Cuando comenzamos a escribir este artículo nuestra intención era enseñaros cómo era por dentro nuestro colegio y qué hacíamos en él. Después se nos complicó un poco el asunto. Al hacer «a mano» la lista de actividades del colegio para después pasarla a este periódico y cuando llegamos a la informática, alguien del grupo dijo: «pues mi abuelo dice que iba a clase sólo con la pizarra y el pizarrín». Esto nos hizo reír pero decidimos comprobar si aquello era cierto preguntando a nuestros abuelos o a la gente mayor de los pueblos en los que vivimos. El resultado de nuestras entrevistas sobre la escuela de su época nos ha sorprendido tanto que no hemos podido resistir la tentación de hacer una selección de algunos de los datos recogidos.

El C.P. «Agustín Riancho» de hoy

El C.P. «Pintor Riancho» se llama así en homenaje a Agustín Riancho (1.841-1929) nacido en Entrambasmestas y que en sus muchos cuadros pintó paisajes y personajes de nuestra comarca. Si alguno tiene interés os aconsejamos que lea su biografía pues tiene cosas muy interesantes.
Es un edificio nuevo de tres plantas y en la última tenemos «Escuela Hogar», una especie de internado donde se quedan entre semana los que viven lejos. Está en una bonita finca, vecina al parque de Alceda, con muchos árboles algunos de los cuales aparecen en el Catálogo de Árboles Singulares de Cantabria.
Aquí vamos a clase desde Infantil hasta Primer Ciclo de Secundaria. La verdad es que la mayoría de los que escribimos este reportaje estamos contentos con las cosa que hacemos: investigación sobre el Río Pas, los proyectos de Soria y Valderredible, el Taller en el Invernadero, nuestra revista escolar «La Cajigona» y las clases de Informática.

Escuela de Borleña:

La escuela de mis abuelos estaba en «El Parral», en Borleña. Su profesor era muy bueno enseñando y se llamaba Leopoldo Pérez. Cuando se portaban mal les hacía poner todos los dedos juntos y les daba con una vara de castaño. Mi abuela duró en la escuela ocho años.
Antes escribían con plumas y tinta, con pizarra y pizarrín. Tenían en la pared un tablero y en él escribían con gredas (tizas). Se sentaban en mesas con dos bancos; los tinteros estaban encima de las mesas.
Debajo había una tabla en la cual metían sus libros. Los libros que tenían eran el catecismo, uno de lenguaje, diccionario…
Los niños que iban a la escuela eran de distintas edades: diez años, quince, dieciséis… Los niños y niñas iban juntos. La escuela era pequeña y muy vieja. Tenía el suelo de madera y las paredes llenas de grietas. No tenían calefacción, pasaban frío. En la escuela también tenían colgado el retrato de Franco y José Antonio, un crucifijo y el Sagrado Corazón de Jesús y María
Ana Quintanal

Entrambasmestas:

Mis abuelos iban a la escuela de Entrambasmestas. La escuela estaba situada en el centro de la plaza del pueblo. Era un edificio de dos plantas donde había dos clases, una arriba y otra abajo, con un maestro para los niños y una maestra para las niñas.
Hace muchos años se utilizaban para escribir plumas que se mojaban en un tintero con tinta. Los niños y niñas bajaban de todos los barrios que estaban bastante alejados, traían la comida para no volver a sus casas a comer. Más tarde pusieron un comedor escolar en el que comían los niños y niñas que vivían lejos de la escuela.
Ana Pelayo

La escuela estaba en un pueblo llamado Entrambasmestas y en ese pueblo había un barrio que era la Plaza.Sus profesores eran Jose Antonio Varillas y Josefina Carranza.La escuela era normal con una mesa en el centro que era la de el profesor y cinco o seis juntas dispersadas por la clase con muchos niños en ellos.
Mi abuelo estuvo del año 1.934 al 1.940.
Sus pupitres estaban un poco inclinados y arriba tenían unos agujeros para poner los tinteros, y también se levantaban y debajo tenían el libro que era una enciclopedia grande.
Ellos solían escribir con pluma o con lápiz.
La escuela estaba se dividía en secciones: arriba las niñas y abajo los niños.
Yolanda Mantecón

Mi abuela iba a la escuela de Entrambasmestas. Las sillas eran bancos de madera y también eran de madera las mesas. Las mesas se abrían y se metían dentro los libros. Mi abuela iba 15 días al mes y cuando iban a comer había un trozo de pan y una onza de chocolate. Fue 5 años al colegio; los cursos eran tercero, cuarto, quinto, sexto y séptimo con 8,9,10,11 y 12 años.
Marcos López

Bárcena:

Mis abuelos fueron a la escuela de Bárcena, entonces llamada Pública. Estaba situada en el centro del pueblo, a una distancia de un barrio a otro de dos kilómetros aproximadamente. Empezaron a ir con seis años en el año 1.934 hasta el año 1.940 y de ese tiempo faltaban mucho porque tenían que ir al ganado o a otros trabajos del campo. En aquellos tiempos a las faltas a clase no las daban tanta importancia como hoy en día, así que muchos aprendieron a restar y sumar malamente. Su maestra se llamaba Antonina y en otra época tuvieron un maestro llamado Don Paco que le llamaban» El Rechoncho Cuatro Ojos» porque era muy pegón; les pegaba con la regla en las uñas. Era una escuela mixta, había veinticinco alumnos aproximadamente y estaban todos los cursos en el mismo aula. La escuela era pequeña; tenía tres ventanas porque en aquellos tiempos no había luz eléctrica; las mesas eran alargadas con tinteros, porque entonces escribían con pluma y lápiz y borraban con miga de pan y pegaban con harina y agua. Las cuentas las hacían en una pizarra pequeña y escribían con pizarrín, que era como un lápiz sin punta, que solo servía para escribir ahí. En el recreo estaban quince minutos; jugaban al escondite y al caracol. Su forma de aprender era la siguiente: empezaban con la Primera Cartilla, en ella aprendían todas las vocales, después pasaban a un libro llamado El Catón, en el cual ya aprendían a leer, después pasaban a la Primera Enciclopedia y después a la Segunda, que con ella terminaban los estudios.
Nuria Revuelta

Mis abuelos en la escuela de Bárcena usaban la Cartilla , el Catón, libros para leer, una Enciclopedia ,el otro elemental y el otro de párvulos. Hacían mapas y en cada región ponían lo que cultivaban en la tierra. En la escuela estaban todos juntos y los pupitres eran de madera. Escribían con el pizarrín muy a menudo.
Estefanía Calderón

Mi abuelo fue a la escuela de Bárcena. Fue en el año 1931 y la dejó en el año 1939. Empezó a la edad de seis años y lo dejó a los catorce años. A la clase iban de seis a catorce años todos en la misma clase. En la clase tenían mesas grandes y bancos para sentarse; tenían un encerado donde el profesor les explicaba los deberes y les ponía para hacer en casa. Usaban una pizarra pequeña cada uno y un pizarrín para escribir en ella. Ellos usaban un libro y un cuaderno para cada uno. En la clase no había nada más que mapas y una esfera.
María José

La Gurueba:

Mi abuela me ha contado que la escuela a la que ella iba era muy pobre. No tenía luz, y la calefacción era una estufa de leña. La mayoría de los niños iban muy poco a la escuela pues tenían que trabajar en el campo ayudando a sus padres. La profesora se llamaba Pilar Vallejo.

Se daba clase solamente hasta las dos de la tarde, en la mesa había un tintero con una pluma de pata de gallo. La pizarra la usaban para las cuentas. Según dice mi abuela cree recordarse que seis mesas estaban a un lado para los niños y las otras seis para las niñas. Había seis ventanas, tres a un lado y tres al otro lado. Y no tenían baños. El colegio se llamaba La Gurueba.
Javier Polanco

En 1927 la abuela Francisca Pelayo «Kika » empezaba a ir a la escuela con 7 años. Su escuela era grande y alargada, estaba situada en la Gurueba (Vega de Pas). A ella iban 26 niños .
Las clases eran por la mañana. Mi abuela antes de ir atendía a sus hermanos más pequeños ya que era la mayor. En su clase cada niño tenía un pupitre y pizarrín en el que aprendían a multiplicar, dividir , sumar , restar y pocas cosas más.
Iván Ortíz

Villegar:

La escuela de Villegar tenía pupitres dobles con asiento abatible, cajón para guardar el material y tintero incrustado en la mesa.
La escuela se construyó en 1914. Se dejó de dar clase en ella cuando se hizo la concentración escolar. Hace 20 años màs o menos. Interiormente no estaba muy mal pero necesitaba una reparación urgente del tejado. Dado que la escuela estaba hecha en un terreno en cuesta, sólo se disponía de una pequeña bolera que hacía también de campo de fùtbol. Era una escuela unitaria con niños entre 12 y15 años de todas las edades.
Marianela

Alceda:

La escuela de Alceda era grande, espaciosa ,con grandes cristaleras .Estaba dividida en dos partes, una para los niños y otra para las niñas, rodeados de un jardín.
Había 40 niñas y 30 niños; se colocaban en mesas de dos asientos, con tapa para guardar las cosas y se escribía con tinta y una pluma, lápiz, y se usaba mucho el pizarrín y la pizarra .Los libros eran unas enciclopedias. Estaban todas las asignaturas: religión ,matemáticas, historia de España, lenguaje, naturales y dibujo. Las niñas y los niños hacían muchas labores. Tenían una calefacción de leña.
Manuel

Prases:

Mi abuela fue a la escuela de Prases. Era una escuela pequeña, con el suelo de madera y las paredes pintadas de gris .Los pupitres también eran de madera. Las mesas estaban colocadas de dos en dos, con tinteros y palilleros incorporados .La pizarra era de madera grande y había otra de cartón negro junto a un armario .No tenía baño. Había que ir a los prados.
Juan Antonio Puente

La escuela de Prases a primera vista era un casetón viejo, con las ventanas rotas y con un balcón para la lluvia .Subías siete escaleras y había una puerta llena de pintarrajos y muy sucia.
Cuando entrabas era un casetón bastante grande y había quince mesas llenas de polvo .Mi abuelo escribía en un pizarrín pequeño .Jugaban en una esquina del prado a ver quien corría más.
Raúl Aguado

Rasillo:

Mi padre fue a la escuela de Rasillo de Villafufre.
Tenían pizarra, pizarrín, tizas, plumillas, palilleros, tintero ,cuaderno y enciclopedia.
Los pupitres eran dobles con mesa fija y los asientos ; un rebaje para poner lápices ,palilleros ,etc. .La clase era enorme y muy clara ,tenía un ventanal muy grande y dos ventanas en otra pared .Mi padre asistió a la escuela desde 1.953 hasta 1.960.Le daba clase una maestra.
Borja Teja

Vejorís:

< Mi abuela en fue a la Escuela Pública Mixta de Vejorís .Entró a los seis años en 1918 y salió a los 11 años en 1923.A la escuela llevaban un lápiz ,una pluma y un libro en el que estaban todas las asignaturas :la Enciclopedia.
A la escuela iban todos juntos, niños y niñas de todas las edades .Había 50, 60 o más .Tenían un libro y lo usaban para todos los años que estuvieran .En vez de Lengua y todos esos nombres usaban: Gramática, Aritmética…daban el mapa con letras pero tenían que buscar las palabras y las tenían que poner .La tabla de multiplicar cada uno usaba la suya y el Catecismo tenía cada uno el suyo .Para leer usaban la Cartilla, y después «Catón para mi hijo», «Un viaje infantil» y «Mano escrito».
Marta Ortiz

San Andrés de Luena:

Mi madre fue a la escuela de San Andrés de Luena. Iba a la escuela andando y en ella se encontraba con pupitres, pizarras y una estufa de hierro. Escribía en un cuaderno y con un pizarrín en la pizarra. Tenía un libro gordo cada dos años. Como estaba lejos , comía en casa de mi abuela todos los días.
Sonia Pérez

Conclusiones

Lo peor vino cuando le enseñamos los resultados al profe: que si no aprovechábamos todas las oportunidades que se nos daban, que antes la gente se esforzaba más, que qué harían nuestros abuelos y abuelas con todo el material que teníamos en nuestro colegio, que lo fundamental era el interés y el querer hacer las cosas bien… en fin todas esas cosas que todos conoceis y que tanto se empeñan en recordarnos.
La verdad es que se puso un poco pesado. Pero en el fondo, en algunas cosas, tiene razón.
¡¡Cualquiera escribe aquí otra cosa !!

 

Trabajo original