Capítulo IV y último del cuento iniciado por los alumnos del CP Mata Linares de San Vicente de la Barquera. Disfruta de las aventuras de Alba y Manuel.
Poco a poco el bebé fue creciendo y se convirtió en un niño fanático del fútbol.
Un buen día que Octopus estaba cortando leña apareció ante él un mago con una larga barba blanca y le preguntó:
-¿Dónde están los niños?
Octopus le respondió así:
-Dentro de casa, si quieres les aviso de que el mago de la isla está aquí. Y les avisó.
Los niños salieron como balas y el mago les explicó que a la mañana siguiente, al amanecer tendrían que regresar a casa, eso les entristeció mucho. Esa noche se despidieron de todos y prepararon su maleta.
Octopus le dio a Manuel una planta carnívora y a Alba un precioso collar de flores.
Por la mañana, temprano, se dirigieron a la playa, donde les esperaba el mago y …
-¡¡¡ Riiiiiiiiiiiiiiiing…..!!!!!!!
-¡Dichoso despertador! -dijo Manuel enfureciéndose-¡Con el sueño tan original que he tenido!
Manuel se levantó y cuando terminó de hacer todo llamó a su vecina Alba y se dirigieron al cole. Por el camino le dijo que ella también había tenido ese sueño.
Sonó el timbre y se encaminaron a su clase y abrieron el libro de historia mientras llegaba su profesor.
-Bueno chicos, abrid el libro por la página 86, el pulpo que veis forma parte de una leyenda de una isla del Océano Atlántico que dice…
-¡Qué raro me suena!- Dijeron Manuel y Alba al unísono.
Se quedaron muy sorprendidos de todas las coincidencias de su sueño con la vida diaria.
-¡Nunca olvidaremos a OCTOPUS!