‘Un grupo de fantasmas’ se verá amenazado por el protagonista de la historia, quien sospecha que estos espíritus llegados a la Tierra son peores de lo que parecen.
Un grupo de fantasmas vive en Marte. Bueno, no viven, van tirando, porque allí nadie les toma en serio. Grandes y pequeños se ríen de ellos. Ya no hay nadie que tenga miedo de sus viejas cadenas oxidadas.
Deciden, por fin, emigrar a la tierra donde, según sus informaciones, la gente aún tiene miedo a los fantasmas. Son 17 y, según fuentes bien informadas, viven en La Revilla, cerca de San Vicente, en una casa abandonada que llamamos la casa Grendel porque su jefe se llama así. Algunos dicen que matan, otros creen que son amables. Yo creo que matan; les he visto que cogían un niño y le sacaban todo lo que tenía.
Bueno, yo vivo en ese mismo pueblo y esta noche voy a meterme en la casa Grendel a espiar. Voy a ir muy bien equipado: una linterna, una escoba para defenderme, unas cerillas por si me quedo a oscuras. Bueno, creo que eso es todo.
Ya estoy en el portal de la casa Grendel. Ya estoy en el recinto de la casa Grendel. Entro en el cuarto y encuentro a los 17 fantasmas.
Cojo la escoba y empiezo a darles escobazos. Todos se caen al suelo inconscientes. Con una cuerda, los ato a todos. No sé qué hacer.
Encuentro unos 20 petardos y se me ocurre una idea. Cojo todos estos petardos y les ato con un poco de cuerda. Después, enciendo una cerilla y con ella prendo las mechas de los petardos y… parrrrrraaaaaaapaparrrrrrrraaaaarapa!!! No les veré nunca más.