El escritor Gonzalo Moure, autor de literatura infantil y juvenil, visitó recientemente el IES José Hierro para compartir con los alumnos sus experiencias profesionales, intercambiar opiniones, analizar la temática de sus obras y los matices de sus personajes …
El escritor Gonzalo Moure, valenciano de nacimiento y asturiano de adopción, estudió Ciencias Políticas pero en 1989, y tras ejercer durante unos años como periodista, decidió dedicarse por completo a la literatura. Es autor de varios libros de literatura infantil y juvenil por los que ha recibido numerosos premios. Su última obra, El síndrome de Mozart, obtuvo el Premio Gran Angular 2003.
«Me sorprende la belleza de San Vicente de la Barquera. Con la literatura pasa lo mismo. Una de las cosas más bellas de este mundo es la luna. Si la tierra no tuviera luna y un día apareciera flotando esa maravillosa esfera plateada en el aire sería portada de todos los telediarios y de todos los periódicos. De la misma manera, el libro es el invento más maravilloso que ha hecho el hombre, y estamos tan acostumbrados a él que no le prestamos atención. Me siento orgulloso de dedicarme a la literatura, soy un gran lector y desde hace catorce años me dedico a devolver todo lo que he leído y a tratar de hacer algo nuevo. Y por ello no escribo libros fáciles. No hay nada que merezca la pena en esta vida que no cueste, en todos los terrenos de la vida. Yo escribo para los buenos lectores, sean diez o cien, a la gente que comparte mi sensibilidad y mi manera de hacer las cosas. Intento que el lector se conmueva o se emocione leyendo un libro».
Pregunta.- ¿Cuánto tardaste en escribir El síndrome de Mozart?
Respuesta.- Empecé a pensar y a investigar hace cuatro años acerca del origen de los gnomos (los chicos con el síndrome de Williams originaron en la Edad Media la leyenda de los gnomos, porque tienen cara de gnomos). Supe que los chicos con síndrome de Williams tienen oído absoluto y piensan en música. Después leí acerca de Mozart y sus cartas, y me puse a escribir. Tardé menos de un año en escribir el libro «físicamente», y el último tercio de la novela lo escribí en un estado realmente extraño; estuve dos semanas «abandonado» del mundo, en estado de soledad, ese tiempo fue muy intenso, me parecía toda una vida. El tiempo, por tanto, es subjetivo, no se puede medir, no es lo mismo una tarde con la persona a la que quieres que con un grupo de amigos…
P.- ¿Existe Cansares realmente?
R.- Cansares existe en cierto modo. Es un paisaje vago, refleja la zona interior de Asturias despoblada y abandonada en donde el campo es bello pero está deteriorado. Pero no quise situar la novela en un sitio concreto. Inventé el nombre de «Cansares» para llamar a esa tierra «Cansada» y decepcionada, abandonada.
P.-¿Hay algún personaje real en la obra?
R.- En el libro hay tres personajes basados en seres reales. Uno es Tommy, un chico que actualmente vive en un barrio obrero de Valencia, fue el primer chico con Síndrome de Williams al que yo conocí. Otro personaje es Yarchik, que es un chico ucraniano que conocí en un encuentro como éste en un instituto. Es violinista, tiene ahora diecisiete años, y vive la música como algo natural. Para el personaje de Tessa me basé en una sobrina mía, genial, divertida, un poco «borde», muy amiga de los planetas, ella es brillante y «rockera».
P.-¿De dónde sale el «sentimiento oceánico»?
R.- Consiste en la disolución de todo a tu alrededor, cuando por ejemplo el músico está tocando la música ni siquiera sale de él, sino de la tierra, todo desaparece a su alrededor, los dedos van solos y alrededor sólo hay un océano de nada. Yo sentí esa sensación cuando estaba escribiendo el capítulo del chalet de indianos, es la sensación de que lo que escribes no es tuyo, sino que pertenece a todos.
P.-¿Cómo termina realmente la obra, está Yarchik enamorado de Tessa o de Irene?
R.- No lo dejo muy claro. Yo creo que la literatura es como la vida, hay cosas que no están muy claras. En cuanto al final de la novela, es similar al comienzo. No obstante, el final es abierto, porque creo que es una historia sobre las decisiones, la elección entre el corazón y la conveniencia de cada uno. En la vida uno siempre tiene que elegir.