El placer de la lectura está en horas bajas. A muchos adolescentes no les atrae pasarse horas frente a un libro. No les motiva viajar con su imaginación a los mundos e historias que proponen los escritores. Solo el aquí y ahora, la inmediatez y lo multimedia definen el entretenimiento de nuestros jóvenes. Por eso, una visita a la biblioteca nunca está de más para abrir un universo paralelo a las nuevas tecnologías, un camino por descubrir que sea para ellos una alternativa lúdica.

Con esta idea, los estudiantes de tercer curso de Educación Secundaria del colegio Purísima Concepción visitaron durante el primer trimestre la Biblioteca Central de Cantabria y el Archivo Histórico Provincial de Cantabria. El objetivo de la actividad ha sido conocer el funcionamiento de una biblioteca, además de descubrir los entresijos del proceso restaurador de documentos históricos y su archivo.

Explicando el proceso de restauración.

Los alumnos se dividieron en dos grupos para agilizar la visita. Unos visitaron en primer lugar el Archivo Histórico Provincial y otros la Biblioteca Central. Luego se intercambiaron. La visita al Archivo consistió en una charla introductoria en la que les explicaron qué labor se lleva a cabo en sus instalaciones y cuáles son sus servicios, además de un recorrido por todo el proceso de restauración de los documentos. Estos fondos reflejan la actividad cotidiana de las personas e instituciones que viven y han vivido desde hace cientos de años en el territorio de Cantabria.

Por tanto, el Archivo se configura como un recurso informativo de primer orden y una parte esencial de Patrimonio Cultural de Cantabria. Y la restauración es una de sus labores principales para la conservación de los documentos más antiguos. Por eso, les enseñaron todo el proceso, desde cómo reconstruyen las hojas dañadas de los fondos hasta su archivo en salas correctamente climatizadas.

Así queda un libro restaurado.

Toda esta labor era desconocida por los estudiantes, a quienes les llamaron mucho la atención algunos detalles. Se sorprendieron con los insectos conocidos como pececillos de plata, que se alimentan de la celulosa del papel. Y mostraron su admiración por la minuciosidad en la reconstrucción de hojas rotas e incompletas. Un trabajo, sin duda, laborioso que dejó boquiabiertos a los estudiantes. También les impactaron las salas de luz ultravioleta para leer hojas cuyo texto está prácticamente borrado.

La biblioteca, por otra parte, es un espacio más reconocible por los alumnos, pero eso no significa que sepan sacarle todo el partido que tiene. De ahí que, desde la asignatura de Lengua Castellana y Literatura, se decidiera hacer una visita a la Central para que les explicaran su funcionamiento, organización y sistema de préstamos. Además, pudieron conocer la cantidad de espacios diferentes que alberga; desde las salas de trabajo hasta la zona multimedia, el rincón del cómic y la zona infantil.

Foto de grupo en la entrada a la Biblioteca Central de Cantabria.

Muchas veces los adolescentes relacionan la biblioteca con un espacio aburrido y poco atrayente, pero pudieron descubrir que ofrece multitud de posibilidades. Algunos incluso se atrevieron a proponer la posibilidad de reservar alguna sala para reunirse en torno a juegos de rol. Una propuesta que gustó en la Biblioteca Central y que los responsables aceptaron de buen grado. No obstante, también se ofrecen desde estas instalaciones clubes de lectura, jornadas de cine, cuentacuentos, encuentros con escritores y un sinfín de actividades para todos los públicos.

Esta visita, programada desde la asignatura de Lengua Castellana y Literatura, ha permitido acercar el espacio de la Biblioteca Central a los estudiantes del colegio. Muchos de ellos no conocían las actividades que se llevaban a cabo en este lugar y, tras ser conscientes de todas sus posibilidades, se han animado a hacerse socios. Desde luego, todo un éxito teniendo en cuenta la importancia de fomentar la lectura en los adolescentes y su asiduidad a la biblioteca.