Reflexión sobre la desigualdad de sexos, a pesar de encontrarnos en el siglo XXI, aprovechando la celebración internacional del Día de la Mujer Trabajadora.

Existen diferentes oportunidades entre las mujeres y los hombres a la hora de trabajar. A las mujeres pocas veces se las deja hacer cosas, que se creen, de hombres, pero los hombres si pueden realizar labores que se tienen como de mujeres. ¡Todo por una cuestión cultural!.

En un pueblo de Galicia, y para que los hombres tengan intimidad, no pueden acudir las mujeres y ellos lo hacen todo: hacen la comida, ponen la mesa y la recogen (todo sin ninguna mujer), pero después de todo María friega y recoge. María afirma que es bueno que los hombres tengan intimidad y que a ella no le molesta.

También hay una Ley que dice: Que los hijos y las hijas de pescadores pueden ser pescadores. Esto no se cumple, porque María, Ana, Lola y Sandra son hermanas e hijas de un pescador y no las dejan salir a pescar aunque protesten.

Sin embargo Lola después de probar varias niñeras, probó con un hombre y ahora está satisfecha. Francisco trabaja en una guardería y es el único entre muchas mujeres, aunque la verdad es que los niños se encuentran bien.
Abundando en lo anterior, Jorge trabaja en una gran empresa de Madrid de telefonista entre 69 mujeres sin problemas ¿pasaría lo mismo si en lugar de un hombre entre tantas mujeres, sería una mujer entre muchos hombres?
Con este artículo sólo pretendo revindicar la igualdad de trato para todos.

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