Los alumnos de 1º y 2º de Bachiller que damos la asignatura de Biología tuvimos ocasión de visitar el Parque Natural Collados del Asón junto a tres guías. Dos de estos guías eran geógrafos y habían trazado la ruta que íbamos a seguir.

Nos acompañaron también nuestros profesores de Biología, Antonio Luis y Laura, quienes, junto a los guías nos iban explicando todo lo relacionado con el entorno, desde la gran variedad de plantas, de árboles, de fósiles hasta los distintos tipos de rocas.

La excursión duró aproximadamente desde las 8:30 que nos subimos al autobús hasta las 18:00 que llegamos a Castañeda. El trayecto en autobús fue ameno y su duración fue de más o menos una hora de ida y otra de vuelta. El resto de la excursión se hizo andando, cuando digo andando quiero decir andando todo el día, sin exagerar en nada. Sólo paramos media hora para comer y, de vez en cuando, descansábamos cinco minutos.

Cuando llegamos a nuestro destino, lo que notamos fue un aire fresco, más bien frío, puro y limpio. Esto nos lo demostró el liquen (asociación de alga microscópica y un hongo filamentoso) que encontramos en un árbol que estaba próximo a la única casa que vimos que estaba habitada.

Era un paraje espectacular y prácticamente rocoso. En el suelo veíamos varios fósiles incrustados en las rocas. Uno de los objetivos de este viaje era contemplar el circo glaciar; también tuvimos ocasión de ir viendo por el suelo las estrías que produjo el glaciar al desplazarse.

Ninguno de nosotros nos imaginamos que esta excursión sería así y que seríamos capaces de aguantar tanto tiempo andando. A pesar del cansancio y del hambre que pasamos, no paramos de reírnos y de hacer comentarios graciosos. La pregunta más insistente del día fue: «¿Cuánto queda…?»

Yo creo que en esta salida el que más o el que menos ha podido aprender a distinguir varias cosas, por ejemplo un abedul de un haya o un acebo de un espino… Ya de vuelta en el autobús, cada uno se entretenía a su manera, unos escuchando música, otros intercambiando opiniones o incluso otros medio dormidos… A mí personalmente esta excursión me ha gustado mucho, tanto por el motivo del viaje como por la compenetración del grupo: intercambiando comentarios, anécdotas… e incluso, algunos compañeros nos hemos conocido algo más.

Por mi parte, me gustaría que se organizasen más salidas de este tipo, porque son sitios que quizás no tengamos nunca oportunidad de verlos por nosotros mismos, si no es acompañados de expertos, como en esta ocasión. Es otra manera de aprender y de pasárnoslo bien.

        Noelia Villegas Muñoz, 1º Bachillerato

 

Los alumnos de 1º y 2º de Bachiller de Ciencias nos dirigimos al Parque natural Collados del Asón que se localiza íntegramente en el término municipal de Soba en altitudes comprendidas entre 240 y 1.581m. Entre las tres rutas que comprenden el parque, caminamos a través de la ruta del Hondojón cuya longitud es de aproximadamente unos 13,5 km. y posee un desnivel máximo de 600 m. Anduvimos sobre esta ruta unas 5 horas 15 minutos.

Durante la etapa pudimos ver diferentes aspectos del relieve, del modelado kárstico característico de la zona o por ejemplo de los ecosistemas forestales. El relieve del macizo del alto Asón presenta como peculiaridades más notables los rasgos que se derivan de la acción glaciar durante la Era Cuaternaria, la dinámica fluvial y los procesos kársticos que se desarrollan sobre los materiales calcáreos. En el Parque Natural son bien visibles algunas de las formas de acumulación y erosión provocados por el hielo, y además el famoso circo glaciar de Hondojón. El agua provoca intensos procesos de karstificación que caracterizan al relieve del Asón, constituyendo otro gran agente de modelado de relieve en el Parque. Entre los ecosistemas forestales cabe destacar el abedul, especie que resulta fácilmente reconocible por su lisa corteza de tono blanquecino y sus hojas, levemente dentadas, y de forma casi triangular; y el haya el cual destaca por presentar unas ramificaciones en horizontal muy características al igual que su adaptación a las condiciones del sustrato calcáreo.

Descansamos durante media hora para comer y de paso contemplar el hermoso paisaje en el que nos encontrábamos. En el descenso hacia los Collados encontramos restos de animales muertos en estado de descomposición, frente a la variedad de setas que pudimos ver en la ascensión por la ruta del Hondojón.

A fin de cuentas, todos pasamos un día espectacular (a pesar del frío) y en grupo, donde aprendimos infinidad de cosas que a lo mejor no hubiésemos tenido la oportunidad de aprenderlo en clase.

Fue una experiencia muy efectiva que creo que muchos repetiríamos. Es por ello que os invitamos a visitar el sorprendente y misterioso Parque Natural de los Collados del Asón.

                                                                                  Vanessa Abascal Gómez, 2º Bachillerato

 
Trabajo original