Durante la antigua legislatura del PSOE, entre los años 95-99, se ideó una propuesta más que interesante de centralizar todo el transporte de Torrelavega en un mismo núcleo, en la Granja Poch. Hasta aquí todo correcto. Un proyecto novedoso, funcional y moderno; el problema llega cuando una serie de malas decisiones han pasado esta idea de honorable a detestable. ¿Por qué digo esto? Razones tengo yo y todos los torrelaveguenses de quejarnos… les pongo en situación.
«Esta es una estación que Torrelavega se merecía, queremos más y lo queremos mejor”, fueron las declaraciones de la vicepresidenta de Cantabria, Dolores Gorostiaga, el día de la inauguración de la estación de autobuses, situada en la zona de la Granja Poch, el 13 de junio del año pasado. Y eso esperamos todos, que venga algo mejor, porque creo que una línea que sólo alberga los viajes de largo trayecto y un total de movimiento de 60 autobuses, no se merece una ciudad que se supone que está en una fase de crecimiento económico medio-alto y que apuesta por la modernidad y funcionalidad.
Lo que parece estar claro es que el Gobierno se ha dado cuenta de su error y está ultimando los informes geotécnicos, esperemos que sean más útiles y correctos de los que se hicieron en la Granja Poch, para conocer la viabilidad de la zona conocida como La Carmencita, situada en el donut de La Inmobiliaria (La puerta de entrada por el norte de Torrelavega) como estación intermodal.
”Será el futuro de la red de comunicaciones de la región, integrándose todas las ofertas de transporte: autobús, tren y taxis”. Explicó la señora Gorostiaga. Hasta este punto de la investigación me pregunto, ¿Torrelavega es una ciudad tan poderosa como para tener una estación de autobuses puente, como ha sido definida la estación de la Granja Poch, tan costosa?
Yo opino que no, y me atrevería a decir desde la humilde opinión de un chico de 16 años que ni siquiera tiene derecho a voto, que este cambio de la planificación municipal viene provocado por un fallo de enormes proporciones, porque yo creo que si realizas una encuesta a pie de calle, donde de verdad se conoce la versión real de las cosas no sólo la que se refleja en los plenos municipales, más o menos el 90% de la población diría, si conoce el problema, que no entiende cómo se puede plantear la creación de una estación de autobuses que centralice todo las comunicaciones de nuestra ciudad en un lugar tan reducido, angosto y sin posibilidad ninguna de desarrollo en tamaño. Sólo hay que viajar al lugar y ver la entrada de los autobuses para darte cuenta la complicada maniobra que tiene realizar el conductor cada vez que entre a la estación. Y ya ni que decir la acumulación de autobuses que puede incidir en la zona cuando las líneas aumenten.
Por lo tanto el gobierno busca nuevas opciones y, por desgracia, ha vuelto a las andadas, ya que el proyecto de La Carmencita ha suscitado una gran polémica, cómo no, debido a que la instalación de esta estación en la inmobiliaria supone un error fatal en la planificación del tráfico local. A estas alturas de reportaje uno se da cuenta de lo inútil que ha resultado ser la construcción de la estación de la Granja Poch, pero lo que más duele a un torrelaveguense de pro no es, aunque siempre es importante, todo el dinero gastado, que a fin de cuentas no va a servir para casi nada y también todo el tiempo derrochado, porque hoy en día el tiempo es oro, sino que hay un problema mayor después de esta situación, ¿Se puede tener confianza en las personas que rigen esta ciudad?, yo sinceramente opino que no debido a que es deshonroso darte cuenta de toda la publicidad errónea que exponen los políticos al pueblo llano.
¿Por qué desde un principio no se ha dejado a las claras que la estación de la Granja Poch era el lugar elegido para la estación intermodal local, y por qué se intenta maquillar ahora dejando claro que esta estación es una estación puente? Yo no doy crédito, es increíble ver cómo se puede llegar a manipular con las palabras. El primer objetivo de un gobierno debe ser la transparencia de todos sus órganos y todo esto no ayuda precisamente a ello. Además de todo esto, el nuevo proyecto alberga muchas dudas y una gran polémica y, pese a todo, estoy seguro de que se va a llevar a cabo. ¿Será La Carmencita otra Granja Poch? ¿o quizás sea el proyecto que todos los torrelaveguenses esperaban? El tiempo lo dirá… yo sinceramente opino que no.