Nunca el día de los muertos había dejado tantos cadáveres como este 1 de noviembre. Cuantos han surcado los cielos de Centroamérica para calificar el alcance de la tragedia provocada por el huracán Mitch.

El sexto huracán más destructivo del mundo ha destrozado a varios países de América Latina, sobre todo a Honduras.
Las imágenes son sobrecogedoras y su presidente Carlos Flores emitió el 8 de noviembre, el S.O.S. más estremecedor que se pueda oír de un mandatario: «Hacemos un llamado urgente y angustioso a la comunidad internacional (…) por encima de nuestro orgullo y de nuestra vergüenza», clamó el presidente. «Tenemos ante nosotros un panorama de muerte, desolación y ruina en todo el territorio. Casi no hay sitio en Honduras que no haya sido tocado por la desgracia».

Desde hace unos días, Tegucigalpa, es una ciudad fantasma arrasada por el huracán Mitch. Desde entonces, el huracán se ha extendido por Honduras, Nicaragua, Guatemala y El Salvador; destrozando sus ciudades, cultivos, animales y aproximadamente entre 10.000 y 15.000 víctimas humanas.

En Honduras había 800.000 habitantes que ahora se enfrentan a la amenaza de epidemias por falta de agua potable y la presencia de cadáveres en el cauce desbordado del río Choluteca. Podríamos decir que el huracán se ha cebado en Honduras, uno de los países más pobres de América Latina. Los cadáveres llevan días en las calles y es necesaria la ayuda internacional porque, ya en estado de descomposición, producen enfermedades a los supervivientes añadiéndolas a las que el propio huracán ha aportado.
Sobre todo han muerto mujeres, aunque para muchos el sobrevivir es más duro que morir, ya que han perdido sus seres queridos quedando solos, llenos de dolor, y en un país por reconstruir.

Las pérdidas económicas causadas por el Mitch se elevan a más de medio billón de pesetas. Los propios presidentes de los cuatro países afectados han elaborado un plan conjunto: pedir que se condone su deuda externa, pues las pérdidas han sido tan grandes que de no ser así no podrían volver a reconstruir sus países.

Todos los rincones del mundo se han volcado en ayudar a los damnificados enviando alimentos, medicinas, y personas voluntarias para ayudar directamente. España ha enviado una llamada a Bruselas, la cual ha sido escuchada prontamente, entregando una ayuda de algo más de 16.000 millones de pesetas. El 7 de noviembre estimaba la Cruz Roja que se habían recaudado unos 4.500 millones de pesetas en España.

La gente se vuelca en esta causa ya que, probablemente, si nos encontrásemos en esa situación, nos gustaría que los demás nos ayudasen.
Sea como sea, aunque la gente de allí no sepa que va a ser con su vida, hay un resquicio de esperanza. Pero, por si fuera poco con el huracán, un volcán va a entrar en erupción. Además el Mitch, ha reabierto las heridas de una década de guerra civil que los acuerdos de paz no lograron cerrar del todo.
Todo Centroamérica se disgusta después de ver cómo los esfuerzos para resucitar países que han pasado 40 años de guerra, se esfuman con una tormenta.

AYUDAS A LA POBLACIÓN

Eso sí, la gente española ha dado una buena imagen al mundo; una lección de solidaridad. En nuestro Centro hemos recogido ya 100.000 ptas. (de nuestras huchas) y os animamos a seguir colaborando con la venta de Postales de Navidad con la idea de que el dinero vaya a la UNICEF. Igualmente tenemos en marcha un Proyecto de recogida de botes de aluminio: beneficios ambientales y conseguir dinero para Proyectos de UNICEF

¿NO VAS A AYUDARLES?

BELICE, COSTA RICA, GUATEMALA, HONDURAS, MÉXICO, NICARAGUA, PANAMÁ, EL SALVADOR, todos son países afectados por el huracán.

Trabajo original