“No hay limite a nuestro esfuerzo, no hay límite a nuestro progreso, no hay límite a nuestras ilusiones”. Tres máximas que de forma amable y firme nuestra entrevistada inculca a sus discípulos, sin palabras, como los buenos maestros, mediante sus gestos. Apacible y serena, firme y sólida en sus convicciones, y el amor a sus alumnos es una de ellas, Carmen es una mujer menuda, capaz de inundar el espacio, de envolverte y arroparte sólo con una mirada de soslayo. Dicen que esta profesora de matemáticas, ávida de aprender y de carácter perfeccionista, es dura e implacable. Y lo es, cuando ayuda.
Nombre: María del Carmen Pilar
Apellidos: García Suárez
Edad: 52 años.
Lugar de nacimiento: León
Ocupación: Profesora de Matemáticas en el colegio Nuestra Señora de la Paz, de Torrelavega.
Lugar de residencia: Santander
Jueves. Son las nueve menos veinte. Nuestra entrevistada tiene libre esta hora y nos disponemos a comenzar la pertinente conversación. Nos encontramos en un aula de segundo de Bachiller. Ella sentada en la mesa del profesor y nosotros en un pupitre, con un cuaderno, un bolígrafo y 16 preguntas.
Pregunta.-¿Por qué viniste a Cantabria?
Respuesta.- Principalmente porque me casé con un cántabro.
P.-¿Cómo era tu vida en León?
R.- Estudié en un colegio de monjas, sólo femenino, desde los cinco años hasta los 17. Era muy estudiosa; estudié con becas. Solía ir y venir del colegio con mis primas. Una de ellas hizo Química y ahora es directora general de Ordenación Académica del Principado de Asturias y otra es médico en León. Mi padre trabajaba en la Renfe y murió cuando yo tenía tres meses. A mi hermano lo llevaron a un internado para huérfanos de Renfe y ahora trabaja en el Hospital La Paz de Madrid como jefe de Mantenimiento.
P.-¿Qué estudiaste?
R.- Licenciatura en Ciencias Exactas, en la especialización de la Estadística, por la Universidad Complutense de Madrid.
P.-¿Por qué te decidiste a estudiar matemáticas?
R.- Porque me gustaban y se me daban bien. Además, en aquella época no había tanta diversidad de carreras como hoy en día.
P.-¿Si no hubieras estudiado matemáticas, a que te habrías dedicado?
R.- No puedo imaginarme otra cosa.
P.-¿Cuándo y cómo llegaste al Colegio Nuestra Señora de La Paz?
R.- En 1989 deje mi currículum en el colegio Las Monjas, y pocos meses después me llamaron de La Paz, tres días antes de empezar el curso.
P.-¿Era tu primer trabajo como profesora?
R.- No, con 15 años daba clases particulares a un niño de 14 años. Más tarde, cuando acabé la carrera, estuve dando clases particulares en Madrid. En uno de los colegios deje mi currículum, tuvieron una baja y me llamaron y estuve allí dos años. También he trabajado como vendedora y monté una academia, pero no tengo vocación de empresaria.
P.-¿Cómo pasas tu tiempo libre?
R.- Paseando con mi marido, leyendo, viajando…
P.-Tienes fama de dura ¿estás de acuerdo?
R.- Más que de dura, de exigente. Pero prefiero tener fama de exigente, porque después los alumnos te lo agradecen. En el fondo la gente es cariñosa.
P.-¿Qué te parece la nueva Ley Antitabaco?
R.- Muy bien. Yo gracias a Dios abandoné ese hábito y desde entonces me encuentro mucho mejor físicamente.
P.-¿Qué opinas del Estatut?
R.- Yo no lo he leído, así que no opino.