El carbono 14 se utiliza en la técnica que se usa para descubrir la edad de un fósil, de un objeto antiguo, de un esqueleto prehistórico.
Con ella, un arqueólogo puede distinguir perfectamente un trozo de cerámica del siglo XX de otro del siglo X antes de Cristo. Lo cierto es que la técnica sirve para conocer si los restos históricos que se van encontrando son los de los romanos, visigodos, árabes o de los egipcios, si una mandíbula enterrada es de la época Neandertal o perteneces al Homo Sapiens Sapiens. Basta descubrir su antigüedad.
Pero, ¿en que consiste la técnica del carbono14? Fue el químico estadounidense Willard Frank Libby quien la dio a conocer. Por su método del carbono 14 para la determinación de la edad en arqueología, geofísica, y otras ramas de la ciencia obtuvo el Premio Nobel de Química en 1960.
Mientras viven, los animales y las plantas asimilan carbono del aire (el carbono es un gas con masa atómica 12). Por cada billón de átomos de carbono-12 que toman del aire, adquieren uno de carbono-14. Al morir el organismo, el carbono-14 comienza a desintegrarse a una velocidad fija. Por tanto, al querer conocer la edad de un trozo de madera, por ejemplo, o de un hueso, se analiza el numero de atomos de carbono-12 y carbono-14 que tiene en ese momento y puede saber el tiempo que lleva perdiendo átomos desde su muerte. Así se puede retroceder hasta hace 35.000 años. Interesante, ¿verdad?