El proyecto de Constitución Europea se basa en la supuesta buena fe de los países miembros de la UE que tienen como objetivo promover la paz, sus valores y el bienestar de los pueblos.
Y ahora de verdad, el objetivo de esta constitución se basa en un reglamento en el que quede claro para los países que quieren adherirse a la unión quienes son los que mandan, además de crear un sistema en el que tenga aun mas facilidad de aumentar su riqueza.
Espero que se les vaya de la cabeza ese pensamiento de que la ampliación es para unificar culturas y aprender a conocer a los países vecinos: paparruchas. Dense cuenta de que en el actual sistema político ningún país se preocupa por el otro, que son todos unos egoístas y que los actuales presidentes y primeros ministros tan solo se preocupan de su orgullo patrio y de sus respectivas carteras, que si un país rico comete una infracción no paga, que si un país mas pobre necesita ayuda un rico no le va a dar mas, que esos Derechos Fundamentales que nos dice tener nuestra recién estrenada Carta de dichos Derechos, que acompaña a la Constitución Europea, es muy bonita, pero que si no hay progreso social, que si no eliminamos las barreras existentes entre la educación, que si no nos sentimos ciudadanos de Europa; jamás podremos avanzar y que jamás podremos aprender los unos de los otros.
Que en Italia también tienen paro, que en Alemania los jóvenes también viven en casa de sus padres, que en Suecia también compiten por entrar en la universidad… Tenemos que abrir nuestras mentes y enseñar a la clase política que no somos peones, que queremos un mundo mejor y más justo, más solidario, más digno y más pacífico.
Y yo os digo que cuando se vote a la Constitución Europea no solo se estará votando a un libro, se estará votando un futuro, y aunque no lo parezca ese futuro, es mejor que el futuro sin ella. Que ese trozo de papel nos asegura mas justicia social que las ideas sin plastificar, pero que si queremos conseguir algo mejor tenemos que movernos y cambiar esa constitución todavía no vigente. Que tenemos que agruparnos y sentirnos europeos, que tenemos que ayudarnos unos a otros, que tenemos que conseguir un mundo de todos y para todos.