Dulce sonido
Que humedece los caminos,
que da vida al mundo.
Cuando humedece
tu cara, tu pelo, tus ropas,
sientes la vida fluir dentro de ti.

Su sola presencia
da recuerdos de melancolía.
Su sonido constante
relaja las mentes inquietas.
Ella, sólo ella, renueva
con nuevas esperanzas el mundo.
¡Oh, hermana lluvia!
¡Con qué ansias se espera tu llegada!
¡Con cuánto miento se desea que te alejes!
Sólo con tu sabio parecer,
sabes dónde aparecerás
con nuevos aires de libertad.

Trabajo original