‘Desde mi ventana’ relata la llegada del invierno y la visión más allá de la cortina de casa, una visión marcada por el blanco de la nieve.
Llegaron los días más cortos. El sol fue perdiendo poco a poco su ardor. Llegaron el frío y la nieve.
Me acerqué a la ventana y, apartando la fina cortina que la cubría, observé los copos de nieve deslizándose desde el cielo gris.
Observé cómo las hojas de los árboles se cubrían lentamente de nieve, cómo las verdes praderas parecían grandes pistas de hielo. Las vacas, allá, a lo lejos, todas acurrucadas debajo de un árbol, tenían frío con su lomo cubierto de nieve. Ya no movían el campano como antes, sino mucho más despacio y a veces ni se le oía.
El pueblo parecía que estaba cubierto con un manto blanco. No se podían apreciar los bellos colores. Ahora todo era inmaculado.