Abrimos esta sección con  cuento encadenado ‘La maldición en el castillo’ creado el curso pasado por los alumnos de 5ºA del CP Fernando de los Ríos de Torrelavega. En el próximo número de Red-acción comenzaremos una historia que tú tendrás que continuar.

¡No leas todo el cuento seguido de principio a fin! En sus páginas hallarás muchas y variadas aventuras. A medida que lo vayas leyendo te verás obligado a elegir. De tu decisión depende que la aventura sea un éxito o un fracaso. Tú serás responsable de las aventuras que tengan David y Rosa, porque tú eres quien elige. Una vez que hayas elegido, sigue las instrucciones para averiguar qué sucede a continuación. Que disfrutes con las arriesgadas aventuras que nuestros protagonistas tienen que pasar.

Castillo Alto
Por Ana Muñoz

Castillo Alto era un pueblo, su nombre venía de que al final del pueblo había un castillo muy alto. Daniel y Rosa eran dos niños muy traviesos a los que les encantaba correr riesgos y aventuras.

Eran de unas familias de las más ricas del pueblo, por no decir las que más. A ellos eso de ser ricos no les gustaba mucho porque estaban casi todo el tiempo en recepciones, bodas, bautizos, comidas… se aburrían mucho. Menos mal que lo animaban todo un poco con sus bromas y sus  gamberradas que si no …

A Daniel y a Rosa les gustaba mucho estar juntos, y lo que menos les gustaba era levantarse pronto e ir al colegio.

Ellos estaban hablando constantemente del castillo que había al final de su pueblo. De sus torres, de que la torre que más les gustaba era la torre central porque era la más alta, más adornada y en su punta había una bandera. También hablaban de la fachada, de que estaba muy vieja y se caía a pedacitos. Del foso que tiene y que por el pueblo corren unos rumores de que en el foso hay unos cocodrilos, que se alimentan de los animalitos que caen en él o caminan al borde.

También corren rumores de que el castillo está cuidado por fantasmas, que está embrujado y que en él también habita un gran ogro que se come a la gente y por eso nadie se atreve a entrar en el castillo.

Cada día Daniel y Rosa se enteran de una nueva historia sobre el castillo. El otro día se enteraron de que en el castillo había un tesoro, y ellos se pusieron muy contentos porque hacía días que no oían ninguna historia sobre el castillo.Ya tenían 50 papelitos con 50 rumores sobre el castillo que les habían ido diciendo sus vecinos del pueblo y sus familiares.

Una noche estuvieron leyendo todas las historias sobre el castillo. Estuvieron hasta muy tarde. Y al día siguiente no había quien leslevantara para ir al colegio. Al cabo de una semana fingieron unaenfermedad y no fueron al colegio, se escaparon y fueron al castillo. El camino era muy largo y a la vez muy tenebroso, había muchos árboles y no parecía que hubiera gente, allí arriba hacía demasiado frío, no había bancos, estaba todo sucio, ellos tenían mucho miedo e iban fuertemente cogidos de la mano; cuando llegaron allí vieron tres grandes puertas, una era azul, otra era roja y otra amarilla.

Si quieres entrar por la puerta azul pasa a ………   Carlos
Si quieres entrar por la puerta roja pasa a ………   Rubén
Si quieres entrar por la puerta amarilla pasa a …. Sandra

 

Puerta Azul
Por Carlos

Entraron al castillo por la puerta azul, allí dentro había telarañas, polvo y ellos creían que había fantasmas, pero se encontraron a Rufo, un perro marrón y con unas manchas blancas. Daniel y Rosa se lo quedaron para que les hiciera compañía, subieron unas escaleras y se encontraron un gran tesoro.

 Rufo les ladró porque la casa era una trampa, entonces Daniel y Rosa le dijeron:
¿ Qué te pasa Rufo?
Rufo, al no poder hablar les ladró.

Daniel y Rosa no cogieron el tesoro, siguieron adelante y se encontraron otra puerta que les dirigió a otro mundo que se llamaba el mundo divertido. Se montaron en una montaña rusa que había allí. Cuando se bajaron estaban mareados y vomitando.

Después vieron unos columpios, un tobogán…En todo se montaron. Salieron muy cansados. Salió un señor y les dijo que fueran a donde su Jefe, el señor Barrabás.

 Barrabás era malo, pelo negro y siempre iba vestido de gris o de negro. Fueron donde ese señor llamado Barrabás. El señor Barrabás les pidió todo el dinero que tuvieran. Le dijeron que ellos no tenían dinero. Pero ….. Barrabás llamó a sus gansters.

Si quieres ir a su mundo vete a ……………………. 1/ Pablo
Si quieres ira luchar con sus gansters vete a ….. 2/ Eva

 

1/ Por los Pelos
Por Pablo

Daniel y Rosa al ver a Barrabás y a sus gansters se asustaron y salieron corriendo, se pusieron tan nerviosos que casi no encuentran la salida. Pero… sí, al final la encontraron, salieron por la puerta rápidamente y Barrabás dijo:
– ¡Qué no escapen!.
Pero justo cuando un ganster les perseguía, cerraron la puerta y el ganster quedó estampado contra ella. ¡Ah! Y no nos olvidemos de Rufo el perro que encontraron en el camino. Él se fue con los dos hermanos.

En cuanto salieron de allí dijeron:
– Bueno, ahora hay que buscar a papá y a mamá.
Decidieron ir juntos para no perderse. Tuvieron que hacerlo rápido, antes de que sus padres se asustaran y llamaran a la policía o hicieran alguna cosa así. Buscando, se encontraron a gente muy parecida, ellos pensaban que sus padres estaban preocupadísimos. Durmieron en el portal de una casa y por la mañana salieron corriendo rápidamente. Como eran ricos todavía les quedaba un poco de dinero y se fueron a un restaurante. Allí comieron sus platos favoritos y de postre encargaron hacer un pastel de 53 pisos (bueno esto lo encargó Daniel).

Cuando Rosa se enteró de que Daniel había gastado el último dinero que les quedaba dijo:
– ¡Qué dices? ¡Que has gastado nuestro último dinero en un pastel de 53 pisos!
Daniel se quedó asustado y dijo:
– ¡Es de chocolate! del que te gusta, y revolucionaron el restaurante. Por supuesto, no iban a dejar tirado allí aquel pastel, comieron hasta reventar. Entonces sus padres les encontraron y les dijeron que dónde habían estado. Ellos contestaron que habían estado en el país divertido. Sus padres no se creyeron nada y también preguntaron por el perro, los niños respondieron que lo habían encontrado en su viaje. Los niños contentos de haber encontrado a sus padres, y sus padres contentos de haber encontrado a sus hijos.

FIN

2/ La entrada de los gansters
Por Eva

Rápidamente aparecieron 1.000 gansters, no 1.000 sino 5.000 gansters. Daniel y Rosa se quedaron con la boca abierta, Rufo empezó a ladrar. Daniel se subió en Rufo e intentó escapar, pero fue inútil, porque le cogió uno de la camisa, que llevaba una araña verde y le tiró hacia donde estaba Rosa.

A Rufo se lo llevó Barrabás a un cuarto gigante que estaba a oscuras, con los demás perros que habían pasado por allí.

Rosa y Daniel pensaron y pensaron pero no se les ocurrió nada.
De repente Daniel se acordó de que tenía dinero en el bolsillo, lo juntaron rápidamente y se dirigieron hacia Barrabás, pero los gansters no les dejaron, así que Daniel le pegó un puñetazo a un ganster, entonces empezaron a luchar pero Daniel y Rosa por más que lo intentaban …. «>¡no acababan con ellos!

 De pronto se abrió la puerta por la que los gansters habían metido a Rufo. ¡Era Rufo!. Rufo acabó con todos los que pudo, pero aún quedaban 2.500 gansters; Rufo se dirigió hacia las cortinas amarillas que había encima de la puerta, saltó y se agarró fuerte, con la mala suerte de que las cortinas se rompieron y…¡cayeron sobre los gansters!.Ya sólo quedaban 2.000, Barrabás les chillaba para que les atacaran, pero no le hacían caso.

Daniel y Rosa fueron donde Rufo a darle la enhorabuena, pero sin que se diesen cuenta, los gansters se acercaban por detrás. Rosa se dio la vuelta y saltó por encima de los gansters y al intentar cogerla se dieron unos con otros en la cabeza, en las rodillas e incluso en el culo. Daniel no hacía más que reírse. Sólo quedaban 1.500 gansters.

Daniel cogió unas monedas y las lanzó al aire.Todos los gansters se lanzaron a por ellas. Entonces Daniel, Rosa y Rufo les pegaron una paliza. Sólo quedaban 1.000.

Rosa empezó a preparar pasteles, ¡preparó 1.000 pasteles!, y los puso en una mesa. Rápidamente todos los gansters fueron directos hacia ellos, pero… ¡ era una trampa!. No quedaban gansters.

 Daniel, Rosa y Rufo se fueron escaleras abajo pero… ¡estaba Barrabás!. Daniel se pegó un susto terrible. Barrabás se acercaba a ellos cada vez más, más y más. Rufo saltó encima suyo y le agarró de los calzoncillos, tiró y el pantalón se rompió; entonces Rufo vio que se rendía, le pegó un mordisco en el culo y entonces ellos aprovecharon para irse.

Si quieres salir vete a ………….. María
Y si no, quédate donde estás.

 

Las dos puertas
Por María

Al terminar con los gánsters Rosa y Daniel se dieron cuenta de que a Rufo le habían arañado en una pata, le cogieron y se lo llevaron hasta la puerta del mundo divertido y entonces Rufo empezó a ladrar.

Rosa vio  una rata, la cogió y la tapó con su abrigo y se dispuso a abrir la puerta pero la puerta no se abría.
Daniel dejó a Rufo en el suelo y empezó a gritar y a golpear la puerta, Rosa le tranquilizó y se sentaron en el suelo, mientras hablaban, la rata saltó de los brazos de Rosa y echó a correr.

Daniel le dijo a Rosa que se quedara con Rufo. Rosa le obedeció. Siguió a la rata hasta que se metió en un agujero, esperó un rato hasta que salió con un gran manojo de llaves. Daniel le cogió y fue donde Rosa gritando ¡Lo encontré, lo encontré! Rosa y Daniel empezaron a saltar pero Rosa dice:
– ¿Qué llave es?
– Lo comprobaremos.
Metieron una, ¡nada! otra, igual. Así hasta que se cansaron. Se sentaron y dijo Daniel:
– Es imposible, nunca saldremos, nos quedaremos para siempre.
Entonces Rosa se fijó en una llave reluciente de color amarillo chillón y dijo:
– Con esa no hemos probado.

Daniel se levantó, la metió en la cerradura, empujó y nada, la puerta no se abría.
Rosa empezó a llorar y Rufo se levantó y empezó a saltar y a ladrar al lado de la puerta. Rosa le decía que ella también quería salir y dijo Daniel:
– No, Rosa, yo creo que nos quiere decir algo, como que sí podremos salir por algún sitio; igual si abrimos ese candado pero ¿con qué lo abrimos?.
– Tengo pinzas en el pelo.
– No tonta, con la llave pequeña del manojo, Rosa tráeme el manojo, por favor.
– Ten.
– Gracias.
– Anda, se ha abierto bien. Vamos ¡qué pasillo tan largo!
– ¡Oh! No, otra puerta.
– Pero Rosa, ven, esta se abre sin llaves.
– ¡Papá! ¡mamá!
– ¡Rosa! ¡Daniel! ¡Rufo!
– Mira, mamá, una rata ¿podemos quedárnosla?.
– Pero, ¿cómo se llama?
– Adi, quiero que se llame Adi. Papá ponle algo a Rufo en la pata. Mamá, no te lo podrás creer, hemos luchado con los gansters, como con 5.000 gansters, ha sido guay.
– Niños, ¿a que no sabéis que os he alquilado una peli en la que dos niños luchan contra unos gansters?
– ¡Oh, no!.

FIN
 

La puerta roja
Por Rubén

Daniel y Rosa decidieron entrar por la puerta roja. Cuando entraron vieron a un fantasma que era bueno y se hicieron amigos y les ayudó en sus problemas. Otro día se encontraron los amigos y el fantasma a otro fantasma, pero era malo y los dos fantasmas se pelearon. El fantasma malo cogió a Daniel y amenazó al otro fantasma diciendo:
– Déjame ir o me enfadaré y raptaré a Daniel
 Y el fantasma bueno, que le pusieron de nombre Fantasmín, soltó al otro fantasma que le llamaron Glotón, porque era muy gordo. Los niños siguieron su camino, se fueron a un bosque donde vieron a un hombre muy mayor que sabía hacer magia. Daniel, Rosa y Fantasmín le dijeron que si les podía convertir en águilas para llegar más rápido y más lejos, el brujo les dijo:
– Siempre que queráis verme, decid dos veces las siguientes palabras jepris, jepris y al momento estaré allí.

Después se fueron volando a descubrir más lugares. Fueron descubriendo muchos más lugares. También fueron descubriendo muchos más idiomas, como el de los monos, águilas, gaviotas, panteras, delfines, ballenas, mantas, peces, murciélagos y muchos más idiomas que irán descubriendo a lo largo de la aventura. El grupo de amigos ya estaba cansado de tanto volar y decidieron pronunciar las palabras mágicas jepris, jepris y … de repente apareció el brujo y los niños le dijeron:
Queremos vivir más aventuras y no sabemos qué hacer ¿nos podrías ayudar?.
Claro que sí, dijo el mago, pero me tendréis que ayudar a construir un refugio en lo alto de un árbol.

Entonces los niños aceptaron y empezaron a buscar madera y ramas para construir la cabaña al mago. Estuvieron días, semanas y meses pero por fin consiguieron hacer la cabaña al mago. El mago que estaba muy contentos les dio a elegir entre dos puertas, una tenía un agujero pero lo de dentro no se veía y la otra tenía marcado un tres con sangre y les dio mucho miedo aunque decían que eran valientes.

Si quieres ir al agujero vete a ………………….. 1/ Melanie
Si quieres ir al tres con sangre vete a ……….. 2/ Unai

 

1/ La puerta del agujero
Por Melanie

Daniel y Rosa decidieron entrar por la puerta del agujero. Fatasmín también. Todo era de gominola, el suelo de chocolate, el río también era de chocolate.
Las casas eran de regaliz, de nube de dedo, de fresas, etc
Estuvieron buscando una casa para vivir en ella, cogieron una muy grande, porque eran tres personas.

El primero en entrar fue Daniel, porque Fantasmín y Rosa estaban un poco asustados.

 Daniel entró y oyó:
– «Jerpris» ,»Jerpris» -era el viejo mago-
– ¿Qué tal? – dice el mago.
– Nosotros bien, -dijo Daniel-.

Daniel miró por la ventana y dijo:
– ¡Mira que piscina más grande!
– Es de chocolate -dijo Rosa-.
– Es verdad -dijo Fantasmín encantado-.
– ¿Nos vamos a dar un paseo? Dijo Daniel.
– Vale, dijo Rosa.

De pronto se oye un ruido :
¡Te, te, te! Y después …. ¡Socorro, Socorro!
– Es la voz de Rosa -dijo con miedo Fantasmín.
Pasaron días y días, noches y noches y Rosa no apareció.
Cuando llegaron a casa a Daniel se le ocurrió una cosa: «Le mandaría una carta a Rosa». Le parecía que ya sabía donde estaba. 
Querida Rosa:
¿Dónde estás? Estamos preocupados, te fuiste así, sin más, y no nos dijiste nada.
Si recibes esta carta, contéstame.
Se despiden, Daniel y Fantasmín.

Cuando volvían Daniel y Fantasmín se encontraron dos toboganes uno de color rojo y otro de color verde.

 

Si quieres ir al tobogán verde vete a ……….. Sara
Si quieres ir al tobogán rojo vete a ……….. Manuel

 

El tobogán verde
Por Sara 

Daniel y Fantasmín fueron al tobogán verde y entraron en una cueva donde encontraron a Rosa atada a una roca, pero era un truco del viejo mago y con «Jerpris, jerpri desapareció.
Continuaron hasta salir fuera de la cueva y vieron otra cueva, que se había formado por la tristeza de no haber encontrado a Rosa.
Luego Fantasmín dijo:
– Daniel, no te preocupes encontraremos a Rosa.
– Vale, no me desanimaré, dijo Daniel.

De repente desapareció la cueva y se asustaron. Luego, al ver a Glotón atando a Rosa a un árbol, corrieron y corrieron y Glotón les vio y la desató y echó a correr y se adentró en el bosque. Daniel tenía miedo, pero Fantasmín no tenía miedo.

Anduvieron y anduvieron y vieron al viejo mago medio muerto, porque Glotón se convirtió en un monstruo y le clavó las uñas y les dijo:

 – Se ha escondido en la cueva de cristal.
– Bien, gracias. Dijeron Daniel y Fantasmín a la vez.
Continuaron andando y encontraron la cueva de cristal. Vieron a Rosa atada y a Glotón.

Era horrendo y aún más gordo y les dijo:
– Fuera de aquí, estoy esperando al cura.
– ¿Al cura?, es mentira tú y Rosa no os casáis
– Lo siento Daniel, me obliga.
Daniel piensa en salvarla, Glotón se durmió y Daniel y Fantasmín rescataron a Rosa y volvieron a casa.


FIN

El tobogán Rojo (La aparición de Dinio)
Por Manuel

Se metieron en el tobogán rojo y Daniel dijo:
– Este tobogán no es muy divertido.
Rosa dijo:
– Yo pienso lo mismo.
Se encontraron a Carlos, un amigo suyo, les acompañó todo el camino y se encontraron una casa grande y bonita, era blanca y tenía cuatro habitaciones, justo una para cada uno. Pero de repente apareció Daniel y les dio un susto.

Fantasmín dijo:
– Vete a dormir, no te queremos aquí.
Y dijeron las palabras mágicas «jerpris, jerpris» e hicieron un hechizo para que desapareciera Daniel y se fuera a dormir. Y todos se lo agradecieron.
Se fueron a dar un paseo y se encontraron a un amigo que se llamaba Dinio.
Daniel dijo:
-Se podría venir a vivir con nosotros.
Y así fue, llevaron a Dinio a su casa.
Dinio les contó muchas cosas.
Dinio dijo:
-Yo bajé por el tobogán verde pero ahora estoy aquí.
– Nos lo vamos a pasar muy bien, esta casa es bastante grande. Dijo Daniel sonriendo.

Se oyó un ruido en las habitaciones, todos subieron a ver qué había pasado.
Era Daniel haciendo el tonto con sus bromitas.
Rosa dijo:
– ¿Por qué no nos vamos a dormir?
Y todos se fueron a dormir. Al día siguiente fueron a dar un paseo y se encontraron a sus padres y fueron muy felices.

 

FIN

2/ Fuegolandia
Por Pablo Unai

Los niños decidieron entrar en la puerta 3 con sangre. Fantasmín dijo:
– Lo siento, yo este mundo no lo puedo abandonar, tomad, yo os doy este talismán de fantasmas, siempre que estéis en peligro decíd «Luna, lunera cascabelera» y aparecerá un fantasma, yo tengo amigos fantasmas en todos los reinos.

Daniel y Rosa decidieron entrar. Dentro había plantas de fuego, todo era de fuego, ellos vieron una casa y fueron hacia ella; llamaron a la puerta y salió un hombre que les dijo:

– ¿Qué queréis?
Los niños dijeron:
– ¿Qué reino es este?
– Este reino se llama «FUEGOLANDIA»
– Señor, ¿nos puede dar cobijo y comida por favor?

Esa noche, durmieron en esa casa; a la mañana siguiente aquel hombre les dio un carro, un caballo, y comida para dos días.
Anduvieron y anduvieron y llegaron a un lugar donde había dos leones, recordaron lo del talismán, dijeron las palabras y apareció un fantasma, todo de fuego, el fantasma chamuscó a los leones.
Después el fantasma les dijo:
– Seguid este camino y llegareis a una casa, allí tenéis muchas cosas, pero tenéis que pasar un río con cocodrilos, en esa casa encontrareis dos niños más, se llaman Pedro y Elena, ellos os darán la comida.

El fantasma se despidió y los niños fueron hacía la casa.
Caminaron y caminaron y llegaron al río, un cocodrilo dijo:
– ¡Hola, niños!, ¿qué queréis?
Daniel dijo:
– Me gustaría cruzar el río con mi hermana, por favor.
– Si me dáis dos cabritos y una oveja cruzaréis sin problema, o si no mirad, veis que somos 20 cocodrilos.15 somos malos y 5 buenos, saltad por los buenos y llegaréis a la otra orilla, pero si pasáis por los malos moriréis.

Daniel cruzó por los buenos, ahora le tocaba a Rosa, pisó 3 bien pero el cuarto falló, entonces Daniel dijo:
– «Luna lunera cascabelera»
Y apareció de nuevo el fantasma, liberó a Rosa y dijo:
– Creo que no os puedo dejar solos, bueno os acompañaré hasta la casa, dejadme que os haga una pregunta:
– ¿Quién os dio ese talismán?
Los niños contestaron:
– Fantasmín, el fantasma del castillo alto, él nos lo dio por si teníamos problemas.

 Y entonces vieron de lejos la casa que se estaba quemando, fueron más deprisa. Cuando llegaron ya era muy tarde, ya se había quemado por completo.
Los niños se presentaron y todos los días Daniel, Rosa, Pedro, y Elena buscan alguna casa para pasar el resto de sus días.

 

Puerta Amarilla

Las aventuras de Rosa y Daniel
Por Sandra.

En cuanto entraron por la puerta amarilla ¡zas! un fantasma pasó por enfrente. Daniel y Rosa se quedaron asombrados, pero no se asustaron, todo lo contrario, se reían. Rosa dio un paso al frente y sonaba un trabalenguas muy difícil de decir, luego fue Daniel el que dio un paso al frente y sonó una canción en francés. Los dos niños se miraron y se empezaron a reír.

De repente apareció otro fantasma diferente, era el fantasma más conocido de todos los fantasmas, llamado Pupis el gruñón . Se oyó un grito terrorífico y el fantasma les dijo :
– ¿Quién os ha dado permiso para entrar y para reiros de mis fantasmas?

Daniel y Rosa se disculparon, pero él les dijo que les perdonaba si pasaban una clase de pruebas. Los dos niños aceptaron encantados, pero porque no sabían de qué clase de pruebas se trataba. Y es que la primera trataba de lanzar con un cuchillo a la cabeza de un fantasma. El niño pensaba que si le daba y le mataba se convertiría en un criminal. Pero gracias a las clases de lanzamiento que ensayaba en el colegio acertó, y el fantasma Pupis se moría de rabia.

Pero el fantasma no se rendía y les dijo:
– Si la siguiente la acertáis podréis volver a ver a vuestros padres sin ningún inconveniente.

La segunda prueba trataba de encontrar el mensaje para salir de ese castillo. A Rosa y a Daniel ya no les gustaba la idea de no volver a ver a sus padres. El fantasma les dijo que sólo tenían veinticuatro horas para encontrar el mensaje y que el tiempo empezaba ya.

 Los niños empezaron a subir y a subir por unas escaleras. Después de haber subido veinte peldaños se encontraron con un papelito que decía: Busca. Los niños siguieron subiendo desesperadamente y cuando subieron otros veinte peldaños más encontraron otra palabra que decía los. Los niños siguieron subiendo y cuando llegaron a los otros veinte, encontraron otra palabra que decía dos. Siguieron corriendo hasta llegar a los otros veinte y se encontraron otra palabra que decía últimos.

Los niños miraron el reloj y no les quedaba mucho tiempo, entonces siguieron subiendo más y más peldaños, llegaron hasta otros veinte peldaños y se encontraron con otra palabra que decía peldaños.
Los niños dijeron: ¡ ya está ! ¡ ya tenemos el mensaje ! Busca los dos últimos peldaños.Y así fue, siguieron corriendo y cuando llegaron había dos peldaños, uno de color verde y el otro de color morado.

Si quieres ir por el peldaño de la esperanza, el de color verde, vete a… Iván
Si quieres ir por el peldaño de la confianza, el de color morado, vete a … David

 

1/ El hada Navi
Por Iván.

Pasaron por el peldaño verde, seguían en el castillo, pero desde que pasaron por el peldaño verde oían ruidos y encontraban de vez en cuando, mientras caminaban, esqueletos de humanos y huesos de animales. Todas las puertas estaban cerradas y al cabo de un rato Daniel dijo:
– ¡Ya hemos pasado por aquí!

Y era verdad, ya habían pasado por allí, pero una puerta estaba abierta. Entraron. Una vez dentro se cerró sola la puerta, un ogro les perseguía, pero los niños corrían mucho más que el ogro.

Encontraron un baúl, lo abrieron y había una especie de hada llamada Navi, les dijo que  la siguieran, que sabía por donde ir. Navi encontró en una mazmorra un esclavo que esa misma noche iba a ser la cena del ogro. También encontraron a un fantasma bueno, al que encerró el ogro porque era bueno y no asustaba a nadie.
El grupo siguió andando hasta encontrar la salida. De repente vieron que les estaba persiguiendo el ogro, Navi les dijo que la siguieran, que sabía por donde ir. Salieron por una especie de balcón que tenía un puente, era su única escapatoria. Cuando ya estaban empezando a pasar por el puente, el ogro tiró una roca gigante al puente y cayó al agua. El fantasma intentó pegar al ogro, pero el ogro  era demasiado fuerte.
Luego el esclavo del ogro intentó tirar al ogro, pero tampoco funcionó.Todos estaban heridos menos Navi. Navi era su única esperanza.
Navi consiguió paralizarle un rato, ahora podían escapar. La única escapatoria que tenían era tirarse desde el castillo hasta el agua.

Si quieres saber lo que pasó, pasa a… Clara

 

Desenlace
Por Clara Jara

Al tirarse al agua fueron hacia la orilla y se dieron cuenta de que estaban en el paraíso.Al introducirse más en la isla, Daniel vio un bosque tropical.
– Mirad hay un volcán en el centro del bosque, dijo Daniel asombrado.
– Chicos, yo puedo encontrar el camino hasta el volcán, y luego volvería con vosotros, dijo Navi. – ¿Y si viene el ogro ?, porque él puede venir!, exclamó el esclavo.
– No, en el paraíso nadie puede hacer daño a algo o a alguien, contestó Navi.
 Al irse Navi todo se quedó en silencio, pero algo alborotó el silencio. Entonces decidieron cantar. Navi seguía volando hacia el volcán que ya se podía divisar entre la vegetación.
– Ya veo el volcán, es fantástico.
– Es una tontería querer ir hacia el volcán, porque si se pone en erupción nos moriremos todos, y ya no podremos ir a casa, dijo el esclavo.
– Tú has estado mucho tiempo encerrado.
– Mentira.
– Chicos callad, dejaros de pelear, dijo el fantasma.
– Hola, ya he vuelto, ya nos podemos ir al volcán.
Entonces echaron a andar y no pararon hasta llegar.
– ¡Guau!, ¡es enorme, y precioso!, gritó Daniel.
– Nos quedaremos aquí, dijo Navi.
– No subiremos, contestó el fantasma.
– No, si subimos se puede poner en erupción y achicharrarnos.
– No, sí, no, sí.
– ¡Callaros inmediatamente!, así no podemos seguir terminaremos pegándonos y no podremos ir a casa, gritó Daniel. 
– Subiremos.
– Vale, vale, vale.
Cuando llegaron arriba del volcán Daniel se resbaló y cayó al fondo.
– ¡ Oh! No, es horroroso no sé dónde estoy.
– Mira, bien dijo Navi.
– ¡ Es sorprendente estoy en el patio de casa !
– ¡ Estamos salvados !, dijo Daniel.
– Lo siento nosotros nos quedamos aquí .

Y así, Rosa y Daniel fueron felices por siempre jamás.

 
FIN

2/ El Bosque Misterioso
Por David

Subieron el peldaño morado, había un pasillo muy largo. Cuando llegaron al final encontraron la buhardilla, estuvieron rebuscando allí. Solo había trastos viejos. Por fin Daniel encontró la trampilla y pasaron por ella.  Había muchas escaleras, cuando las bajaron encontraron un bosque, en él había muchos animales raros. Por ejemplo: una gaviota con pinchos en la cola, un zorro con orejas de elefante, etc …
Lo que más le gustó a Daniel fue un ratón que al final de la cola tenía una bola dorada y lo que más le gustó a Rosa fue un pato que casi no podía andar. Los dos animales acompañaron a Daniel y Rosa.  Los cuatro seguían andando por el bosque, Daniel se tropezó con una llave y la guardó en su bolsillo. Por la parte en la que andaban había muchos animales raros. Al final del bosque encontraron un cofre en el que Rosa metió la llave que se habían encontrado y lo abrió, dentro vieron dos pociones, una roja y otra naranja.

Si quieres que tomen la poción roja, vete a … Arturo
Si quieres que tomen la poción naranja, vete a … Lara

 

 

Poción Roja
Por Arturo

Daniel y Rosa, cogieron la poción roja. Estaba metida como en un botellín de agua. Eligieron quien de los cuatro se lo iba a tomar. Al final se la tomó el ratón.
– ¡Mira, el ratón se la está bebiendo!.
– Hola, soy vuestra peor pesadilla, dijo el ratón con la cola brillante. Yo soy mago y todos me vais a hacer caso.

El pato se quedó aterrorizado y se desmayó.
Daniel y Rosa se sorprendieron al ver al ratón con esa voz, y tan malo; salieron corriendo por el bosque, cada vez se iba haciendo más y más de noche, hasta que encontraron una puerta y entraron. Estaban como en otro mundo. 
– En este mundo hay mucha agua, ¿por qué está todo lleno de agua?,preguntó Daniel asustado. – Sigamos remando hasta que lleguemos a la orilla, dijo Rosa.

Llegaron a la orilla y encontraron una casa muy grande. Entraron y subieron las escaleras corriendo porque el ratón les seguía persiguiendo. El ratón se puso furioso y les paralizó con su magia. Los niños no se podían mover.
– Socorro, socorro. ,gritaron y de repente apareció un elefante y les salvó, y se encerraron en una habitación del cuarto de arriba.
Allí estuvieron hablando hasta que se oyó:
– Toc, toc. Abrid la puerta ahora mismo o la derribaré con mi magia.
Daniel le preguntó al elefante que si podía volar.
Dijo que lo intentaría.
– ¡Oh!, no lo ha conseguido.
El ratón tiró la puerta y entró.
El elefante decidió luchar contra el ratón, y empezó la pelea.
El ratón paralizó al elefante pero los niños cogieron unas tijeras y le cortaron la cola al ratón.
Entonces la magia ya no servía y el elefante se acordó que tenía una granada.
El elefante dijo:
– Daniel, Rosa. Tiraros por la ventana. Y se tiraron.
El elefante tiró la granada y también se tiró por la ventana y la casa explotó.De repente desaparecieron y volvieron al bosque.  Cuando llegaron había un lobo que atacó a los niños y les comió.
Justo un poco después pasó por allí un cazador que venía del cuento de Caperucita y dijo:
– Vaya, otro lobo. Mira que no acabo con ellos. Menudo día llevo. Y cogió y le mató. Al oír que salían voces de dentro de su barriga, cogió su cuchillo y le rajó la barriga.
Saliendo los niños dando gritos de contentos y el cazador se marchó diciendo:
– Jó, espero no encontrarme otro lobo por el camino.
Y los niños llegaron a casa.

FIN

 

Los países maravillosos
Por Lara

Tomaron la pócima naranja y viajaron a un país. Ya no se acordaban de nada de su pasado, sólo de que eran hermanos.
En el país al que viajaron Daniel, Rosa, Oscar (el ratón) y Rubén (el pato), después de tomar la pócima, estaban en pleno verano pero comenzó a nevar, la nieve cubría todo.

Oscar con su bola dorada, que era mágica, consiguió descubrir parte de las casas de los animales, menos las de los patos famosos. Entonces se los llevó con él, juntos corrieron muchas aventuras. Comenzaron la mañana disfrutando de una gran fiesta de carnaval. Oscar, el ratón, se disfrazó de elefante, Rubén, el pato, se disfrazó de león, Rosa se disfrazó de jirafa y Daniel de tigre.

Cuando entraron todos los animales se asustaron y corrían a esconderse. Pero Rubén vio una patita muy guapa, y se quitó la careta, entonces todos salieron. Oscar, con su magia, hizo aparecer una gran orquesta, un montón de mesas llenas de comida, y luces de colores. Todos bailaron, rieron y comieron, la fiesta la habían fijado para el 3 de febrero, que era el santo de Oscar.  Daniel y Rosa le hicieron una propuesta a Oscar y Rubén: tomar una vez más la pócima naranja, y viajar de nuevo.
Lo hicieron y acabaron en un mundo en el que todo era de color azul: las personas, los animales, las casas, los árboles, etc. Al llegar todos los miraban de forma rara, pero ellos pronto se hicieron amigos de todas las personas y animales. Lo malo fue después de muchas horas conociendo todo lo que les rodeaba, comiendo, bebiendo y disfrutando de todo.

Ellos necesitaban dormir, pero allí la gente y los animales no dormían. Los días eran de 48 horas y no había noche.
Entonces decidieron volver a cambiar de país. Tomaron de nuevo la pócima, y acabaron en un país de nombre muy raro: Torrelavega. Allí conocieron a un montón de niños que acudían a un sitio llamado colegio.

Fuimos con ellos y entramos por una puerta que ponía 5º A, donde había un niño más mayor, que era el que mandaba: les enseñaba libros y les hacía preguntas que ellos ponían en unas hojas con alambres que llamaban cuadernos.

Los niños hacían aparecer palabras y números con muchos colores algo que no conocíamos.  Estuvimos allí sentados una hora y media y salíamos a correr y a jugar a una pista cerrada llamada patio.
Cuando subimos de nuevo, el niño mayor no estaba y había una niña mayor que hablaba muy raro.

Los niños nos explicaron que era inglés, esto a los niños les gustaba, pero nosotros nos aburríamos porque no entendíamos nada.A la una cada niño salió y se fue con niños y niñas mayores a comer. Entonces nos sentamos a hablar de lo que podíamos hacer, dimos un paseo, y muy cerca del colegio encontramos un sitio muy bonito, nos dijeron que era un parque, había cosas muy divertidas para jugar, al rato nos tuvimos que ir porque Oscar bajó por una rampa que llamaban tobogán, se cayó y se dio un golpe en la cabeza.

Entonces decidimos irnos a conocer otro país, pero no pudimos. Cuando sacamos nuestras botellas de pócima naranja se había terminado. Entonces tuvimos que quedarnos, fuimos con los niños al colegio, y ahora ya nos gustan todas esas cosas que nos parecían tan raras, y ¡aprendimos inglés!

FIN

 
Trabajo original