toda clase de animales se nutren de ella tales como los insectos y las aves como el colibrí gigante que acude en exclusiva a esta planta en busca de polen, néctar e insectos para alimentarse así como en busca de refugio frente a sus depredadores. Sin embargo, la característica indiscutiblemente más valorada en ella es su longevidad y su efímeridad una vez alcanzada su madurez, ya que se trata de la planta de floración mas lenta conocida hasta ahora, tarda entre 80 y 150 años en florecer y una vez que lo hace perece. Por lo tanto no es de extrañar que cuando se produce tan raro acontecimiento signifique un motivo de júbilo entre los agricultores andinos que augura una primavera de lluvias.

Tal singularidad y simbolismo de sus características hacen que tenga un valor de mercado incalculable teniendo en cuenta también las escasez de ella, ya que sólo crece en 25 localizaciones en todo el mundo, situadas en Perú que se han convertido durante los años 90 en destino turístico y de peregrinaje de los amantes de las rarezas y de la floricultura.

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