La excursión a Santillana del Mar la realizamos el 26 de marzo. Al llegar allí, lo primero que vimos fue el Museo de la Torre de Don Borja, donde nos enseñaron muchas cosas.
Vimos, por ejemplo, un coche muy antiguo, con el que jugaban nuestros abuelos, y un coche moderno, con el que jugamos nosotros ahora.Un cine, en el que nos ponían unas gafas negras.También nos enseñaron una cocina antigua y una moderna ¡Y eran muy distintas!.
Vimos una reproducción de una escuela antigua, con una foto de los alumnos. Había pupitres de madera que tenían un hueco donde se ponían los tinteros y estanterías con los libros que usaban nuestros abuelos. Además, una ventana antigua por la que se veía un prado con una vaca y un becerro, ¡pero no eran de verdad!.
Nos hablaron de transporte, de muchas clases de aviones y bicicletas con motor.
A continuación fuimos al Museo de Altamira, en el que había ordenadores que informaban de lo que tú querías, microscopios, esqueletos, piedras…
Por último visitamos la neocueva de Altamira, vimos un vídeo de cómo vivían los hombres primitivos, los campamentos, el esqueleto de un oso pardo y sus huellas, nos enseñaron cómo se dibuja un bisonte en una roca, ¡qué dificil parecía!.
En la sala de dibujo había muchos bisontes: encogidos, adultos; dibujos de cabras, ciervos y caballos y también manos pintadas.
Cuando llegamos le conté a mis padres y a mis abuelos lo que había visto.A mi madre le regalé un violetero, que le gustó muchísimo, y yo me compré un lápiz de bisontes para mi colección de lápices.
Esta excursión fue muy interesante, porque pude ver objetos que utilizaban nuestros antepasados.