Ya no es fantasía, es una realidad, poder ver a nuestros interlocutores mientras charlamos tranquilamente con ellos, aunque se encuentren al otro lado del mundo. Incluso puede resultar sencillo.
Quién no recuerda las películas de ciencia-ficción y esos «videocomunicadores» que se conectaban y mostraban las caras de quienes mantenían conversaciones telefónicas. Bueno, pues ya es una realidad.
Aún tendrán que mejorar las condiciones de conexión para que el uso de las videocámaras se generalice y no dé fallos. Pero mientras, introduzcámonos en el interesante mundo de las videoconferencias, sólo necesitas una buena conexión a internet (con velocidad) una cámara conectada a tu ordenador (hay algunas muy económicas) y los programas necesarios.