Un repaso por la fauna y la flora de la comarca cántabra de Liébana quiere servir de mensaje para cuidar y respetar esta zona en la que se encuentran numerosas especies en peligro de extinción.
Liébana, debido a su situación geográfica, rodeada de altas cumbres y con una serie de valles interiores que la definen perfectamente, presenta una vegetación muy característica.
Destaca en primer lugar, la presencia de especies típicamente mediterráneas, como la encina y el alcornoque, que aparecen entremezclados con bosques de tipo Atlántico, como el hayedo y el robledal.
En las zonas bajas, predomina la encina y la cagiga y hay una amplia presencia en la comarca del roble tocio o rebollar, situado a una altura de 1.300 metros.
El hayedo es la formación que presenta mayor superficie en la comarca. Se sitúa entre los 600 y los 1.700 metros.
Como consecuencia del tipo de clima que presenta la comarca, puede apreciarse el alcornoque o sufra, situadas principalmente en las laderas hacia el sol, desde los 400 a los 800 metros.
Además de estas especies existe una amplia variedad de castaños centenarios, abedules, tejos, avellanos, etc…
Debido a que Liébana es un lugar privilegiado, por su variedad de montes y por la presencia de puertos y altas cumbres, hace que podamos contemplar especies que se encuentran en peligro de extinción, como el oso pardo, el urogallo, el águila real o la presencia esporádica del lobo.
En las altas cumbres, el rey de la fauna es el rebeco y, en el bosque, hay una gran abundancia de especies como en jabalí, corzo, venado, zorro, etc…, así como truchas o anguilas en sus ríos.
Por todo ello se puede considerar a Liébana como una gran reserva ecológica que debemos cuidar, amar, y respetar.