En este primer reportaje que hemos recibido sobre el tema de las Marzas, nos cuentan la historia de esta peculiar forma de dar la bienvenida al mes de marzo, y lo acompañan de una grabación del coro Ronda Altamira de Santander cantando por las calles de la ciudad el último fin de semana del mes de febrero.

Nuestros antepasados, desde tiempos remotos, daban la bienvenida al mes de marzo cantando.
Se reunía un grupo de mozos marceros y cantaban de ronda. Solicitaban para ello el oportuno permiso a la autoridad del lugar y al cabeza de familia de cada hogar:

«A esta casa honrada, señores, llegamos; si nos dan licencia las marzas cantamos. Las cantaremos o las rezaremos, más, con licencia, cantarlas queremos».

A marzo se le calificaba de «florido», como primer mes del año entre los romanos primitivos. Presagiaba el nuevo resurgir de la naturaleza en los campos casi muertos durante la estación invernal. La palabra «marzas» alude a la expresión latina «KALENDAS MARTIAS» con la que se nombraba el día uno de marzo. Por eso la ronda se hace el último día de febrero.

El objetivo de esta ronda era alegrar la vida de los habitantes de nuestros pueblos con los cantos de salutación y alusivos al amor de las jóvenes solteras. Se pedía, de paso, el obsequio de asilo de la caridad de Santander para alegrar a los ancianos. Al finalizar, daban las gracias y se despedían con deseos de salud y prosperidad hasta el año venidero, en que volverán a repetir este viejo ritual.

Son muchas y muy variadas las letras de estas rondas, como corresponde a las diferentes comarcas y pueblos de nuestra geografía regional. En esencia, no obstante, todas dicen casi el mismo contenido. Lo importante es que esta tradición se mantengan y se transmita, sin interrupción de una generación a la siguiente.
Una de las varias letras, que se escuchan, es la siguiente:

Ni es descortesía
Ni es desobediencia
En casa de nobles
Cantar sin licencia.
Si nos dan licencia,
Señor, cantaremos,
Con mucha prudencia
Las marzas diremos.
Escuchen y atiendan,
Nobles caballeros,
Oirán las marzas
Compuestas de nuevo.
Que a cantarlas vienen
Los lindos marceros
Como las cantaron
Sus padres y abuelos.

 

Al coro «RONDA ALTAMIRA» DE SANTANDER le debemos el favor de que haya rescatado del olvido esta tradición y que venga amenizando las calles de nuestra ciudad desde el año 1981. Su constancia, año tras año, ha logrado que hoy sean muchos los coros que salen a rondar cada año.
Son varios ya los que, desde diversos puntos de la región, se hermanan en Santander y hacen oír sus recios ecos en un día acordado.

Trabajo original