La Navidad se expresa con palabras gracias a las creaciones literarias de los alumnos del CP Fernando de los Ríos sobre la llegada de las fiestas; sus sentimientos y deseos en estas fechas a través de poemas y cuentos, publicados también en el primer número de su revista escolar: «Tachones».
Por José Luis López Peña
Parece una noche fría de invierno como las demás, sin embargo hay algo que la diferencia, es la noche de todos los niños, el 6 de enero, todos los niños han tenido juguetes, yo, un muñeco de madera, he ido a un niño pobre, me había esperado tanto que…
…Al ver su cara de felicidad me hizo pensar que estaba en el lugar correcto, su alegría y muestra de contento me hicieron meditar que un niño humilde le hace más feliz un juguete como yo que a otros niños caprichosos el juguete más caro.
Pude ver cómo disfrutaba conmigo, me hablaba cuando se sentía sólo, me mueve como si fuese paseando con él mientras yo, en mi articulado cuerpo siento una gran felicidad al ver que más que un juguete, soy su amigo.
Este es nuestro destino, nosotros los juguetes, aunque valgamos menos, sabemos que donde vamos hay felicidad.
Érase una vez un niño llamado Pablito. Su familia era de las que tenían que ajustarse el cinturón para comidas, enseres, ropas, etc.
Como otros años llegaba la Navidad y la familia de Pablito no tenía dinero y… ¿Qué pasó?: A Pablito este año se le había antojado un disfraz de mosqueteros.
Era el día anterior de Noche Buena, Pablito no nombraba otra cosa que su traje de mosqueteros, pero sus papás preocupados, no hacían más que pensar cómo ganar dinero para comprarle el regalo deseado a Pablito. Ese día la mamá de Pablito fue al mercado y compró más telas por muy poco dinero. Nada más llegar a casa, comenzó a hacer el traje para Pablito.
La mamá de Pablito trabajó horas y horas pero llegó la hora y la mamá de Pablito no había acabado el traje ( ¡ Pobre Pablito ! ). Por la noche la mamá estuvo toda la noche en la cama despierta, pero, claro, qué iba a hacer ella si no le había dado tiempo a acabar el regalo, la pena es que este año Pablito no iba a tener regalos.
Al día siguiente. Pablito entró al salón y grandísima fue su sorpresa al ver un grandísimo paquete debajo del árbol. Lo abrió y encontró el regalo que tanto deseaba, el disfraz de mosquetero.
Al despertar la madre no quería creerlo pero entonces se dio cuenta de que Papá Noel existe.
Por Aurelio Cobo
Os voy a contar la historia de un niño pobre que vivía de callejón en callejón y siempre tenía que ir a pedir a la puerta de la iglesia.
Una mañana de recién levantado de sus húmedos cartones por la espesa escarcha que había caído durante toda la noche, se dispuso a ir en busca de pedir algo por los restaurantes para poder almorzar con su fiel amigo «Marxi», que era la única persona que le podía escuchar cuando estaba triste o cuando le decía lo que querría hacer el día que encontrase una familia que le acogiese.
El quería solamente una familia que le quisiera mucho, no le importaba si tenían mucho dinero o poco, lo que más quería era eso… sí, eso el amor, el amor puro y verdadero.
Y llegó el día que estaba esperando hace muchísimo tiempo.
Unos señores que venían del extranjero, le vieron mientras estaba durmiendo en su calentito cartón de siempre. La mujer mientras lo cogía en brazos, su marido la miraba con cierto cariño. Lo metieron al coche, y coleando y orgulloso del lujo el perro, junto a su amigo inseparable, se metió entre la mata que cubría el pequeño cuerpo del niño.
El matrimonio no cesaba de mirar al niño, que dormía con una cara angelical.
El niño cuando se despertó en el piso le pareció un sueño, aquello era un paraíso, no se lo imaginaba así, su sueño se había hecho realidad, iba a ser feliz, feliz, feliz… y fue en ese justo instante cuando se cayó del bordillo y se embarró con los cartones con los que estaba tapado hasta el cuello, se volvió a tapar y siguió durmiendo con sus cartones embarrados y en ese sucio callejón, que algún día soñaba deshabitar.
Por Rubén Conde
La Navidad va a llegar, todos los niños lo desean. Los niños quieren ver a los Reyes Magos y a los pastores sus ovejas. Todas las familias ya han puesto el árbol de Navidad y el portal de Belén. Los niños esperan impacientados la llegada de Nochebuena para que Papá Noel les traiga sus regalos. Una familia pasa la Nochebuena muy bien y a lo grande.
Juan, Roberto y Pepe cantan y bailan sin parar hasta la hora de cenar, mientras su mamá prepara su pavo. La familia come el pavo felizmente y sonriendo de lo bueno estaba. Roberto casi se come el hueso, ya es hora de acostar a los pequeños para que mañana se levanten contentos y con ganas de cantar.
En Nochevieja la familia Rodríguez está muy feliz porque dan despedida al Año Viejo y dan entrada al Año Nuevo. Todos salen de casa para jugar e irse de fiesta. Roberto y Juan juegan con la nieve y se lo pasan muy bien. Mientras otros cantan y bailan sin parar al ritmo de la música.
El día 5 de Enero pasan los Reyes a las doce de la noche. Los niños aguantan para no dormirse, Roberto llega a tocar a Baltasar y le dice adiós. Al pasar los Reyes los niños se duermen. Al día siguiente ven todos los regalos y empiezan a abrirlos y así pasa la Navidad la familia Rodríguez.
Por Tania Piney Fernández
Es una fría noche de invierno. La oscuridad está inundada de destellos luminosos de todos los colores: rojo, violeta, amarilla, granate, azul…
El ambiente se llena de música y murmullos: villancicos, conversaciones, risas, el andar precipitado de la gente, abrazos, besos…
Las calles se engalanan: árboles de Navidad, nacimientos, adornos llamativos, maravillosos juguetes, exquisitos dulces…
Tiempo de alegría, de reencuentros alrededor de la mesa, tiempo de ilusiones, paz y amor.
La Navidad para los niños, un tiempo mágico donde viven camellos, reyes, pastorcillos, Papás Noeles, estrellas y regalos. Un mundo de fantasía y de inocencia. Un mundo repleto de cariño y de ternura.
¡Qué suerte todos los años poder disfrutar de la Navidad!
Por Álvaro
Érase un pesebre abandonado al que fueron tres personas pobres; José, María y Jesús, el niño que tenía María en su vientre.
El matrimonio no sabía que el hijo que iban a tener era el hijo de Dios (el Mesías).Cuando nació Jesús una estrella apareció en el cielo y tres reyes llamados: Melchor, Gaspar, y Baltasar la siguieron.
Tres pastores almorzaban junto al calor de una hoguera y un ángel les mandó ir a Belén, porque había nacido el Mesías que traería la paz al mundo.
Por Pedro Caballero
A todo el mundo le gustan las Navidades. Es una época muy bonita en la que el niño Jesús nació. El día de Noche Buena es para la gente el mejor día porque está reunida toda la familia. Siempre se hace una cena muy especial.
A todos les gusta porque juegan con sus primos, tíos, abuelos… Aunque hay que recordar que la Navidad es para los que se comportan bien.
Todos los años lo de Torrelavega y lo de todas las ciudades y pueblos es hacer pasar por las calles a los Reyes Magos quienes tiran caramelos.
Más tarde en cuanto llegan al Ayuntamiento, el Alcalde o Alcaldesa les dan la llave de la ciudad.
Esta es la noche en la que tanto mayores como pequeños se tienen que ir pronto a la cama porque al día siguiente se abrirán los regalos de Navidad.
Todos o la mayoría de los niños no podrán dormir pensando en los regalos. Al día siguiente, cuando se despierten , se abrirán los regalos pertenecientes a cada uno. Después de esto lo más probable es que jueguen con ellos. Luego muchos amigos bajarán a enseñarse y dejarse unos a otros los juguetes que han recibido.
Cuando termina todo esto se vuelve al colegio y los niños esperan con impaciencia la Navidad del año nuevo. Y si nevase habrían sido unas Navidades fantásticas porque te lo pasas en grande tirando bolas de nieve a los demás y jugando a batallas etc… Estas Navidades aunque no sean como yo las he descrito, seguro que se parecen bastante.
El Abeto
Por Adrián Fernández Vada
Había una vez un abeto muy triste porque le iban a cortar. Sus padres fueron a la casa de los hombres y les dijeron que por favor no cortasen a su hijo. Los señores de la casa les dijeron a los padres:
«ES NAVIDAD» y tenemos que comprar un abeto para poner los regalos.
Si no quieres que lo cortemos tenéis que venir aquí vosotros dos. Entonces los padres abetos pensaron: Si nos venimos toda la Navidad nuestro hijo se quedará solo. Y dijo un niño: ¡pues que venga también! Así pasaron una Navidad muy bonita y feliz los tres juntos.
La familia estaba tan contenta que invitaron a los tres abetos a quedarse a vivir en el jardín por lo que no se separarían nunca más.
Por Sara Feijoo
Bajo el disco anaranjado de la luna, se encontraba la ciudad de Halloween donde las criaturas de la noche estaban muy ocupadas. ¡Era su noche favorita!. La noche de Halloween.
Jack esqueleton era el jefe. Todos le aclamaban. Hasta que todos empezaron a hablar a la vez. Jack se fue sin que nadie le viera.
Empezó a andar y se alejó mucho de su ciudad con su perro Zero. De repente vio un lugar donde la gente hacía mazapán, compraban regalos y adornaban los árboles. Celebraban la Navidad.
– Así quiero celebrar la fiesta de Halloween.
Cuando llegó a su ciudad anunció lo que había visto. A cada uno le mandó un encargo.
Cuando volvió secuestró a Santa Claus.
– Tú repartirás los regalos.
Pasado el tiempo de los preparativos.
– Esto es un desastre.- Se decía. Estaba hablando con Sally.
– Somos criaturas de la noche. – Decía ella.
Santa Claus, eran muy amigos.
Este le preguntó:
– ¿Te gustaría que volviese a ser otra vez Navidad?.
Por Aileen
Érase una vez unos niños que se llamaban: Luis, Marta, José y Ana. Eran unos niños muy divertidos y buenos porque curaban a todos los animales que veían e incluso a los hombres.
Un día vieron un zorro atrapado en un cepo, lo curaron con mucho cariño. Al día siguiente vieron una carroza que iba muy deprisa volando. Pensaron que habían tenido visiones, pero no, lo volvieron a ver sin embargo no iba tan deprisa como antes porque un reno estaba cojo. Los niños se acercaron a la carroza y vieron que el señor que iba dentro era Papá Noel los niños le preguntaron:
– ¿Tienes prisa?
Papá Noel les dijo que sí tenía prisa.
Los niños curaron al reno la pata.
Después le preguntaron:-
– ¿Por qué aquí no nieva?
Papá Noel les respondió:
– Porque los hombres no sois buenos. Pero como habéis curado a mi reno nevará.
En ese mismo momento desapareció… ¡Estaba nevando!.
Por Iván Vigil
Soy un simple farol, siempre estoy apartado en una humilde casa; pero llega la Navidad y me sacan al asilo, me ponen una bombilla porque voy a iluminar el Belén, no me acuerdo del tiempo que he pasado guardado, estoy alegre por iluminar lo más importante de la Navidad.
Ha llegado la noche, ya no necesitan mi luz y me quedo muy triste, todas las noches apagado quisiera que me hablara Jesús, María, el pastorcillo o una oveja… Nada, no creo que yo interese a nadie. ¿Quién iba a hacerme caso?
Un día la señora de la casa dijo:- ¡Cuánto polvo tiene el farol! Ya era hora de que se acordaran de mí – pensé‚ yo -, me ha caído polvo de la suerte; todos empezaron a reconocer lo bonito que estaba el Belén, se olvidaron de lo sucio que estaba, me sentí humillado hasta la noche, en la que me sentí aburrido.
Pasó el tiempo y antes de amanecer, una voz me dijo:-¡ Oye farol ! ¿No tienes amigos?
Busqué con la vista de dónde venía esa voz y por fin la encontré‚ salía del portal, estaba hablando con el Niño Jesús, Él me había escuchado, y así pasamos muchas noches.
Una mañana me desperté‚ sin ver a mi amigo en el portal, me asusté‚ al oír a la señora que dijo: – Pedro, vete a la tienda a comprar otro Niño Jesús, el del portal está viejo y roto.
No podía creer lo que estaba oyendo, me incliné‚ más para ver si lo veía con tan mala suerte que terminé‚ en el suelo hecho añicos, la señora dijo a Pedro que comprara otro farolillo, a la vez me llevaba a la basura donde me esperaba mi amigo Jesús, no tengo ya luz ÉL ME LA DARÁ.
una estrella aparecía.
Sobre un hermoso portal
muy erguida se tenía.
La estrella indicaba algo,
y un bebe allí yacía.
Sobre un pesebre de heno
aquel niño dormía.
¿Quién era ese niño?
¿De dónde vendría?
Lo único que sabemos
es que amor recibía.
Ovejas, cabras y sueños
aquel niño obtenía.
Ese niño que un Dios era,
alegraba un nuevo día.
Y ese pequeño ahora,
ya en el cielo nos admira.
La Navidad
Todo está blanco,
cubierto de nieve
pero todo es un sueño,
la realidad es que llueve.
Las navidades blancas,
hace tiempo que no vienen
todo es posible,
las nieves no nos quieren.
Si en esta Navidad,
la nieve no viene
yo la iré a molestar,
hasta que me diga que viene.
En esta Navidad, mirad,
si en vuestra ventana hay nieve
agradecedme a mí,
que nieve y no llueve.
En un pequeño pesebre
En un pequeño pesebre
se dormía el niño Dios
con pastores y zagalas
cantando a su alrededor.
La virgen, le miraba
y en sus ojos, la emoción
que corría en su mejilla
llenaba el lugar de amor.
Y la estrella que allí estaba
alumbrando el portalón
apagó su brillante luz
y al momento se esfumó
dejando en el cielo abierto
el camino que tomó
provocando a todo el mundo
una gran admiración.
Jesús nacía.
Su padre fue Dios
y su madre fue María.
no sé por qué será
pero toda la ciudad
adornada está.
No le llevaron regalos,
sólo se pusieron a cantar
mientras el niño se empezó a balancear.
Poesía de Navidad
La Navidad se viste de blanco.
El veinticuatro de Diciembre ya empieza la Navidad.
La ciudad se viste de blanco y los niños poniendo el árbol están.
Luces y guirnaldas alumbran la gran ciudad.
Las campanas sonarán y las velas alumbrarán y las casas
llenas de luces estarán.
Turrón y mazapán la gente comerá .
FELIZ NAVIDAD
La Navidad
La noche de Navidad
es un día ,
en la que toda la gente
está contenta y alegre.
Los niños que están dormiditos
esperan sus regalitos
con mucha emoción
y con gran ilusión.
Al día siguiente
los niños y todos los demás,
se despiertan tempranito
y eso que con la emoción
casi no han podido pegar ojo.
Abren sus regalitos
y cuando se dan cuenta
que lo más importante
es estar, contento ese día.
Donde reina la paz una vez al año,
y como dice el refrán:
creo que nadie
le va a hacer daño.
es una fiesta familiar.
Comeremos los turrones
y los polvorones.
montaremos esta peña!
recibiremos el nuevo año.
montaremos esta peña!
una triste vida que no tenía valor.
que me dio todo su amor.
gracias por tu cariño,
pero tengo una familia cerca del armiño.
A esa muñeca la quiero yo.
Navidad: campanas y regalos
En Nochevieja
la familia
es lo que cuenta .
Los regalos, para niños
El amor,
el año nuevo.
Las uvas.
En reyes,
y el turrón
para el listón.
Hay un reloj
bajo el árbol,
que espera al
niño bueno.
Las campanas
sonarán cuando
me vaya a acostar.
Los Reyes
Los Reyes van cargados
con mucho s regalos.
Los niños impacientes
van detrás de la gente.
Yo miro este jaleo
con cara de deseo.
Los padres se pierden
los niños se entretienen.
Poesía
las vacaciones de Navidad,
estamos todos contentos,
porque nos dejan en paz.
que tenemos que empollar,
para sacar buenas notas,
si otras vacaciones queremos disfrutar.
comeremos turrones hasta por los pies.
Vendrá Papá Noel, cargado de regalos,
y si nos portamos bien, hasta los Reyes Magos.
todos dormían alegres,
y los niños esperaban,
la llegada de los duendes.
regalos sorprendentes,
unos juguetes nuevos,
regalos diferentes.
abren ellos los paquetes
y descubren; sus nuevos juguetes,
con ellos disfrutarían
en un día de mucha alegría.
Poesía de Navidad
Ya llegan los reyes magos
con sus majestuosos caballos.
Cargados de maravillosos regalos
para los niños que no han pecado.
Y oro, incienso y mirra, para
el niño Dios que ha nacido.
Cuando estos regalos le entregaron
María y José muchas sonrisas echaron.
Las Navidad está por llegar,
el belén y el árbol de Navidad
las casas adornarán.
Los niños esperan regalos
que los reyes magos traerán.
El día 5 de Enero muy nerviosos
estarán esperando a la mañana siguiente
porque muchos regalos recibirán.
¡Ya es 6 de Enero!
los niños ¡Que contentos están!
Han visto los regalos
y ya nerviosos no están.
Poema
En el año hay muchas fiestas
sin duda muy halagüeñas
pero las más atractivas
son las fiestas Navideñas.
Sirven de reunión
entre familia y amigos
y tampoco hay que olvidar
a los que son enemigos.
No olvidemos esos días
del nacimiento de un Niño
y recordarlo también
con ilusión y cariño.