El Parque Natural Oyambre es un lujoso paisaje digno de visitar, ya que gracias a su hermosa naturaleza nos permite relajarnos, contemplar y aislarnos del mundo. Es la mejor medicina para combatir el estrés.

El Parque Natural de Oyambre es una de las áreas más valiosas del litoral cantábrico, tanto por sus playas y estuarios, como por la flora, fauna, paisaje, yacimientos arqueológicos, etc… Todo ello convierte esta zona en un museo y laboratorio para el estudio e investigación de los recursos naturales y la historia de la región.

El Parque de Oyambre cuenta con una zona de protección litoral, que comprende la totalidad de las playas, marismas, dunas, acantilados y áreas inmediatas; otra de protección forestal, el área del Monte Corona, y una tercera zona de protección periférica agrícola- ganadera tradicional. Para proteger los respectivos entornos de las rías de Tina Menor y Tina Mayor, se solicita una ampliación del parque, por el Oeste.

En el Parque Natural de Oyambre destaca la sencillez con que se solapan caracteres naturales y sociales que en otras ocasiones se nos antojan contrapuestos. En pocos tramos del litoral Cantábrico se alternan como en Oyambre desafiantes acantilados con pacíficas y estancadas rías que se resuelven de nuevo en playas donde el grado de naturalidad que se conserva facilita de inmediato en sentimiento de integración y pertenencia a la naturaleza.

Pocas serán también las ocasiones en que podamos ver conjugarse tan fácilmente los ambientes marinero y ganadero como en San Vicente de la Barquera y su entorno. Esta variedad está también presente en los ecosistemas que se desarrollan en los distintos ámbitos del parque.

Los estuarios son el hábitat de una fauna específica de moluscos y otros invertebrados acuáticos. En ellos, las aves acuáticas están representadas por el zampullín chico, la garza real, el ánade real y la foca, mientras que como  invernantes es posible observar al somormujo lavanco, el zampullín cuellinegro, el ánade rabudo o el porrón moñudo y una variedad de limícolas, entre otros.
Además de la vegetación específica de las dunas, Monte Corona representa un buen ejemplo del ecosistema de bosque mixto caducifolio, con robles, fresnos, y avellanos entremezclados con acebos, arces y castaños, creando sistemas de gran complejidad y riqueza paisajística y ecológica.
La conservación de sus estuarios es fundamental para el mantenimiento del potencial pesquero, al ser estas áreas zonas de alevinaje para numerosas especies de peces constituyentes de las pesquerías comerciales. Asimismo, son una pieza clave en los ecosistemas marinos, al ser exportadores de materia y energía.

Este bello entorno natural tiene el aliciente de situarse en la hermosa costa occidental, lo que hacen de su visita una atractiva excursión.

 

*El 14 de junio de 1929 cuatro hombres bajaron del avión con el que acababan de realizar un aterrizaje de emergencia en la playa de Oyambre. Se trataba de los tripulantes de un aeroplano francés, procedente de Estados Unidos,  que pretendía llegar a París en vuelo sin escalas. Por su color, ese avión será conocido como el pájaro amarillo.

 

Trabajo original