En 1988, Kate y Marcos formaron Atlántica. Más tarde se unieron Miguel y Ramón. Desde entonces, Atlántica ha estado presente en conciertos y festivales folk. También ha ido a centros educativos para compartir con los alumnos su música y su filosofía de la vida en la que se incluye el respeto al medio ambiente. A comienzos de años grabaron el disco en Directo que incluye quince canciones.
Llegamos al patio del colegio en el que Atlántica tenía que terminar su recital, pero las peticiones del público se lo impedían. Tras varias propinas, mientras Kate, Ramón y Miguel recogen el instrumental y los técnicos desmontan el escenario, hablamos con Marcos Bárcena.
Pregunta.- ¿Por qué el nombre de Atlántica?
Respuesta.- Cuando empezamos Kate y yo, en 1988, se nos ocurrió la idea de buscar un nombre que tuviera relación con las diversas tierras que unen el océano Atlántico, en este caso en su parte norte, Estados Unidos, Canadá, Irlanda y la parte que a mi me correspondía, Cantabria, que también está bañada por ese océano.
P.-¿Cómo os conocisteis?.
R.-Nos conocimos en Francia en 1988, en un festival de constructores de instrumentos y músicos de toda Europa. Allí nos conocimos y Kate decidió venirse a Cantabria. Le apetecía estar una temporada fuera de su país y esa temporada se ha alargado unos años…
P.-¿Qué os animo a cantar?
R.-Desde pequeño me gustaba mucho la música y Kate también empezó a tocar el clarinete a los cinco años. Durante una temporada dejó la música pero lo retomó de nuevo con muchas ganas y picoteando de muchos instrumentos. En mi caso empecé algo más tarde, cuando empecé en el instituto, a los trece años, me animé con la guitarra. La afición de Ramón también fue muy temprana, de hecho es pitero con su hermano desde que eran niños, además de haber hecho la carrera de música, acordeón y piano. Y Miguel también comenzó muy joven a tocar las panderetas y la percusión.
P.-¿Por qué la mayor parte de vuestra música habla de la montaña y no tanto de la canción marinera?
R.-Todo llegará, a su momento. El hecho de hacer unos temas dedicados al mar está en mente, ya el propio nombre del grupo nos invita a ello. No obstante, tenemos canciones, como Mi tierra que también habla del mar, y otras en las que el mar también queda reflejado. Así todo es un tema pendiente el dedicar más canciones al tema del mar. Tengo una canción compuesta, dedicada a la mujer de un pescador, que es inédita aún, pero que pensamos grabar cuando realicemos los arreglos para los cuatro.
P.-Y, ¿a qué tipo de público van dirigidas vuestras canciones?
R.-Si os habéis dado cuenta nos dirigimos a todo tipo de públicos. Tenemos mucha experiencia en colegios, donde desde muy tempranas edades, empezamos a aficionar a la música y a nuestra filosofía un poco de vida, de respeto del medio ambiente. Hemos recogido la basura con todos los niños al final de la actuación (es cierto, a los sones de su canción, los niños y mayores que ocupaban el patio en el que se desarrollaba su recital dejaron todo limpio). Llevamos varios años trabajando con los chavales, sobre todo en primavera y en estas últimas fechas del curso escolar, en las fiestas de los colegios, pero nuestras canciones gustan a todos los públicos porque en verano, por ejemplo, la gente joven disfruta hasta las primeras horas de la madrugada en los festivales folk, lo mismo que la gente de la tercera edad. Yo creo que el folk es una música para todas las edades que no pasa de moda.
P.-¿Cómo se unieron Miguel Cobo y Ramón Bueno?.
R.-Miguel primero, porque nos une la afición a la danza y al baile tradicional, siempre coincidíamos en el festival de Francia a donde él acudía con Estela, su mujer, y se nos ocurrió la idea de hacer un espectáculo que uniera la música y la enseñanza de bailes populares a los chavales. Miguel ha estado prácticamente desde el comienzo de Atlántica con nosotros, colaborando a nivel de baile. En 1995, en el primer disco que hicimos, a dúo, hizo unas colaboraciones con nosotros en algunos temas, más tarde, en 1998 , cuando se estabilizó Atlántica, se incorporó Ramón y desde entonces, nos dedicamos completamente al grupo.
P.-¿Qué es preferible, cantar o grabar en estudio o por el contrario actuar y grabar en directo?.
R.-Pues todo tiene su lado bueno y su lado malo. El estudio, sobre todo a nosotros que manejamos muchos instrumentos, te permite manejar e introducir todo el arsenal sonoro que tenemos en la grabación. Vas escuchando y piensas que aquí quedaría bien este u otro instrumento, meter esas cuerdas…eso te lo permite la grabación en estudio: añadir un montón de instrumentos. El directo te muestra como tú eres, al natural, y está tu público. La última experiencia que hemos tenido nos ha demostrado que somos capaces de tocar dos conciertos y sacar de ellos un material aprovechable para poder grabar un recopilatorio como el que acabamos de editar. Las dos son experiencias bonitas.
P.-¿Cuáles de vuestras canciones tienen más éxito y las tararea el público?.
R.-La de mayor éxito es Mi tierra, también Ay Lere, lere, Sabadín sabaduco, podrían ser las tres que más animan y que más nos hacen conectar con la gente en general. También Viva la Montaña es una de las canciones que más emociona. A nivel participativo las que he mencionado al principio tienen mayor impacto, pero Viva la Montaña conmueve mucho, se escucha con emoción.
P.-¿Quién tuvo la idea de grabar en directo?.
R.-La idea en realidad ha sido de Radio Nacional de España en Cantabria. Juan Antonio Prieto, su director, nos hizo la propuesta de editarnos un disco. Le gustó el grupo, le gustó cómo manejábamos los instrumentos y nos apoyó desde el principio. A través del sello RTVE Música nos puso en contacto con la sede en Madrid y decidimos conjuntamente que sería apropiado realizar un disco en directo. RNE tiene una infraestructura muy adecuada para poder grabar conciertos. Al principio nos pareció que no era quizás el momento porque llevamos realmente poco tiempo juntos los cuatro y podía ser un poco precipitado grabar en directo un recopilatorio, pero al final, el resultado ha sido muy satisfactorio. Hemos añadido temas inéditos, que junto con los clásicos, nos han permitido hacer un disco de estas características.
P.-¿Cuánto soléis tardar en grabar un disco?.
R.-¡Uy!, es muy variable, este ha sido en un tiempo récord, la verdad, porque han sido dos conciertos grabados y al mes de realizarse los conciertos el disco estaba en la calle. La postproducción ha sido muy buena, los técnicos de RNE en Cantabria, que son quienes han hecho el trabajo de grabación y postproducción, lo han hecho de maravilla; han cogido la idea del grupo, de cómo queríamos el sonido y ha sido realmente muy rápido. En otros casos, en estudio, hemos grabado con mucho tiempo, muy tranquilos. Hemos ido grabando piezas según las íbamos componiendo; íbamos al estudio, grabábamos dos o tres piezas, pasaban dos meses, introducíamos otra que nos gustara, así un disco tarda en grabarse seis o más meses, pero de una forma tranquila.
P.-¿Cómo se portó el público en Tantín, en el recital de vuestro aniversario?.
R.-La actitud del público ha sido estupenda en las actuaciones que hicimos en directo. Creo que el público en Cantabria, en general, es muy bueno, porque siempre recibimos un gran apoyo. Por nuestra experiencia y la de otros compañeros, creemos que el público cántabro es un público muy entregado que nos apoya siempre. La experiencia en Tantín fue excelente.
P.-¿Qué tal os acepta la gente en el resto de España y en Europa?.
R.-El año pasado estuvimos en Bolonia (Italia) y la cosa funcionó muy bien. Era un festival de música celta en el norte de Italia y realmente fuimos muy bien recibidos, cada noche actuaba un grupo internacional y varios nacionales y la acogida fue muy buena. Cuando vamos por ahí fuera, en el norte de España, sobre todo, la gente responde muy bien. Ahora vamos a actuar en Madrid y en Andalucía, donde cada vez más se está difundiendo nuestro tipo de música.
P.-¿Queréis decir algo a los lectores de InterAulas?.
R.-Ante todo, muchísimas gracias por vuestro apoyo y espero que sigáis apoyando a la cultura en general y, sobre todo, con el uso de este medio, Internet, que es fundamental para que todo esto siga adelante.