Los alumnos de Francés del IES José del Campo han visitado el parque temático «Futuroscope» en la localidad francesa de Poitiers; este es el relato de los lugares que visitaron y de sus vivencias durante los días que duró el viaje.
Un grupo de 31 alumnos de E.S.O. que estudiamos francés nos montamos en un autobús a las 8:30 de la mañana rumbo a Poitiers desde nuestro instituto IES José del Campo en Ampuero.
Viajamos por la autopista A-8, atravesamos la frontera sin problema alguno y nos paramos a comer hacia las 2:00 en un área de servicio en la región de Las Landas, inmenso bosque de 14.000km2.
Después de comer nos desviamos hacia Arcachón, donde subimos a la duna del Pilat, de 112 m. de alto. Desde allí veíamos los criaderos de ostras tan famosos en la zona.
Continuamos hacia Burdeos. Paseamos por las calles de esta ciudad industrial llena de edificios elegantes y antiguos, famosa por su vino. Se sitúa a la izquierda del río Garona. Vimos su catedral, el edificio de la ópera, las tiendas…
Por fin llegamos al hotel en Poitiers a las 9:30.
A la mañana siguiente, nos acercaron a Futuroscope, donde nos esperaba una guía de habla hispana que nos llevó a los pabellones más interesantes: La alfombra mágica -pantalla en frente y en los pies-, los cuadros en tres dimensiones, las historias tridimensionales, los simuladores -que es lo que más nos gustó a todos, por la emoción que te proporcionaba -, las aventuras en gigantescas pantallas, etc.
Nos hicimos fotos todos juntos y salimos del parque cuando cerraban, a las 6:00pm.
Estuvimos en un centro comercial, donde comprobamos y comparamos lo que costaban algunas cosas con los precios en España.
El miércoles madrugamos un poco para aprovechar el último día. Regresamos al parque después de recoger nuestras cosas y meter el equipaje en el autobús.
Tuvimos tiempo libre para repetir visita en los sitios que más nos habían gustado o para ver lo que nos quedaba.
Quedamos con los profesores a las 12:00 en la puerta.
El viaje de vuelta fue un poco pesado y lo pasamos como pudimos -viendo vídeos, charlando, jugando…-; comimos cerca de la frontera en un área de servicio y volvimos a parar un rato ya en Guipúzcoa.
Llegamos a Ampuero a las 9:00 y ¡a descansar!. Estábamos agotados por tanta emoción y por el largo viaje.
Pero MERECE LA PENA.