¿Por qué las mujeres islámicas visten con hiyab, chador o burka?. ¿Cuál es su papel en el universo musulmán?. Estas cuestiones, entre otras muchas, surgidas tras la polémica suscitada por el caso de Fátima, nos demuestran que aún nos queda mucho por conocer sobre otras culturas. Miles de personas originarias de países árabes viven en nuestro país conservando sus tradiciones. Descubre sus claves.

¿CUÁLES SON LOS PAÍSES ÁRABES?

Los países árabes son los del norte de Africa (Marruecos, Egipto, Libia y Argelia, entre otros), los de la Península Arábiga (Arabia Saudí, Yemen, Emiratos Arabes, entre otros) y sus vecinos (Líbano, Jordania, Siria, Irak y territorios palestinos). En total son 22 países árabes.

Turquía e Irán no son árabes. Los turcos, aunque son musulmanes y por casi cinco siglos dominaron los territorios árabes, son europeos. Y los iraníes son de origen persa, pero se convirtieron al islamismo.

¿QUIÉNES SON LOS MUSULMANES?

Los musulmanes son los seguidores de la religión musulmana o islámica, que tienen como dios a Alá, como profeta a Mahoma y como libro sagrado el Corán. Es un concepto eminentemente religioso. Eso indica que puede haber, por ejemplo, colombianos-musulmanes o japoneses-musulmanes; así como puede haber árabes-hinduístas o árabes de religión budista.

La relación entre la religión musulmana y los países árabes reside en que la musulmana es la religión predominante en estos
países, pero no la única. Y también es la religión mayoritaria en países no árabes como Afganistán, Pakistán, Irán e Indonesia, ente muchos otros. Hay más de 50 países de religión islámica o musulmana.

Hay 1.200 millones de musulmanes y el Islam es la religión que se extiende con más rapidez en el mundo. Tras los atentados suicidas de Estados Unidos, muchos en Occidente ven la doctrina de Mahoma con temor y resentimiento.

¿CUÁL ES EL PAPEL DE LA MUJER EN LA CULTURA ISLÁMICA?

La periodista Sara Sáez afirma en el diario El Mundo que en la mayoría de los países musulmanes -salvo Túnez y Turquía-, el código civil, utilizando la referencia del Corán, dictamina su condición legal, considerándola toda su vida menor de edad y necesitada del padre, hermano o marido para las decisiones más elementales.

Además se controla a la mujer como persona, pues la civilización islámica relaciona el sexo con el dominio público. Los musulmanes creen que los deseos femeninos son aún mayores que los masculinos; sus necesidades sexuales convierten a la mujer en el símbolo de la insensatez, del desorden, de la fuerza antidivina de la naturaleza y en discípula del diablo.

A la sexualidad femenina se la considera algo tan potente que constituye un peligro para la sociedad (de ahí la ablación), partiendo del supuesto de que las mujeres seducirán a cualquier hombre que esté a mano. Por eso la separación de los sexos es una característica de la vida diaria en el mundo del Islam.

La sociedad anima a las mujeres a quedarse en casa, y considera como ideal a la mujer que tiene nivel socioeconómico suficiente para disponer de criados que le permitan no salir a la calle, incluso durante años. En países como la presuntamente democratizada Arabia Saudí, donde las mujeres no tienen ni derecho a conducir un coche; las ricas tienen chófer, mantienen sus negocios y lucen los más caros y exclusivos modelos de la alta costura occidental bajo de los velos.

¿CÓMO ES LA VESTIMENTA ISLÁMICA?

Existen varios tipos de velos según la zona, la tribu o el país, que van del hiyab o el djilbab -sólo dejan ver los ojos- al sari de Pakistán -más vaporoso- y los más comunes chador, hayek, melfa o serual, que algunas mujeres cierran agarrando con los dientes. Una imposición que no consta en el Corán (se trata de una antiquísima costumbre persa).

  • El velo o hiyab: inicialmente lo llevaron las esposas de Mahoma para distinguirse de las demás. Más tarde, era sólo cosa de la mujeres aristócratas y ricas, pero después con las grandes conquistas se extendió a todas las mujeres. El uso del hiyab no es obligatorio y significa protección.
    La principal razón de usar hiyab es la modestia, o no querer ser objeto de una atención innecesaria por parte de la gente, tal como admiración, halagos, envidias o atracción sexual a otros hombres aparte de su marido.
  • El chador: Especie de manto que cubre a la mujer de la cabeza a los pies. Se coloca sobre la ropa y es generalmente de color negro. Lo utilizan especialmente en Irán, Irak, Líbano, Kuwait, etc. Este traje es anterior a la llegada del Islam, no cubre la cara ni las manos. Se conservó como traje tradicional y se adaptó como una derivación del hiyab.
    En Irán, en la época del Sha, muchas mujeres llevaban ropas occidentales, incluso minifaldas y vaqueros. La revolución islámica de Jomeini en 1979 acabó con la libertad de vestido. Los guardias de la revolución imponían el chador a base de dar palizas o echar ácido a las mujeres que no se lo ponían. Esos días turbulentos ya han pasado. Ahora, el cien por cien de las mujeres llevan el chador. Si alguna no se lo pone es detenida por la policía religiosa, y tanto ella como su marido pierden su trabajo. Incluso las turistas extranjeras son obligadas a cubrirse la cabeza con el velo en cuanto suben al avión de Irán Air.
  • El burka: Manto que los talibanes impusieron a las mujeres para que les cubra todo el cuerpo, con una red a la altura de los ojos. Fue una de las primeras órdenes que debía cumplir el sexo femenino junto a la prohibición de trabajar fuera de casa. Originalmente fue un diseño saudita.
    La imposición de este traje no es una ley islámica, sino que es una práctica tribal impuesta por la doctrina del Uajabismo, que es una desviación del Islam.

LA INMIGRACIÓN EN DATOS

España cuenta con cerca de 600.000 inmigrantes musulmanes, de los que más de la mitad proceden de Marruecos. A pesar de que ciertos sectores de la sociedad comienzan a echarse las manos a la cabeza por la llegada masiva de inmigrantes a España, la realidad es que según datos provisionales de Eurostat, nuestro país cuenta con un inmigrante por cada 1000 habitantes, un porcentaje bastante bajo comparado con el resto de la Unión Europea, sólo por encima de las tasas de Finlandia y Francia.

Además, España es uno de los países de la Unión Europea con más inmigrantes irregulares. De los tres millones de personas que viven clandestinamente en Europa, medio millón residen en Francia, cerca de 300.000 en España y otros 235.000 en Italia.

LA INTEGRACIÓN EDUCATIVA

Según los datos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, en el curso 99/2000 había unos 100.000 alumnos inmigrantes matriculados en centros públicos o concertados. Entre los 96.694 adscritos a la enseñanza no universitaria, 40.820 acuden a centros de Primaria.

El porcentaje de escolares extranjeros matriculados en las distintas comunidades autónomas es de media un 1,4% del total, excepto en Madrid, donde es de de un 2,5%.

Canarias tiene una mayoría de hijos de europeos y Valencia y Andalucía tratan con todas las nacionalidades. Un 70% de los inmigrantes africanos estudian en Cataluña y Madrid, aunque en esta comunidad también se acoge a estudiantes latinoamericanos.

Los principales problemas de integración detectados en los alumnos inmigrantes son la escasa escolarización anterior, incompetencia lingüística, desorientación cultural, conflictos religiosos, condiciones de vida y escasez de material.

La integración de la población escolar emigrante presenta otras zonas de sombra. El reparto de alumnos extranjeros entre los centros públicos y concertados adolece de grandes desequilibrios, dado que algunos centros subvencionados no ofrecen la posibilidad de formación en las diferentes religiones, como hacen los públicos y establecen la LOGSE y la LODE.

Asimismo, el analfabetismo como problema social vuelve a la sociedad española con el aumento de la población inmigrante. Según el Ministerio de Educación, un 2,7% de la población sufre este problema y, aunque es una cifra residual, está creciendo por los inmigrantes. Los mayores problemas se detectan en los marroquíes del norte y de zonas rurales y sobre todos en el colectivo de mujeres, que suelen estar alejadas de la educación por las imposiciones culturales.

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