Una guajona envidiosa quiso quedarse con todas las cualidades de los demás seres mitológicos cántabros y para ello…
Había una vez un bosque en el que vivía la Guajona y se sentía tan sola que creó más seres mitológicos, pero le daban celos. De las Brujas lo bien que volaban, del Hombre Pez lo bien que nadaba, de las Anjanas su belleza, y de muchos más.
Un día estaba pensando algo para quitarles sus cualidades y de repente ¡ZAS! se la vino una idea malvada la cabeza: si echaba un hechizo al bosque se quedaría encantado y ella se quedaría con las cualidades de los otros.
Pero Musgosu la escuchó en la entrada de la cueva, por que la estaba espiando, y fue a contárselo a los demás. Y todos se escondieron. Pero de todas formas se le quitaron las cualidades. ¡QUE HORROR! Y lucharon, y no creáis que la Guajona perdió al contrario ¡GANÓ! y para asustarles les rompía todo de las casas.
Un día se hartaron y diciéndola cosas bonitas se murió la Guajona para siempre.