Alumnos de varios institutos de Cantabria y Cáceres han participado por quinto año consecutivo en las Jornadas Nacionales de Investigación en Psicología que organiza la Asociación de Profesores de Psicología de Cantabria con el objetivo de proporcionar a los alumnos de enseñanzas no universitarias un foro donde mostrar los trabajos e investigaciones que realizan durante el año. Cuatro estudiantes del IES Ricardo Bernardo nos cuentan su experiencia.
Tanto tiempo esperando que llegaran esos días para que se pasaran tan rápido… Pero, en fin, esos nervios y la emoción por vivir esa experiencia mereció la pena. La verdad es que me motivó mucho la idea de pertenecer a la organización de las jornadas, por lo que no dudé ni un minuto en prestarme voluntaria. Escuché comentarios de que iba a ser aburrido pero ahora puedo decir todo lo contrario, me encantó la experiencia y os aseguro que ¡volveré a ser organizadora!
Pero hay una circunstancia más grave, por decirlo de alguna manera, yo he estado de público pen Cáceres, pero ¿qué pasará el año que viene cuando tenga que exponer mi investigación? Antes de asistir al congreso me aterraba la idea y de atacaban los nervios pero ahora estoy deseando subir esos tres escalones que conduce hasta esa mesa tan larga donde, cuando subes, la gente te aplaude aún si saber lo que vas a decir. Quizás haya quitado el miedo porque he notado que el público te da confianza y te ayuda para que te salga lo mejor posible. Me ha gustado mucho el ambiente. En general, los chicos y chicas de otros centros eran bastante simpáticos y todo eran buenas caras.
He conocido a gente de Cáceres y también del instituto Zapatón, de Torrelavega. Puedo decir que me han caído super bien. Y con esto no tengo más que añadir, solo decir que ha sido una experiencia de las que no se olvida y que estoy deseando repetir.
Andrea Lombó de la Hoz
Al principio, cuando nos dijeron que íbamos a un congreso a Cáceres, me imaginé que tendríamos que soportar horas escuchando muchos trabajos y que resultaría muy pesado. En cambio, me ha parecido entretenido y no ha resultado aburrido ya que los trabajos que se exponían duraban poco tiempo y eran muy interesantes pues trataban temas de actualidad y que nos interesan a todos los adolescentes.
El asistir al congreso me ha animado a realizar mi propio trabajo, aunque reconozco que pasaré muchos nervios cuando tengamos que exponerlo y que tendremos que dedicarle muchas horas y esfuerzo, pero valdrá la pena. Del congreso no sé qué se podría mejorar ya que todo funcionó bastante bien, incluso íbamos con el tiempo adecuado. La gente era muy simpática y me ha gustado más de lo que creía.
Adela Abascal Castanedo
Voy a intentar contar todo lo que me hizo sentir y me aportaron las jornadas de psicología de los pasados 10 y 11 de noviembre. En primer lugar destacaría que resultó una experiencia nueva y que me esperaba algo más rollo, más aburrido. La verdad es que los días anteriores estaba incluso nerviosa y eso que solo iba como espectadora. No quiero pensar como será el año que viene.
La primera ponencia que escuché, crea que no me aportó mucho ya que al no llamarme la atención no me enteré demasiado. Pero también he de decir que todas las demás me encantaron, unas más que otras, como es lógico. Por ejemplo, la ponencia de las compañeras de este instituto, la que trataba de la relación entre padres e hijos, me resultó muy amena y disfruté mucho con ella. También destacaría al grupo que habló sobre el aprendizaje con caballos, mis animales favoritos.
Quiero destacar que la estructura del congreso está muy bien ya que el turno de preguntas me parece muy apropiado, además, creo que es una forma de crear una especia de diálogo o debate entre el público y los ponentes. Yo utilicé mi turno de preguntas y debo decir que lo pasaba fatal. Cada vez que veía acercarse el micrófono pensaba que se me iba a olvidar la pregunta o que me iba a trabar a la hora de hablar, ¡menos mal que no pasó nada de eso!
Por último, quiero resaltar la ponencia que hicieron las alumnas de Cáceres sobre la anorexia. Supongo que como a la mayoría de los que escuchamos el relato de la chica que lo vivió en primera persona. Me sorprendió muchísimo la valentía que tuvo al subirse y contarlo delante de casi doscientas personas. Sin duda, fue la intervención más impactante y la que más aplaudimos. Yo lo viví con mucha atención y en muchos momentos me sentí identificada con lo que decía. Había expresiones y anécdota familiares de las que contaba que me resultaban familiares porque en algunos momentos también me he sentido mal por mi aspecto físico. Ahora mismo no es así, pero de vez en cuando oigo comentarios inadecuados, lo que no hace sino que me sienta mal.
Susana Abascal Abascal
Para mí estas jornadas han sido una gran experiencia. Me han gustado mucho más este año debido a que teníamos más protagonismo, por así decirlo, pues había menos charla de adultos, a las cuales no atendemos igual debido, tal vez, a que no lo entendemos o a que utilizan un vocabulario difícil para nosotros.
El trabajo que más me gustó fue el de la anorexia, de las alumnas de Cáceres, aparte de que me interesa mucho el tema. Cuando la chica estaba leyendo el testimonio yo me estaba quedando muy sorprendida por todo lo que decía. No me daba cuenta de que estaba hablando de ella misma. Cuando fui consciente de ello se me pusieron los pelos de punta y me hizo mucha ilusión que lo dijera allí arriba porque, aunque yo no presenté mi trabajo, que también es de anorexia, me sentí bien porque quizá sea verdad que nosotros podemos hacer algo por la sociedad con nuestra investigación. A lo largo de las jornadas me arrepentí de no haber presentado el trabajo pero aún más cuando escuché lo que aquella chica confesó. Pienso que es un gran peso para ella y al haber trabajado yo misma ese tema me sentí muy satisfecha, la verdad, y ojalá que más jóvenes tengan algún día tanto valor como ella.
También me gustó mucho el trabajo con caballos. Se lo trabajaron mucho porque se veía. Todo estaba bien preparado. Otro trabajo queme hizo mucha ilusión, aunque este a nivel más personal, fue de e los estudios, que presentó mi amiga, y además compañera de clase del año pasado, Paula Gómez. Demostró mucha valentía. Yo no creo que hubiese podido subirme a la mesa yo sola. Y menos aún sin material, ella sola y el público.
En definitiva, este congreso ha sido una gran sorpresa para mí, me ha encantado. Espero que se sigua haciendo porque, como se pudo ver este año, todo esto sirve para algo. La chica que confesó tener anorexia fue un gran ejemplo.
Alba Berros Molina