La Guerra Civil española empezó en 1936 y duró hasta 1939. Había dos bandos: los rojos y los nacionales. En el norte había más rojos que nacionales, aunque no todos. Mi abuelo, D. Antonio Santamaría Manzanas, combatió en el bando nacional.
Mi abuelo el día 17 de febrero de mil novecientos treinta y ocho fue reclutado para ir al Regimiento de Infantería de Montaña Sicilia Nº. 8, destinado por la Caja de Reclutas de Santander. Allí dio servicios de guarnición hasta el día 2 de abril del mismo año, que marchó a Getafe (Madrid) a disposición de la 11ª. división del ejercito del Centro. En ese primer Regimiento, su Comandante Mayor se llamaba D. Gabriel Comba Traeta, y su primer jefe era el Coronel D. Ignacio Fernández de Henestrosa y Gayoso de Los Cobos.
Después le trasladaron al Batallón de Cazadores de Ceuta Nº. 7 Grupo «A». Aquí su comandante en jefe era D. Antonio González Sánchez. A este grupo se traslado el día 5 de abril de mil novecientos treinta y ocho, donde fue destinada a la Primera Compañía que guarnecía, como el resto del Batallón, las posiciones de Villafranca del Castillo (Frente de Madrid), donde permanecieron él y sus compañeros en estas posiciones hasta el día cinco de mayo, que es relevado por el grupo «C» del Batallón de Cazadores de Ceuta Nº. 7, mientras que ellos fueron destinados a Alcorcón (Madrid), donde permanecieron de guardia hasta el día 18 de junio que fueron llevados hacia Zorita (Cáceres), donde estuvieron de guarnición hasta el 18 del mes siguiente que partieron para Madrigalejos (Badajoz), el día veinte tomaron parte en la ocupación del Vértice Barrerón, el veintitrés el Castillo de la Encomienda, donde permanecieron hasta el día veinticuatro, que marcharon a Orellana la Vieja, y el día quince de agosto salieron para Medina del Campo con dirección a Navafría (Segovia), ocupando el día dieciséis el pueblo de Valdecaballeros (Badajoz) y el día veintiuno de este mismo mes actuaron en el paso del río Tajo y los pueblos de Aldeanueva de Barbarroya, Nava de Picomallo y Belvis de la Jara (Toledo), donde permanecieron el resto del año en distintos pueblos de las provincias de Extremadura y Toledo.
El día cinco de enero de mil novecientos treinta y nueve partieron hacia Monterrubio, con motivo de la violenta ofensiva desencadenada por el enemigo (los «rojos»), en esta zona, donde participaron el día veintidós en la ocupación de las cotas da la Sierra de los Montes Torozos, y el día dos de febrero tomaron parte en le asalto de la Sierra Patuda, lugar en el cual fueron relevados de estas últimos posiciones el día siete, por el Primer Tabor de Regulares de Alhucemas Nº. 5, marchando a Campanarido, el día doce a Mérida y el catorce a Carriches (Toledo), donde estuvieron de guardia otra vez hasta el día veinte de febrero que marcharon a Segurilla (Toledo). El día veintinueve de este mes toman parte, con motivo del derrumbamiento de los «rojos» en la ocupación de los pueblos de San Bartolomé de las Abiertas, Los Navalmorales, San Martín de Puso, Villarejo de Montalbán, y San Martín de Montalbán (Toledo). El dio 2 de abril salen para Talavera de la Reina, donde estuvieron hasta el día veinte que partieron para Montearagón (Toledo). Permanecen aquí de instrucción hasta el día diecinueve del mes de mayo, en que se desplaza con el resto del Batallón hacia Madrid, donde participan en el Gran Desfile de la Victoria.
Nuevamente regresan a Montearagón el día veintidós, marchando siete días después para Pinto (Madrid), donde quedaron de guarnición hasta el diez de julio que se desplazaron a Ocaña y de aquí a Lillo, ambos pueblos en la provincia de Toledo. Aquí permanecieron de guarnición hasta el día 14 de septiembre, que en unión del resto del batallón se traslada a Alcalá de Henares (Madrid), pidiendo baja en este Grupo el día 30 de septiembre de mil novecientos treinta y nueve, que pasó a prestar sus servicios al Regimiento de Infantería Nº. 4 de guarnición en Alcalá de Henares.
Durante su permanencia en este Batallón tuvo una conducta intachable, cumpliendo todos los servicios que se le fueron encomendando con completa satisfacción del Jefe.
Gracias a sus méritos contraídos le fueron concedidas una Medalla da la Campaña y una Cruz Roja del Mérito Militar.