Michael descubre un tesoro en un viaje a Creta, donde acudió a ver a sus tíos. ¿Sabes qué hizo con toda la fortuna?
Érase una vez un niño que se llamaba Michael y era de Hets (Escocia). Un día decidió viajar a ver a sus tíos en Creta (Grecia).
Cuando llegó en tren a Creta se fue a casa de sus tíos y se fue a la cama a descansar del viaje. Al día siguiente descubrió debajo de la cama un pasadizo secreto que no sabía donde daba, decidió entrar a ver a que daba, tras ocho horas bajando escaleras descubrió muchas joyas y dinero.
Cuando llego a su casa sus tíos le echaron la bronca por haber tardado tanto en haber llegado tarde, pero cuando vieron todo el dinero que tenía le levantaron el castigo rápidamente.
Después de cinco años tardaron en gastarse todo el dinero entre comidas, bebidas etc…viajaron a Colón a visitar al abuelo de Michael que se llamaba Genkin y que tenía cien años y que estaba muy enfermo y como era pobre y necesitaba dos medicinas que valían seis millones cada una y como Michael tenía doce millones de dólares canadienses se lo pagó él y se recuperó para siempre.