Chus Puras llegó al rallye de Cataluña con hambre de victoria. Y es que para el de Santander esta cita en el calendario deportivo significaba tanto o más que cualquier titulo o otra victoria de las muchas que colecciona en el campeonato de España.
Evidentemente, el objetivo estaba claro: ganar a los campeones y demostrar que a nivel de pilotaje está, por lo menos en el asfalto, a la altura de ellos.
Un objetivo que quedó claro y que Puras iba a cumplir con creces desde que pisó a fondo el acelerador de su Citroën Xsara en la salida del primer tramo cronometrado.
A por todas desde el principio
Puras fue a por todas desde el principio, dejándolo patente en unos cronos que más de un piloto del mundial no aceptaba de buen grado, dando pie a una serie de declaraciones a las que ciertamente no había lugar.
Antes de la carrera, incluso durante ella nadie daba un duro por los Citroën ya que los grandes del mundial no veían en Puras y en Bugalski como rivales que le pudieran quitar la victoria: «ganarán tramos pero no llegarán al final», era el comentario generalizado.
Ha medida que pasaban los kilómetros y se iban cubriendo los tramos la situación iba siendo cada vez más preocupante. Así, al abordarse el primer tramo cronometrado válido, Santa Pellaia, ya que en el Els Angels, era anulado por decisión del responsable de seguridad de la FIA, Puras empezó a » sembrar el pánico».
El cántabro, el más rápido
En el Coll de Bracons el cántabro volvía a ser el más rápido, al paso por La Trona Puras llegaba ya con cerca de diez segundos por delante del primer WRC, que era el Corolla de Sainz.
Una diferencia que Sainz atajaba en este tramo, cuando Puras se quejaba de unos neumáticos degradados en el tren trasero. Pero daba igual, ya que a los 31 kilómetros de la Fullaca-Arbúcies de nuevo los Xsara se situaban por delante.
Cuando se llegaba al parque de asistencia de Gerona, Puras y Bugalski dominaban el Rallye. Los dos últimos tramos de la etapa antes de llegar a Lloret se los repartían Auriol y Puras, que terminaban la primera etapa en cabeza en la que destaco con una gran actuación el piloto cántabro.
La segunda etapa se iniciaba con la desolación de Puras, que no conseguía arrancar su coche. Los de Citroen lo intentaron todo pero no hubo forma de poner el Xsara en marcha, un infortunio que dejo a todos planchados, en especial a los seguidores cantabros de Chus.
Pero el Rallye seguía y Bugalski seguía en cabeza, que se crecio para mantener sus opciones a la victoria.
Cataluña, dio la medida de lo que `pueden dar de sí los Kit Car, para los que está temporada será la última en la que puedan esgrimir las prestaciones actuales; pase lo que pase en el futuro, Citroen ya puede colgarse la medalla de haber batido a las grandes marcas del Campeonato del Mundo de Rallyes.