Norma Jean Baker (Los Angeles, 1926), más conocida artísticamente como Marilyn Monroe, fue cuidada su primer año de vida por su madre, una montadora de películas que, al igual que ella años después, también soñaba con ser actriz. A ésta se la retiró la custodia de su hija por un desviado perfil psicológico que se manifestó definitivamente con la amenaza a un amigo con un cuchillo.

Norma fue pasando de orfanatos a casas de acogida, así durante gran parte de su infancia. Finalmente fue adoptada por un matrimonio con muchos hijos que sólo la acogieron para recibir las subvenciones que daban a la familias adoptivas. En cuanto tuvo la mínima edad para casarse, 16 años, la desposaron con un joven del pueblo, el cual al estallar la II Guerra Mundial, se va reclutado.

Durante el tiempo que estuvo fuera, un fotógrafo que iba por los pueblos fotografiando chicas bonitas para revistas que solían comprar los militares, principalmente, la pidió a Norma que posara para él. Ahí nació Marilyn Monroe. Cuando su marido volvió le dijo que quería ir a Hollywood para trabajar como actriz, y éste no puso impedimento en darle el divorcio.

A finales de los 40 es descubierta por un cazatalentos de la Century Fox y realiza papeles secundarios durante cinco años. Los mas destacables La Jungla de Asfalto o Eva al Desnudo. Cuando comienzan a darle papeles de protagonista solían ser jóvenes tontas y hermosas que hacían reír al público, pero ella se cansó y comenzó a pedir papeles importantes que le fueron negando durante mucho tiempo. La productora no estaba dispuesta perder la gallina de los huevos de oro, Marilyn vendía por su belleza, no por sus cualidades interpretativas, cosa que con el tiempo pudo demostrar que era falso.

 Protagonizó el musical Los caballeros las prefieren rubias, junto a Jane Russell, que fue lo que la catapultó a la fama.

Entre 1953 y 1961 protagoniza las películas que no sólo la convierten en estrella sino en el mito erótico más importante de la historia del cine. Ente estas películas destacaron Niágara (1953), Río sin retorno (1954), La tentación vive arriba (1955), El príncipe y la corista (1957) (realizada por su propia productora), Con faldas y a lo loco (1959), El multimillonario (1960) y  Vidas Pebeldes (1961). Esta fue la última película de Marilyn, en la cual trabajó con su ídolo de juventud Clark Gable. La película apenas tuvo éxito y unos meses después Clark Gable murió. Dicen que Marilyn llegó a sentirse culpable

Tras el fracaso de la película, volvió a refugiarse en los barbitúricos y abandonó el trabajo durante un tiempo; al volver se la vio feliz, preparada para trabajar de nuevo, pero no era así, comenzó el rodaje de una nueva película Something go to give, pero de 30 días de rodaje solo asistió trece y su mítica impuntualidad hizo que los productores suspendieran el rodaje.

La noche del 4 de agosto se hallaba sola con el teléfono, una de sus grandes aficiones, deseosa de hablar con alguien que quisiera escucharla, y con su bote de barbitúricos en la mano, y así murió, sola, ahogada y con 36 años, de los cuales ni cinco había sido feliz. Dicen que su segundo marido el jugador de Béisbol Joe DiMagio tenía pensado volver a casarse con ella, incluso un año después de muerta seguía llevando flores a su tumba, y fue el único que reclamó su cuerpo cuando estaba en el depósito. Nunca escribió ni habló de ella.

Marilyn Monroe cumplió su sueño, fue actriz, pero no consiguió ser feliz, no pudo tener hijos, algo que deseaba enormemente, tuvo dos abortos estando casada con el dramaturgo Arthur Miller. Lo que si consiguió fue demostrarle al mundo que no sólo era una cara bonita o una INMORAL, como la calificó Joan Crawford, sino que fue un portento como actriz.

Creo que Marilyn representó lo que todos somos y queremos en realidad, ella no quería dinero ni la fama tal como se la conoce, sólo quería ser amada, sentirse querida y lo consiguió. Luchó por un sueño y aunque distorsionado lo consiguió.

Pienso que tuvo la desgracia de que la belleza eclipsó su inteligencia, pero ella se encargó de demostrar quién era, e hizo que el mundo no sólo la alabara por su físico sino por una personalidad que marcó su vida y la de todo el que tuvo la suerte de estar cerca de ella.

Todos deberíamos aprender de Marilyn Monroe, de su fortaleza, de su esperanza e inocencia.

Trabajo original