La Península de La Magdalena es un espacio natural de 24,5 hectáreas. En lo alto se erige el palacio, de estilo inglés, residencia de verano que el pueblo de Santander regaló, mediante suscripción popular, al monarca Alfonso XIII, quien convirtió a la ciudad durante el estío en la capital del reino. Actualmente es un parque público que cuenta con un zoo, un parque infantil y los tres galeones que el marino y aventurero cántabro Vital Alsar utilizó para rememorar la expedición de Orellana. Los alumnos del Cisneros nos cuentan cómo fue su visita a este entorno.
Los alumnos de 3º y 4º de Educación Primaria hicimos el pasado 10 de octubre una visita a la Península de La Magdalena. Nos llevó un autobús de transporte urbano hasta la entrada. Hacía una mañana preciosa y dimos un paseo hasta llegar al Palacio, donde nos hicimos unas fotos y pudimos contemplar el mar y el faro de Mouro. Venían unas olas grandes que se estrellaban contra el acantilado con gran fuerza.
Fuimos bajando poco a poco hacia donde se encuentran los animales y pudimos contemplar a los pingüinos, focas y osos polares; incluso pudimos ver una cría de foca mamando. A las doce pudimos ver cómo les daban de comer a los pingüinos unas hermosas sardinas que se tragaban enteras.
Por cierto, que para entonces teníamos un hambre de lobos y queríamos irnos a comer hacia los columpios y la zona de juegos. Por fin los profes nos permitieron comer junto a la estatua de Félix Rodríguez de la Fuente y su lobo, ¡qué momento tan esperado!
Cuando terminamos de comer nos fuimos a jugar a los columpios, donde lo pasamos estupendamente; incluso bajamos por el tobogán de la playa y estuvimos tomando el sol algunos de nosotros con una profesora, mientras el resto se lo pasaban pipa en la zona de juegos.
También nos divertimos haciendo construcciones con la arena y aprovechando algunos objetos que había por el suelo, además de botellas de plástico y otros objetos que nosotros aportamos, que al final retiramos a las papeleras, por supuesto.
Después de merendar hacia las 4,00 horas de la tarde nos recogió de nuevo el autobús, que nos trajo al colegio a las 4’30. Fue un día fantástico y nos hizo buenísimo.