La Vuelta Junior es una divertida competición ciclista, que se desarrolla en paralelo a la Vuelta a España, y está pensada para chicos y chicas de 12 y 13 años. La Vuelta cuenta con su propio recorrido cerrado con salida, meta, fotofinish, jueces, pódium… y bicicletas, cascos y demás material necesario. La Real Federación Española de Ciclismo es el organismo que controla la prueba.
1ª ETAPA DE LA VUELTA JUNIOR 2006. FASE CLASIFICATORIA
Por Lara Ontaneda Iglesias.
El día 7 de mayo tuvo lugar en Torrelavega la primera etapa de esta carrera ciclista; podían participar los niños y niñas nacidos en los años 1993-1994 de todos los colegios de Cantabria. A cada uno se le asignaba un número, el color del peto y una hora de participación.
La organización proporcionaba la bicicleta y el casco. Esta carrera se realiza a nivel nacional, paralela a la Vuelta Ciclista a España.
Al llegar allí había mucha gente, y el circuito por el que íbamos a correr estaba ya preparado. Eran aproximadamente dos kilómetros de carretera.
Había varias carpas, en una de ella confirmaban tu inscripción, cada media hora llamaban a un grupo de participantes. En otra carpa nos daban las instrucciones para enseguida comenzar la carrera. Una vez que nos habían dado el peto y el casco íbamos a una tercera carpa donde nos explicaban el recorrido y el funcionamiento de la clasificación; seguidamente recogíamos las bicicletas y las probábamos en un espacio habilitado.
A los cinco minutos aproximadamente estábamos preparados en la salida. Por seguridad iba un coche abriendo paso, delante de nosotros y detrás dos ambulancias por si ocurría algún percance. Al terminar la carrera todas fuimos a la última carpa y allí nos dieron una botella de agua y una revista (Muy Júnior), después nos pedían nuestros datos: dirección, correo postal, teléfono etc.
Seguidamente nos decían los puestos en los que habíamos quedado y nos daban los regalos, además a la salida había un parque en el que podíamos entrar gratis y nos daban refrescos, dentro de él tenían instaladas atracciones.
El Colegio Cumbres estuvo representado por tres niños y una niña, de entre ellos se clasificaron dos de los chicos y la única chica.
MI VUELTA JUNIOR
Por Sergio Crespo Cabezón
Os voy a contar la pequeña historia sobre mi participación en LA VUELTA CICLISTA JUNIOR.
El pasado 7 de mayo, salí de casa con mi hermano y mis padres. Ya en Torrelavega, en el Mercado Nacional de Ganados, me esperaban Fran y Luis, dos compañeros de mi clase. Allí ya estaba todo preparado: la meta, la salida, las bicis, los petos, los cascos, etc… Cuando nos reunimos los tres, nos llamaron y nos pidieron el nombre. Pero no estábamos solos, había otros siete participantes.
Cuando ya estábamos los 10 participantes listos, un señor nos explicó cómo era la bici y el recorrido; vamos, lo típico antes de empezar una carrera como esta.
Cuando terminó la charla que, por cierto, nos relajó bastante, nos dieron los cascos y la bici. La suerte estaba echada: de 10, ocho pasaban a la siguiente fase y los dos últimos quedaban eliminados. Un coche iba delante de nosotros y nos animaba.
En la salida lo hice tan bien que salí primero pero, después de unos 100 metros de felicidad, tres niños me adelantaron, pero no me derrumbé y con mi amigo Luis pegado a los talones fui a por el tercero.
Hasta entonces todo había sido una gran recta, pero al llegar a la primera y única bajada giré bien y me despegué un poco de Luis, el tercero ya estaba cerca y aproveché la fuerza de la bajada para ponerme en paralelo a él. Mi única esperanza era ser tercero porque los dos primeros estaban ya muy lejos.
Mientras, yo seguía en paralelo con mi “amigo”. Bueno, yo seguía en paralelo con el tercero cuando se avecinaba una curva. Los dos veíamos en esa curva una esperanza para ponernos por delante. Pero de repente le sorprendí metiéndome por el interior y superándolo.
Pero eso no fue todo, porque cuando yo empecé a subir una cuesta, miré hacia atrás y vi como el que en ese momento era ya cuarto se sorprendió tanto de mi adelantamiento que se quedó medio parado y claro, Luis, Fran y los que venían por detrás le adelantaron.
Seguí mirando hacia delante y pensé ¿es un pájaro?… ¿es un avión?… ¡no! ¡era la meta y la tenía a 50 metros! Pensaba que ya tenía la carrera resuelta e incluso podía alcanzar al segundo. Pero no podía más y bajé la velocidad al ver que el segundo y el primero entraban en la meta.
Todavía la carrera no estaba resuelta, seguía algo indecisa, porque Luis y sus perseguidores venían por detrás muy rápidos, así que metí el último empujón y crucé la línea de meta parando la bici para mirar la entrada de mis compañeros: Luis consiguió ser cuarto, pero Fran quedó noveno y no se pudo clasificar.
Espero que os haya gustado mi historia. Para nosotros y en especial para mí, fue muy emocionante.