El Taller de Prensa del colegio Compañía de María ha organizado este trimestre el primer Concurso Manuel Llano de redacción periodística al que se presentaron un total de 40 artículos para las dos categorías, Primaria y Secundaria. Aquí tenemos a los trabajos que resultaron ganadores en ambas.

Se celebra en nuestro colegio el primer concurso Manuel Llano de periodismo para alumnos del centro. Se trataba de elaborar un artículo de opinión sobre algún tema de actualidad: economía, ecología, educación, etc.

Se convocaron dos premios: uno para la categoría de Educación Primaria y otro para la de Educación Secundaria.
Se presentaron 19 artículos de Primaria y 21 de Secundaria.
El jurado lo tenía difícil, porque casi todos eran muy buenos y estaban bien documentados. Al final el premio fue a parar al artículo titulado «La publicidad puede hacer milagros», escrito por Elena Llama y Aida Fernández de Secundaria; en él, analizan el impacto que puede causar la publicidad en la gente joven.

En la categoría de Educación Primaria, el ganador fue José Martínez de 5º, que escribió su opinión sobre el terremoto de Colombia.

Los ganadores del concurso Manuel Llano tuvieron la oportunidad de leer sus artículos en la Cadena SER, y recibieron un buen premio y sobre todo, la satisfacción de haber escrito algo interesante.
Quizás esto sea el comienzo de una larga carrera como profesionales de la información.

 

Artículo de Opinión: Ganador de Primaria
EL TERREMOTO EN COLOMBIA
Por José Martínez alumno de 5º E.

Lo primero que hay que destacar del terremoto de Colombia es que destruyó la vida de muchas personas. Y a una persona nunca la recuperas, por mucho que lo intentes; luego casas, supermercados, automóviles, etc.

La mayoría de la gente se queda sin vivienda y no tienen un techo bajo el que pasar la noche. Los policías, bomberos y militares, estuvieron trabajando intensamente porque quedaban esperanzas de encontrar y recoger algún superviviente.

Como algunas personas colombianas aprovecharon para robar en los supermercados, etc, han tenido que intervenir los militares y la policía para echar a los saqueadores e incluso, el presidente del país ha dado un aviso a los ciudadanos por radio y televisión para que se queden en sus casa a defender sus bienes.

En estos desastres, la gente más necesitada aprovecha para robar en las tiendas, en los campos de trigo, de café, etc. Tanto han robado que se rumorea que han venido personas de otros pueblos, ciudades menos afectadas, o quizá de otros países.
Las grietas que abrió el terremoto son de aproximadamente unos 50 cm de anchura. Un niño de 40 cm de cintura entraría en ellas perfectamente. Se calcula que hayan muerto 1000 personas, aproximadamente.

Vi en la televisión las cajas fúnebres, apiladas cinco o seis, unas encima de otras. Después de varios días, siguen encontrando supervivientes y es como un milagro.

El año pasado, en mi clase, una niña colombiana nos dijo que vivían en casas con el tejado de paja y la fachada de barro, en un pueblo. Ahí es donde más problemas hay. La niña se llamaba Lesli.

Cuando ocurre una desgracia de este tipo, la solidaridad aparece como una estrella fugaz. Los países más desarrollados y cultos sacan la solidaridad y ayudan a los países pobres y desgraciados.
La gente organiza programas de radio y televisión para sacar dinero y alimentos para enviar a Colombia.

Las asociaciones humanitarias como Cruz Roja y Médicos Sin Fronteras, se ponen en marcha a toda prisa para acudir en ayuda del pueblo colombiano, se cargan aviones y barcos de alimentos, mantas, medicamentos, agua, etc, para enviarlos a Colombia y ayudar a que pasen los primeros momentos después del terremoto, que son los más dramáticos; con esa ayuda también se puede reconstruir el país, las carreteras, las casas, supermercados, líneas de teléfonos, etc. Yo creo que cuando pasa una cosa de estas hay que ser solidario.

Ganador de Secundaria
LA PUBLICIDAD PUEDE HACER MILAGROS 
Por Aida Fernández y Elena Llama. Alumnas de 2º de ESO

Casi a las puertas del siglo XXI, vivimos en el mundo del consumo impulsivo. Comprar por comprar. Cada día nos bombardean con miles de anuncios en la radio, la prensa, la televisión, e incluso, en el buzón. Nos quieren hacer creer que su producto es necesario, nos hace sentir mejor o parecer mejores, siendo un claro ejemplo las conocidas marcas deportivas.

Para convencernos utilizan a nuestros ídolos como modelos a seguir vistiendo como ellos e incluso, ¡desayunando como ellos! Poco a poco los jóvenes de hoy nos hemos ido mentalizando de qué tipo de ropa debemos llevar, qué marca de galletas, yogures, zumos… debemos comprar.

Hemos llegado al punto de que compramos todo según la marca que sea, incluso de no comprarlo por ser una marca desconocida.

Vas al colegio, los espais de tus compañeros, su mochila, su cazadora, hasta el estuche es de marca. Acabaremos siendo nosotros también de marca. Esperemos que no.

 

Trabajo original