Tres alumnas del IES José María de Pereda intentaron realizar una entrevista al cantautor Ismael Serrano, pero problemas en su apretada agenda mientras estuvo en Santander lo impidieron. En cualquier caso, este es un artículo sobre el concierto que dio en el Palacio de Festivales de la capital cántabra.

Desde septiembre esperando a que llegase ese día, tres meses con la entrada guardada en el sitio más seguro de nuestros cuartos, y por fin, estábamos allí. Era dos de Diciembre y el público expectante del Palacio de Festivales esperaba a Ismael Serrano.

Las luces comenzaron a disminuir y los músicos salieron a escena tocando una melodía encadenada y por fin, un Ismael desaliñado, natural, salió al escenario cantando «La mujer más vieja del mundo».

Desde un principio se mostró cercano a nosotros, siendo él mismo, tratándonos de «familiares y amigos», presentando cada canción con comentarios y bromas, dedicándonos ese paraíso desierto al que no se nos permite entrar.

Una a una fue repasando, no sólo las canciones de su último disco, sino también las de los dos anteriores «Atrapados en azul» y «La memoria de los peces». Siempre junto a su guitarra, que nos sacaba la lágrima en canciones como «Has de saber» o el precioso solo con guitarra de «Ya ves», que ponía los pelos de punta; o nos animaba a bailar con «Tierna y dulce historia de amor» o «Una historia de Alvite». Quizás uno de los momentos más emotivos fue cuando dedicó la canción «A las madres de Mayo» a esas madres que cada jueves van a la plaza de Mayo de Buenos Aires esperando a que sus hijos, asesinados por el régimen de Pinochet, regresen con vida. En ese momento todo el anfiteatro se llenó de «estrellas» (como lo denominó él) gracias a los mecheros de los espectadores. Amigo de sus amigos, invitó al percusionista, y aparente cantautor, Javier Bergia a cantar junto a él.

Como todas las buenas noches, sobre todo las más bellas, la nuestra también acabó. Pero el público santanderino no quería dejarle ir, quería retenerle para sí el resto de la noche. Cerrando la velada, con «Amo tanto la vida», desplegando con ella su desgarradora y tan peculiar voz.

Simpático, cariñoso, atento, poeta de la experiencia, cronista de la vida, … todos estos adjetivos califican a Ismael Serrano. Se confiesa como pequeño ladrón de versos de grandes poetas y amante de su ciudad, Madrid; punto de encuentros y citas en el KmO, a las que siempre llega tarde. Se considera un adolescente, a pesar de sus 26 años, incombustible guerrillero que sueña con que también puedan construir algún día su paraíso los pueblos indígenas de Latinoamérica y un incansable Ismael que sigue buscando a su Lauren Bacall (Ya que él se considera un Humphrey Bogart vallecano).

Nos gustaría dar las gracias a Beatriz, de InterAulas, que hizo lo posible por que pudiéramos entrevistarle. Aunque al final no fuese posible. Eso sí, él estuvo en la tienda de discos «Tipo» firmando y dedicando entradas y discos, haciendo posible también la realización de fotos (que a más de una provocó ataques de nervios, ¡incluidas nosotras!).

Así que, como él mismo dijo en el concierto, «la ciudad parece un mundo cuando se ama a uno de sus habitantes, así que hagamos de esta noche, que Santander sea un planeta, un universo, una galaxia».

 

Web oficial de Ismael Serrano

Trabajo original