El término griego Peripheria da nombre al número irracional más famoso, Pi. En este artículo una alumna nos resume las ideas que dos profesores de la Universidad de Cantabria transmitieron a los alumnos del IES Santa Clara sobre este número: su valor y su evolución a lo largo de la historia.
El martes día 15 de enero, se acercaron a nuestro instituto dos profesores de la Universidad de Cantabria: José Luis Lupiáñez y Mª José González, con el fin de darnos a los alumnos una charla en el salón de actos sobre el famoso número irracional pi.
Nos encontramos con este número en geometría, trigonometría-radianes-y también en el estudio de probabilidad. Como sabéis es la razón entre la longitud de la circunferencia y su diámetro, de ahí su nomenclatura, que proviene de un término griego -Peripheria- referido al perímetro de un círculo. Este peculiar número no tiene valor exacto, por el hecho de ser un número irracional. Hasta 1761, gracias a Johan Lambert, no se probó que era un número inexpresable en forma de fracción.
Esta inquietud por acercarse más a su valor real, ha originado una gran incógnita por descubrir, es un campo abierto en el que se está investigando una secuencia numérica o una regla que pueda revelarnos una relación entre sus infinitas cifras decimales.
Y es que la Historia de las Matemáticas está plagada de fracasos y éxitos, donde el hombre desde los comienzos de su vida ha sido matemático, haciendo uso de medios, que a medida que ha avanzado la tecnología, le han facilitado su labor. Desde los babilónicos ( 2000 a.C.), que escribiendo en tablillas inventaron el sistema sexagésimal, hasta nuestros días, han pasado 4000 años, en los que el material utilizado ha evolucionado porque también lo ha hecho la tecnología.
Pero centrémonos en pi, él también ha ido evolucionando a lo largo de la historia, y nos consta que nuestros antecesores también sentían curiosidad y se preocupaban por él. El antiguo Egipto hace una comparación de áreas casi iguales, los babilónicos mediante suma de fracciones se aproximan a pi, y en el Antiguo Testamento-550 a.c-dejan traslucir sus conocimientos acerca de él. Griegos como Arquímedes, hicieron afirmaciones y utilizaron métodos de aproximación con áreas de hexágonos y círculos, que aún se utiliza y que se conoce como método arquimediano.
Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, matemáticos conocidos como Newton, Descartes, Euler o Gauss, se hicieron cargo de esta incesable búsqueda por el hallazgo de una técnica mecánica que se acercara a pi. El producto infinito de Vieta fue bastante preciso.
Aún en el siglo XX y XXI se está produciendo una carrera por acercarse más a éste número, la famosa computadora ENIAC, fue capaz de determinar 2.037 decimales en tan sólo setenta horas, dígito que fue superado con creces en 1997, Canadá, que haciendo uso de una calculadora, se alcanzaron 51,5 billones en 29 horas. La rapidez de cálculo de esta cifra ha llegado al punto de convertirse en método de comprobación de la velocidad de un procesador.
¡Quién le iba a decir a pi que iba a dar tanto que hablar!